Elecciones en Francia: Macron, ante la hora de la verdad, con Le Pen pisándole los talones


Francia vota este domingo en la primera ronda de los comicios presidenciales
La guerra de Rusia en Ucrania ha marcado una campaña electoral atípica
Los sondeos vaticinan un duelo final entre el mandatario y la ultraderechista Le Pen
Antes de convertirse en el presidente más joven de Francia, hace cinco años, Emmanuel Macron aseguró que el país necesitaba un jefe de Estado "Jupiteriano"; una referencia mitológica al "dios de los dioses" para evocar a un líder fuerte, protector, al mando... frente a la "normalidad" de su antecesor, François Hollande. Un mandato después, los franceses tienen ahora la palabra sobre el resultado de su gestión. El país vota este domingo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Y él aspira a la reelección.
Es la hora de la verdad para Macron, que parte como favorito entre 12 candidatos. Según las encuestas, la ultraderechista Marine Le Pen (que ha aumentado en intención de voto en los últimos días) le pisa los talones y se enfrentaría a él en una segunda ronda.
Consciente de que dar por hecho su triunfo puede desinflarle en el último momento, el presidente francés llamaba a la movilización de su electorado el pasado fin de semana (en su único mitin de campaña): "No os creáis los sondeos que dicen que es imposible (la victoria de Le Pen), que la elección ya está decidida y que todo irá bien". A esa inquietud se suma el temor a una alta abstención por la apatía ante los comicios.
Elecciones en tiempos de guerra
Ha sido una campaña electoral extraña, eclipsada por la guerra de Rusia en Ucrania, a las puertas de la Unión Europea, que ha dejado en segundo plano la política nacional. Unos comicios en tiempos de conflicto que han realzado el hiperliderazgo del europeísta Macron. Tras el inicio de al guerra, se disparó en las encuestas el apoyo al mandatario (que trató de mediar en varias conversaciones con el presidente ruso).

Macron se presenta como bastión frente a la extrema derecha encarnada en Marine Le Pen y Eric Zemmour y ante los antiguos guiños de estos aspirantes a la Rusia de Vladimir Putin.
Desafíos y piedras en el zapato
El presidente quiere completar el plan de reformas económicas que quedó en el aire con la pandemia del coronavirus. Su programa incluye el aumento de la edad de jubilación a los 65 años (actualmente está en los 62); o la obligación para quienes reciben una renta mínima de dedicar "entre 15 y 20 horas semanales a una actividad que permita la reinserción en la vida laboral, mediante la formación o el empleo parcial". También, el endurecimiento de las políticas de asilo, el incremento del gasto militar o la apuesta para reactivar la energía nuclear y la implantación gradual de energía solar y eólica para alcanzar la neutralidad de las emisiones de carbono prevista para 2050.
La pandemia del coronavirus, como en el resto del mundo, ha marcado los dos últimos años del mandato del Macron. "Estamos en guerra", proclamó al anunciar las duras restricciones contra la covid en marzo de 2020.
Antes, tuvo que lidiar con un malestar social reflejado en las manifestaciones de los chalecos amarillos (que estallaron en 2018). La mecha la prendió el aumento del precio del combustible, pero la protesta se transformó en un movimiento más amplio que amplificó las críticas contra los privilegios de las élites. Y alimentó la imagen de Macron como un mandatario desconectado de la realidad, un "presidente de los ricos".
En la recta final de su campaña, ha sido el escándalo por el "caso McKinsey" (en referencia a la consultora estadounidense) el que le ha provocado quebraderos de cabeza. Sus rivales le recriminan un excesivo uso del Estado de consultoras internas.

En estos comicios -que coinciden con la presidencia semestral francesa de la UE- Macron tiene también entre sus rivales al izquierdista Jean-Luc Mélenchon y a la conservadora Valérie Pecresse. Muy lejos de los favoritos se encuentra la socialista Anne Hidalgo, la alcaldesa de París; el tradicional Partido Socialista se encuentra en la UCI, con un irrelevante 2% en los sondeos.
Aunque su candidatura a la reelección era un secreto a voces, Macron no la hizo oficial hasta el último momento, el pasado 3 de marzo, cuando estaba a punto de cerrarse el plazo. Lo anunció en una "carta a los franceses" en la que reconocía: "No hemos logrado todo lo que nos propusimos hacer". Y proclamaba: "Soy candidato a inventar con ustedes, frente a los desafíos del siglo, una respuesta única francesa y europea. Soy candidato a defender nuestros valores que son amenazados por las perturbaciones del mundo".