Empieza la campaña para reconstruir Ucrania mientras Rusia reorganiza su ofensiva en Donbás


Rusia nombra como nuevo responsable de operaciones en Ucrania a un general con amplia experiencia en Siria
Polonia anuncia que organizará una conferencia internacional de donantes para reconstruir Ucrania
Boris Johnson realiza una visita sorpresa a Kiev para reunirse con Zelenski
Cada vez son más comunes las escenas de ucranianos que vuelven a sus residencias en localidades como Kiev o Bucha, hogares que dejaron al principio de la guerra y a los que ahora retornan tras la decisión rusa de concentrar sus esfuerzos bélicos en la región fronteriza de Donbás, en el este del país, la que realmente le interesa controlar.
De hecho, en esa región el tránsito va precisamente en dirección contraria, hacia esas ciudades más tranquilas del oeste, y la escena también es la opuesta, la de miles de personas que dejan sus hogares ante el previsible recrudecimiento de los combates (la estación de tren de Kramatorsk atacada este viernes estaba precisamente repleta de esos vecinos temerososla estación de tren de Kramatorskatacada este viernes estaba precisamente repleta de esos vecinos temerosos).
Por tanto, grosso modo, parece que hay dos escenarios bélicos, el de una Ucrania arrasada pero sin presencia rusa, y el de una Ucrania –la de Donbás y en cierta medida la de Odesa y otras ciudades del Mar Negro - que se prepara para una gran ofensiva rusa. Y en torno a esos dos escenarios se van conociendo noticias de los diferentes actores implicados en la contienda.

Por la parte occidental, y sin que la guerra haya terminado, la Unión Europea está pensando ya en la reconstrucción de Ucrania. Polonia de hecho se ha ofrecido para acoger una conferencia internacional de donantes, y una primera campaña internacional (‘En pie por Ucrania’, auspiciada por la UE) ha recaudado ya más 9.100 millones de euros para apoyar a los desplazados.
Junto a ello, la UE se ha puesto en contacto con el Tribunal Penal Internacional para coordinar la investigación de los cada vez más numerosos crímenes de guerra y columbrar las hipotéticas responsabilidades penales de los dirigentes rusos. La ONU cifra en 1.700 los civiles muertos hasta el momento y Ucrania en 15.000 los desaparecidos en la contienda.
Todo ello mientras se multiplican las visitas de líderes occidentales al presidente Zelenski, algo impensable hace tan solo una semana. Si este viernes fueron los mandatarios europeos Von der Leyen y Borrell los que pisaron suelo ucraniano, este sábado han ido hasta Kiev el canciller austríaco Karl Nehammer y –en una visita no anunciada- el primer ministro británico. Boris Johson ha prometido a Zelenski, entre otras cosas, el envío de 120 blindados.

Por el lado ruso, ha trascendido que Moscú ha reorganizado su cúpula militar después de los errores de estrategia en estas primeras semanas de guerra, y ha colocado a su frente a un hombre con mucha experiencia en Siria, el general Alexander Dvornikov. Según la BBC, que cita a funcionario occidental, su misión será “mejorar el comando y control de la operación”.
Eso envía una señal clara a Occidente, y es que Rusia no va a cometer en el Donbás los mismos errores que en el resto del país. Según la BBC, durante su mando en siria, la aviación rusa realizó más de 9.000 incursiones contra rebeldes y grupos yihadistas, claves para el Ejército sirio en su recuperación del territorio. Con su participación fue posible liberar alrededor de 400 asentamientos, incluido el sitio histórico de Palmira.