La guerra de Ucrania dispara la demanda de búnkeres nucleares en el Reino Unido


Charles Hardman, director de una empresa especializada, cuenta a NIUS que se han doblado las consultas en la última semana
La construcción de un refugio puede costar entre 300.000 y 1 millón de euros, dependiendo del número de personas que lo ocupen
Puede seguir en NIUS la última hora del ataque de Rusia a Ucrania
La amenaza nuclear de Putin ha provocado que se dispare en el Reino Unido la demanda de búnkeres nucleares. Son varias las empresas que lo han certificado. Una de ellas es ‘Subterranean Spaces’, constructora de subterráneos, especializada en búnkers, que ha visto como se duplicaban las peticiones. “Desde la entrada de Rusia sobre Ucrania que el teléfono no ha dejado de sonar y las consultas son constantes”, explica a NIUS Charles Hardman, el fundador y director de la compañía. Ha recibido veinticinco llamadas, de todas de partes de Inglaterra y también de fuera, de Francia y otros países.
La construcción de un búnker puede llevar un mínimo de cuatro meses y requiere de los mismos permisos que requeriría una extensión de una casa, el llamado, explica Hardman. Construyen todo tipo de búnkers y subterráneos pero, cuenta, los refugios nucleares tienen una complejidad especial, de ahí los altos costes. Deben perforar más hondo que un subterráneo y debe tener una capa superior, en el techo, de un metro mínimo de grosor de hormigón y con una fuerte estructura de acero para frenar cualquier impacto de una bomba.
También requiere de una estructura fuerte por debajo para contener la capa freática, que es la primera capa de agua del subsuelo que se encuentra al realizar la perforación cuyo nivel varía según la estación del año. Y tienen puertas herméticas, generadores de energía, sistemas de aire integrados que puedan extraer aire a través de filtros químicos, biológicos y nucleares especializados, espacio de almacenamiento para agua embotellada, alimentos enlatados y otras provisiones de larga duración, así como baños, lavabos y drenaje. “En un búnker bien equipado, una familia puede estar escondida hasta seis meses sin tener que salir al exterior”, explica.

El coste de la construcción de un búnker nuclear empieza a partir de 250.000 libras (300.000 euros) y fácilmente puede alcanzar los 900.000 libras (un millón de euros), dependiendo el número de personas que lo vayan a habitar. Dice que se trata de gente que quiere vivir bajo tierra en un entorno confortable durante un largo periodo de tiempo. “No puedes hacerlo con un presupuesto de 50.000 libras. Simplemente no se puede hacer”, dice.
“Esta mañana me ha llamado una mujer que estaba desesperada y lloraba porque solo tenía 100.000 (libras) para construir un búnker —cuenta—. La he intentado calmar, pero estaba muy nerviosa. Me encantaría ayudarla, pero perdería dinero (…) Hay mucha gente allá a fuera que está muy preocupada”.
Suecia, a la cabeza
Hardman lleva trabajando en la construcción desde los años 70. En 1997 creó ‘Subterranean Spaces’, un negocio que amplió a los refugios nucleares a partir del año 2018. Lo que le abrió los ojos fue un folleto que el Gobierno sueco entregó por correo a cada uno de sus ciudadanos con la ubicación de los refugios antibombas y consejos para las necesidades básicas de supervivencia en caso de guerra. Era la respuesta del Gobierno sueco a una serie de incursiones de Rusia en el espacio aéreo y marítimo sueco.
Más tarde, Hardman leyó en la prensa que dos cazas rusos habían entrado en el espacio aéreo británico, una noticia que pasó bastante desapercibida. Luego se produjo el envenenamiento con gas nervioso Novichok de Serguéi Skripal, un espía doble ruso envenenado por los servicios secretos militares rusos en suelo británico. Fue un ataque a pequeña escala, pero ¿qué pasaría si fuera a gran escala? “No olvidemos que también una guerra química —dice Hardman— y por esto es muy importante que los filtros aire [de los búnkeres] limpien el aire de partículas químicas, para poder respirar en su interior”.

A partir de entonces incluyó en su portafolio los refugios antiaéreos y búnkeres. En Reino Unido hay muy pocos búnkeres. La mayoría datan de la Segunda Guerra Mundial y se encuentran en la zona de la costera del sur de Inglaterra, que era por donde podían entrar los alemanes, a través del Canal de la Mancha. En Londres solo hay dos refugios colectivos. Ninguno de los refugios que hay en el país están preparados para un ataque nuclear. “Reino Unido y la mayor parte de Europa están un poco dormidos y no están preparados si se produce un ataque nuclear. En este sentido, Suecia está arriba del todo”, reflexiona.
“Te llega información de Corea del Norte, de China, de Rusia, y es preocupante si tienes una familia y niños porque quieres que sigan disfrutando el resto de su vida. Para mí la gente ha empezado a planteárselo, y con ataque de Rusia a Ucrania, como padre, definitivamente si me lo pudiera permitir me construiría un refugio bajo tierra”. Y cuenta que quiere construir un refugio nuclear para su familia en los próximos años.