Hungría se desmarca y compra la vacuna rusa


La Agencia Europea del Medicamento no le ha dado su visto bueno
Nueva bronca entre Bruselas y Budapest. El Gobierno húngaro del ultranacionalista Viktor Orban decidió importar la vacuna rusa, la ‘Sputnik V Covid-19’, contra la opinión de Bruselas. Un portavoz europeo dijo el jueves que su primera pregunta es “saber por qué un Estado miembro querría administrar a sus ciudadanos una vacuna que no ha sido aprobada por la Agencia Europea del Medicamento”.
El portavoz no lo dijo, pero poner en el mercado o administrar un medicamento o vacuna sin esa aprobación es contrario a la normativa europea porque es el regulador europeo el que aprueba el uso de los medicamentos en toda la Unión Europea.
El Gobierno húngaro no esperó a que la Agencia Europea del Medicamento revisara y aprobara la vacuna rusa –a la que no ha tenido acceso- y este viernes ya salió un primer vuelo desde Moscú a Budapest con virales de la vacuna. Los mayores envíos se esperan para enero y Hungría pretende fabricarla en sus laboratorios a partir de una licencia rusa.
Bruselas cree también que el uso de la vacuna rusa sin autorización europea puede generar más preocupaciones sobre su seguridad entre los ciudadanos cuando en la cumbre de este jueves se alertó expresamente sobre esos sentimientos y se pidió a los gobiernos que se movilizaran contra las campañas de desinformación.
Hungría quiere producir la vacuna rusa
El Gobierno húngaro es el europeo con mejores relaciones con el presidente ruso Vladimir Putin, presidente del país al que más frecuentemente la Comisión Europea acusa de difundir informaciones falsas. Las autoridades húngaras aseguran que antes de usar la vacuna harán sus propios ensayos y que su intención es producirla en casa, según contó en un video publicado en ‘Facebook’ su ministro de Asuntos Exteriores Péter Szijjártó.
El portavoz de la Comisión Europea también dijo: “El proceso de autorización y la confianza en la vacuna están relacionados. Si nuestros ciudadanos empiezan a preguntarse por la seguridad de la vacuna o si esta no ha pasado por un riguroso proceso científico que revise su seguridad y eficacia, será mucho más difícil vacunar a una proporción suficiente de la población”.
Efectiva al 92%
Bruselas considera que las campañas de desinformación y la percepción de que las vacunas pasan revisiones débiles están provocando que se dude de su eficacia y de su seguridad. Las autoridades rusas dicen que su vacuna es efectiva en un 92% de los casos y que no ha detectado problemas de seguridad. Esa tasa de efectividad es similar a las anunciadas por grandes farmacéuticas como Pfizer o Moderna.
Moscú cree que desde Bruselas se politiza todo y que las vacunas deberían estar fuera del debate político y que cada país debería poder elegir cómo protege a sus ciudadanos. Pero la pertenencia de Hungría a la Unión Europea hace que esté legalmente obligada a esperar a que la Agencia Europea del Medicamento revise y apruebe la vacuna rusa antes de poder administrarla o venderla.
Rusia asegura que ha compartido datos de su vacuna con la Agencia Europea del Medicamento. La Agencia lo niega. La Comisión Europea tiene contratos o precontratos para comprar casi 2.000 millones de dosis de vacunas que repartirá a los Estados miembros en función de su población.