Hamburgo: un bastión de la izquierda que vota con un ataque racista y el caos de Turingia de fondo

La ciudad-estado del norte alemán acude a las urnas este domingo en una cita de la que se espera salgan vencedores socialdemócratas y ecologistas.
Hamburgo acude este domingo a las urnas en un ambiente de shock por el ataque que se está investigando como “supuesto ataque terrorista” de extrema derecha perpetrado en Hanau (oeste germano) y con una escena política en la que aún colean los efectos del caos político desatado en Turingia (este).
Las elecciones de la metrópolis del norte alemán, la segunda urbe más poblada del país, constituyen la gran cita electoral del año en Alemania. Para socialdemócratas y ecologistas, la llamada votar llega en buen momento.
Desde 2011 la ciudad está en manos de un alcalde del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) apoyado por Los Verdes. El actual alcalde es Peter Tschentscher, quien tomó el relevo hace dos años de Olaf Scholz. Éste dejó a Tschentscher las riendas de la ciudad-estado para poder ocuparse del ministerio de Hacienda en el gobierno de 'gran coalición' que dirige la canciller Angela Merkel.
Visto está en los sondeos que ambos han sabido mantener el estatus de la ciudad como bastión del centro-izquierda alemán. En pocos lugares tan importantes – por no decir ninguno – puede contar el SPD con previsiones electorales tan halagüeñas como las que han hecho las encuestas de cara al domingo. A los socialdemócratas, los últimos sondeos les atribuyen la victoria. Lograrían entre un 34% y un 38% de los votos.
Si las elecciones no fueran en esa ciudad, sino a nivel nacional, el SPD registraría el peor resultado de su historia. Los socialdemócratas están hundidos en los sondeos de intención de voto sobre unas eventuales elecciones generales. Las encuestas les atribuyen entre un 13% y 15% de los votos. Pero Hamburgo es un caso aparte.
“El SPD siempre ha sido muy fuerte en Hamburgo, siempre logró buenos resultados. Pero la situación de la ciudad no es comparable con la del país en general. Siendo un territorio urbano, la estructura del electorado no es como la del resto del país”, explica a NIUS Kamil Marcinkiewicz, politólogo e investigador de la Universidad de Hamburgo.
El SPD, el “controlador de grandes ciudades”
Pese a la caída del partido en las encuestas a nivel nacional, los socialdemócratas mantienen relevancia por su capacidad de representación en las ciudades germanas. En 26 de las 40 grandes ciudades de Alemania hay un alcalde o alcaldesa socialdemócrata.
Entre ellas se incluyen las otras dos ciudades-estado germanas, la capital Berlín y Bremen, además de, entre otras, Múnich, Fráncfort, Düsseldorf o Dortmund. No en vano el semanario Die Zeit se ha referido recientemente al SPD como el “controlador de las grandes ciudades”.
En Hamburgo, “el SPD presenta con Peter Tschentscher el primer alcalde que podría ser elegido con mayoría absoluta en una votación directa”, dice a NIUS Anton Reiter, responsable de estudios de opinión del instituto INSA. Ese buen resultado, sin embargo, no serían del todo buenas noticias para los nuevos jefes del partido socialdemócrata, los izquierdistas Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans.
El SPD de Hamburgo forma parte, de hecho, del sector más centrista del partido. Allí apoyaron al candidato Olaf Scholz en la carrera por la presidencia del SPD en la que se impusieron por sorpresa Esken y Walter-Borjans a finales del año pasado. No es casualidad que los líderes del SPD no se hayan dejado ver por Hamburgo en la campaña, una carrera que quedó suspendida el jueves tras el ataque de Hanau.
“El SPD integra en Hamburgo sectores del electorado del centro-izquierda y del centro-derecha, es un sector del partido más conservador que los dirigentes actuales del SPD. Aquí atrae incluso a gente que en unas elecciones generales votaría a la conservadora Unión Cristiano Demócrata (CDU)”, apunta Marcinkiewicz.
El centro-derecha espera malos resultados
Para la CDU, en plena crisis tras el anuncio del abandono de Annegret Kramp-Karrenbauer, su presidenta y considerada 'heredera' de Merkel, la votación en Hamburgo llega en mal momento. A conservadores y liberales del FDP, les constará mantener el tipo después de que en el Parlamento regional de Turingia votaran a favor de un candidato a presidente junto a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).
“En las encuestas que hace la Universidad de Hamburgo vemos una tendencia favorable al SPD, y esto puede deberse a lo ocurrido en Turingia (este germano). Los electores quieren posiciones claras, no quieren experimentos. La votación de Turingia puede favorecer al SPD y hacer sufrir a la CDU y al FDP”, comenta Marcinkiewicz.
Por su parte, Reiter, el analista de INSA sostiene que “lo ocurrido en Turingia recuerda a los ciudadanos cuán importante son los comportamientos políticos estables. Esto es algo que favorece a los partidos en el Gobierno”.
En las encuestas sobre la cita del domingo, a la CDU se le ha llegado a atribuir un 12% de la intención de voto. Ese resultado es incluso peor que el mal rendimiento de las últimas elecciones de la ciudad portuaria, organizadas en 2015. En aquella ocasión, los conservadores lograron un 15,9% de los votos.
Bonanza de Los Verdes
El FDP, por su parte, luchará por superar el corte del 5%. Antes de Turingia, los liberales podían soñar con estar por encima del 10%. Pero tras votar con la CDU y AfD en Turingia por Thomas Kemmerich como presidente regional hay sondeos que incluso ven al FDP fuera del parlamento de la ciudad-estado. AfD se encuentra en una situación parecida.
Frente a las malas previsiones del centro-derecha, Los Verdes tienen razones para pasar una buena velada electoral el domingo. Su lideresa en Hamburgo y vice-alcaldesa de la ciudad, Katharina Fegebank, también es responsable de que el 60% de los hamburgueses se digan en las encuestas “satisfechos” o “muy satisfechos” con los gestores de la metrópolis portuaria.
Los sondeos prevén que Los Verdes experimenten una importante subida el domingo. Hay encuestas que ven a los ecologistas multiplicando casi por tres su resultado de 2015, cuando consiguieron un 12,5%. La bonanza de los socios de gobierno de Tschentscher les hace incluso aspirar a superar a los socialdemócratas. Esa es, de hecho, la única contingencia que genera verdadero suspense en Hamburgo este fin de semana.