Los socialdemócratas alemanes diluyen su 'revolución'


Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans decían que iban a acabar con la 'gran coalición' con Merkel pero esa ruptura no parece que vaya a convertirse en realidad, de momento
Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans decían que iban a acabar con la 'gran coalición' llegado el caso. Una semana después, tras el congreso extraordinario organizado este fin de semana por el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en Berlín, no está tan claro que, al menos de momento, vayan a cumplir esa promesa.
Los flamantes líderes del SPD parecen haber rebajado con agua la pócima con la que quieren cambiar el Gobierno que comparten con la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel. En menos de una semana, Esken y Walter-Borjans, elegidos a finales de noviembre al frente del SPD, se han visto obligados a calmar el tono de sus reivindicaciones.
Con ellos al frente, el SPD protagoniza, según los términos del diario Süddeutsche Zeitung, un "nuevo arranque con el freno de mano" puesto. De querer "actualizar" a toda costa una 'gran coalición' considerada una “porquería para la democracia”, según los términos de Esken, el nuevo SPD se conforma ahora con dialogar sobre el contrato de coalición que une a socialdemócratas y conservadores en el Ejecutivo de Merkel.
Inka, una delegada del SPD llegada desde Hamburgo al congreso en Berlín, tiene claro el porqué de este cambio. “Yo ya encontraba muy complicado hacer eso que decían los candidatos ganadores de las primarias: 'si somos presidentes nos iremos de la gran coalición'”, dice Inka a NIUS. “Nuestros nuevos presidentes van ahora a experimentar que es más difícil decir 'no' a la 'gran coalición' cuando uno está en una posición de responsabilidad”, abunda Inka.
No se le escapa a esta militante del SPD, integrante del grupo de 650 delegados del partido reunidos en Berlín, que Esken y Walter-Borjans carecen de experiencia en las altas instancias del partido. Ambos han de aprender las tareas de dirección ocupando la primera línea socialdemócrata.
Estos días atrás se han topado con los muchos sectores del SPD que aún ven con buenos ojos la idea de permanecer en la 'gran coalición'. Para empezar, casi la mitad de la militancia votó en las primarias por Olaf Scholz y Klara Geywitz (45,3%), el dúo derrotado por Esken y Walter-Borjans. Scholz y Geywitz eran los candidatos de la continuidad en el SPD.
No es casualidad que en las nuevas instancias de la dirección del SPD, que cuenta ahora con cinco vicepresidencias, una haya recaído en manos de Geywitz. Ella es de las figuras identificadas con la 'derecha' del SPD. Hubertus Heil, actual ministro de Trabajo y Asuntos Sociales y otro de los interesados en la pervivencia de la 'gran coalición', también forma parte de la dirección socialdemócrata.
Junto a ministros, secretarios de Estado y otros responsables del Ejecutivo del SPD, entre los 152 diputados que tiene el partido en el Bundestag difícilmente puede haber entusiasmados con la idea de acabar con la 'gran coalición'. Que el SPD deje el Gobierno es el mejor atajo para unas nuevas elecciones. Y a este escenario sólo puede temerle el SPD.
La nueva pareja que preside el SPD no gusta a las encuestas
Los últimos sondeos de intención de voto sitúan a los socialdemócratas como cuarta fuerza política. Lo apoyaría únicamente por un 11% del electorado. Ese es el porcentaje que atribuía el instituto demoscópico Forsa en su primer estudio tras el triunfo de Esken y Walter-Borjans al frente del SPD.
Pero ese primer resultado no inquieta al dúo que lidera del SPD. “No es tiempo para mirar los sondeos y hacer algo al respecto”, decía Walter-Borjans nada más terminar el congreso.
Encuestas como esa hablan, en cualquier caso, de “hundimiento” del SPD, no de “revolución” ni de “revuelta” socialdemócrata contra el mainstream político.
Con Esken y Walter-Borjans el ala izquierda del partido puede dominar las altas instancias y la agenda del SPD, pero esta pareja tiene que lidiar al frente de una organización política donde la 'gran coalición' cuenta notorios apoyos. Otro ejemplo son los barones regionales.
Los siete presidentes de los Länder donde gobiernan los socialdemócratas están mayoritariamente a favor de mantener la coalición con la CDU. Estos días de congreso socialdemócrata también defendía en Berlín la labor del SPD en la 'gran coalición' Reiner Hoffmann, presidente de la Federación Alemana de Sindicatos (DGB). “La lista de vuestros éxitos es considerable”, señalaba Hoffmann a los socialdemócratas en su congreso.
Ahora más que nunca suenan con fuerza en el SPD voces como la de Kevin Kühnert, el joven líder de Jusos al que Esken y Walter-Borjans deben en buena medida su actual posición en el SPD. Pero Kühnert, que ha pasado a ser miembro de la dirección del partido, y el resto de izquierdistas del SPD comparten partido con socialdemócratas más centrados.
Hacia un “tiempo nuevo”
Por eso, en Berlín se sacaba pecho, sobre todo, por el renovado contenido político acordado en el congreso. “Hemos tomado decisiones importantes, estamos en el buen camino”, dice a NIUS Eric, delegado del SPD de Baviera.
Alude a las prioridades que se ha dado el partido para luchar, entre otras cosas, por un salario mínimo de 12 euros en lugar de los 9,19 euros actuales, por 450.000 millones de euros en inversiones para los próximos diez años – inicialmente Esken y Walter-Borjans pedían 500.000 millones – y por reforzar la política de medioambiental.
En Berlín, el SPD reivindicaba, además, un nuevo “estado social”, con impuestos para los hogares más acaudalados y con menos miedo al endeudamiento del Estado. “Nos dirigimos hacia un tiempo nuevo”, decía en la tribuna Esken el domingo al término del congreso berlinés.
A Umut, delegado y responsable de Jusos en el Land de Renania Palatinado, le suenan bien esas proclamas. Pero ni él ni nadie puede estar seguro de que el “tiempo nuevo” que proclama el SPD signifique volver a los días en los que cuatro de cada diez alemanes votaba socialdemócrata.
“El SPD es, de nuevo, un partido de masas de izquierdas, ahora tenemos una visión clara, veremos qué pasa a partir de ahora”, concluye Umut en declaraciones a NIUS.