El duelo entre Macron y Le Pen por la presidencia en segunda ronda: por qué será distinto al de 2017


Macron y Le Pen se enfrentan de nuevo en la segunda vuelta electoral por la presidencia
Aunque el cara a cara final por el poder tiene los mismos protagonistas, el escenario político es muy distinto al de hace cinco años
Los sondeos vaticinan una segunda ronda con un resultado más ajustado que en 2017
La sensación de déjà vu puede resultar ilusoria. La batalla final por el poder en Francia se librará entre los mismos rivales que en las elecciones de hace cinco años: el actual presidente, Emmanuel Macron, y la ultraderechista Marine Le Pen. Son los mismos protagonistas, pero el escenario político ha cambiado profundamente. Será un duelo muy distinto al de 2017.
En esta ocasión, la distancia entre ambos en primera vuelta es mayor -de cinco puntos- con el 27,6% para Macron y el 23,4% para Le Pen; en 2017 fue de tres puntos (un 24,01% del primero frente a un 21,3% de la segunda). Sin embargo, los sondeos vaticinan ahora un cara a cara mucho más ajustado en segunda ronda que entonces (Macron venció en 2017 con un 66% de votos frente a un 34%). ¿Por qué?
Una imagen edulcorada de Marine Le Pen
Durante este tiempo, la ultraderechista Marine Le Pen ha suavizado su imagen, la ha templado. Y ha logrado normalizarla. En 2018, su partido político, el Frente Nacional, cambió de nombre a Agrupación Nacional; una estrategia para ampliar la base de su electorado y tomar distancia de la figura de su padre, Jean-Marie Le Pen, que fundó el partido en 1972. El histórico líder fue excluido de la militancia por su propia su hija; él lo consideró una "traición" y "un vergonzoso intento de borrar su identidad".
Este pulido de imagen se refleja en su red social de Instagram, con una estudiada cercanía en la que tan pronto se la ve besando a un gato como haciéndose fotos con los admiradores que se encuentra en la calle o en el mercado.
En 2017, Le Pen se enfrentaba además a causas judiciales pendientes y a tensiones dentro de su propio equipo. Aunque pese al maquillaje de las formas, la columna vertebral de su programa no ha variado. Sin embargo, la entrada en escena de otro candidato ultraderechista, Éric Zemmour, y los excesos de este han contribuido a esa imagen más templada de Le Pen.
Un frente republicano para frenar a la extrema derecha más incierto que nunca
Tradicionalmente, un cordón sanitario, un muro de contención del resto de partidos, ha impedido a la extrema derecha alcanzar el poder. Pero ese frente republicano se presenta más incierto que nunca y llega además de la mano del hundimiento de los partidos tradicionales en estos comicios. La candidata del Partido Socialista, Anne Hidalgo, ha obtenido un dramático 1,7% de los votos; y la conservadora Valérie Pécresse, de Los Republicanos, un 4,8%.

Esos partidos han pedido el voto para Macron en segunda vuelta. El izquierdista Jean-Luc Mélenchon (de la Francia Insumisa), que ha quedado en tercera posición con un 22% de apoyo, no lo ha hecho explícitamente; pero ha demandado "no dar ni un solo voto a Marine Le Pen".
Sin embargo, el tradicional frente republicano estaría en "estado de muerte clínica", según declaró hace unos días a BFMTV Bernard Sananès, jefe del Instituto de Encuestas Elabe.
En esta ocasión, el resultado de la segunda ronda parece menos obvio. Medios franceses hacen referencia a sondeos que reflejan un duelo al límite: 51%-49%.
El cauce imprevisible de los votos
En la segunda vuelta, se estima que los votos del ultraderechista Zemmour (un 7,3 %) deberían ser para Marine Le Pen.
Según una encuesta de Elabe para BFMTV y L'Express, es posible que hasta un 40% de simpatizantes de Valérie Pécresse (la derecha tradicional) se sienta tentado por la opción de Le Pen, contra el 44% que se inclinaría por Macron y un 16 % por la abstención.
Y aunque el izquierdista Mélenchon ha dicho que "ni un solo voto" debería ir a Le Pen, el 34% de sus votantes podría girar a la extrema derecha, frente al 35% que optaría por Macron y el 31% hacia la abstención, según esa encuesta de Elabe citada por BFMTV. Otros sondeos reflejan que el 20% de los electores de Mélenchon podrían plantearse la opción de votar a Le Pen; el 30% a Macron y una mitad podría querer abstenerse.
Medios locales destacan que ganará el aspirante que "menos rechazo provoque". Según una encuesta de Odoxa para L'Obs, un 19% de los franceses querría oponerse al actual presidente frente al 18% que desearía hacerlo a Le Pen.