Friedrich Merz camina con paso firme a la presidencia de la CDU de Merkel


Pese a los repetidos aplazamientos del congreso que decidirá la identidad del próximo líder de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel, el político conservador Friedrich Merz se mantiene como principal favorito.
"Quien espera, desespera", dice el dicho. En Alemania, la excepción que confirma esa regla bien pudiera ser Friedrich Merz. Él es principal favorito para hacerse con la presidencia de la CDU, el partido de Angela Merkel que todavía hoy está en manos de Annegret Kramp-Karrenbauer, presidenta saliente de la formación conservadora y frustrada “heredera” de la canciller.
Se supone que las altas instancias de la CDU debían haber renovado el personal de la dirección del partido después de que a Kramp-Karrenbauer le quedara visiblemente grande el cargo de presidenta cuando no pudo impedir que 'sus' diputados conservadores votaran en el parlamento regional de Turingia con los de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en favor de un nuevo presidente en ese Land.
MÁS
El fiasco de Turingia acabó en dimisión de la que se supone iba a “heredar” la Cancillería Federal. Pero Kramp-Karrenbauer sigue en el cargo de presidenta porque sigue sin poder celebrarse el congreso que renueve la dirección del partido.
Save the date: #CDUVorsitz: Die Kandidatenrunde. Montag, 14. Dezember, 19 Uhr auf https://t.co/NU0Y8iHzmy: @ArminLaschet, @_FriedrichMerz und @n_roettgen im Gespräch. Live aus dem Konrad-Adenauer-Haus in Berlin. #CDU-Mitglied? JETZT Fragen einreichen!
— CDU Deutschlands (@CDU) 7 de diciembre de 2020
👉🏼 https://t.co/0I09RybtnW pic.twitter.com/NlrGMaCMaK
El coronavirus es el principal responsable de los sucesivos retrasos de ese decisivo congreso de la CDU. Inicialmente iba a tener lugar en abril. Sin embargo, la primera ola de contagios de COVID-19 obligó a la dirección interina del partido a retrasarlo a diciembre. Luego, la segunda ola de infecciones de coronavirus – peor que la primera – obligaba en octubre a dejar el congreso para el próximo mes de enero.
Merz dejó ver que aquel segundo aplazamiento no era en modo alguno de su agrado. “Hay una parte del establishment Sea como fuere, Merz está obligando a esperar.
En las encuestas, Merz es el favorito para hacerse con la presidencia de la CDU. Sus rivales son Armin Laschet, presidente del Land, y Norbert Röttgen, ex-ministro de Medioambiente de Merkel y hoy diputado del Bundestag que en el momento de presentar su candidatura sorprendió a propios y extraños.
Encuestas a favor de Merz
Hace unos días, un sondeo del instituto Civey publicado por el semanario Der Spiegel señalaba que, entre los simpatizantes de la CDU, hasta un 43% de los encuestados prefería a Merz como líder del partido. Le seguía Röttgen, con un 20%. A Laschet se le atribuía un 13%.
Hasta ahora, se supone que era Laschet quien podía plantar cara a Merz. El presidente de Renania del Norte-Westfalia dirige nada más y nada menos que el estado federado más poblado de Alemania. Cerca de 18 millones de personas viven allí. Es prácticamente un cuarto de la población del país de la canciller Angela Merkel.
En situaciones de crisis, se suele premiar la gestión de los políticos que lidian con esas dificultades. Por eso también Angela Merkel, el vicecanciller Olaf Scholz o el ministro de Sanidad, el también conservador Jens Spahn, gozan actualmente de gran popularidad entre los alemanes pese a la crisis sanitaria y económica que ha provocado el SARS-CoV-2, el virus de la COVID-19.
Laschet, principal rival de Merz, tocado y casi hundido
Laschet, sin embargo, no ha capitalizado en la campaña por la presidencia de la CDU la responsabilidad que supone gestionar el Land más poblado de Alemania.
“No se puede decir que Laschet haya jugado un papel destacado en esta crisis del coronavirus, sino que ha jugado más bien un rol desacertado e inestable”, dice a NIUS Nils Diederich, politólogo y profesor de la Universidad Libre de Berlín.
No en vano, a Laschet lo describieron aquí en su día como “confinador” después de haberse ganado a pulso la etiqueta de “relajador” de las medidas anti-COVID-19. El presidente de Renania del Norte-Westfalia siempre puso el acento en la necesidad de relajar cuanto fuera posible las medidas frente al coronavirus. Pero luego le explotó el rebrote del matadero Tönnies, en su momento uno de los mayores registrados en el continente.
No tener que tomar posiciones políticas con consecuencias reales sobre la vida de millones de personas también puede ser, por tanto, una ventaja. Merz no se ha visto durante la crisis del coronavirus bajo la presión que supone lidiar con escenarios a los que a diario se enfrenta Laschet.
“Esta situación es una ventaja y un inconveniente a la vez. Un inconveniente porque no tengo un papel administrativo y una ventaja porque tengo una mirada más amplia además de algo que no tienen mis competidores [por la presidencia de la CDU, ndlr.], es decir, mi experiencia de vida laboral normal”, afirma Merz, un político que ha pasado los últimos tres lustros como asesor de grandes empresas del sector financiero, inmobiliario y de los seguros.
Sorprendería que no ganara Merz
Para Diederich, el politólogo de la Universidad Libre de Berlín, que Merz no esté en puestos de gestión política “sólo tiene un efecto muy limitado en su candidatura” por el liderazgo de los cristianodemócratas. “Sería una sorpresa que Merz no ganara. Su perfil no ha perdido enteros en la pandemia”, subraya este politólogo.
No puede decirse lo mismo de Laschet, que estos días, además, ha sido acusado de nepotismo. La culpa de estas acusaciones la tiene el que el Land de Renania del Norte-Westfalia pasara un contrato por unos 40 millones de euros con una empresa local para la fabricación de mascarillas.
Al parecer, el hijo de Laschet, que se gana la vida como influencer y que había trabajado para esa firma, facilitó los contactos entre el gobierno regional y la empresa en cuestión. A 'Laschet-padre' se le ha visto muy tocado por las acusaciones de nepotismo, calificadas de “obscenas” por el propio presidente regional y aspirante a presidir la CDU.
En manos de la tecnología para celebrar el congreso decisivo
Merz, sin duda, vive días más tranquilos que Laschet. “No tengo sensación de que el coronavirus afecte mi candidatura”, dice a NIUS Merz en el marco de un encuentro con la Asociación Extranjera de Berlín (VAP).
“A mí me hubiera gustado haber podido celebrar los congresos y eventos en persona. Mis reuniones públicas siempre fueron las más visitadas”, abunda este político de 65 años que se dice preparado para celebrar el próximo congreso de la CDU a través de medios digitales.
A la CDU no le queda otra que ponerse en manos de la tecnología para poder celebrar el congreso, en vista de que la segunda ola de contagios consiste en Alemania en un número elevado y más o menos estable de nuevas infecciones. Según datos de este martes del Instituto Robert Koch (RKI), la agencia federal para la prevención y el control de enfermedades, en las últimas 24 horas el número de nuevos contagios ascendía a 14.054.
El próximo congreso de la CDU, previsto para los próximos 15 y 16 de enero de 2021, será una reunión telemática. En ella se resolverá, por fin, la para algunos eternizada cuestión del liderazgo de la familia conservadora de Alemania.
Raro sería que la respuesta a ese interrogante no significara el acceso de Merz al liderazgo del partido de Merkel.