Comienza en Italia el mayor juicio contra la mafia desde los ochenta


Comienza el mayor juicio desde el 'maxiproceso', que sentó en el banquillo a la cúpula de la Cosa Nostra
La 'Ndrangueta es la mafia más poderosa de Europa por su control del tráfico de drogas
El 10 de febrero de 1986 el Estado italiano consiguió abrir juicio contra casi medio millar de imputados. Lo llamaron el ‘maxiproceso’ y fue la primera vez que la mafia tuvo que rendir cuentas ante la Justicia. Antes las acusaciones afectaban a simples pistoleros, pero a partir de entonces los jueces empezaron a combatir la organización mafiosa como una gran estructura. Entre la acusación estaban los magistrados Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, mientras que la lista de investigados la encabezaban grandes capos como Totò Rina o Bernardo Provenzano. Nunca hasta ahora se ha celebrado un juicio de ese calibre, pero este miércoles Italia revivirá esa sensación de asestar un golpe a su mayor organización delictiva.
En esta ocasión los acusados pertenecen a la ‘Ndrangueta, a la que los expertos consideran la mafia más poderosa de Europa. En el banquillo se sentarán 355 imputados, mientras que otros 88 han elegido un procedimiento abreviado, por lo que su caso se abrirá el próximo 27 de enero. Sólo el ‘maxiproceso’ había tenido unas dimensiones tan colosales. Y ahora, como entonces, las vistas se celebrarán en una gran sala construida para la ocasión.
En los ochenta la mafia siciliana desfiló por lo que se conoció como el aula-búnker de Palermo, mientras que esta vez las dependencias se han levantado en una zona industrial de la ciudad calabresa de Lamezia Terme. La ‘Ndrangueta tiene sus raíces en Calabria, al sur de Italia, pero en las últimas décadas sus conexiones se han vuelto planetarias. El fiscal que instruye el caso, Nicola Gratteri, la gran estrella judicial italiana del momento, afirma que la organización factura unos 50.000 millones de euros cada año. “Actualmente la ‘Ndrangueta es la mafia más peligrosa, la más presente en todos los continentes y la más rica, ya que tiene casi el monopolio de la importación de cocaína en Europa”, explica el juez.
La persecución de la Cosa Nostra siciliana le costó la vida a Falcone y Borsellino. En los ochenta los clanes ya habían entrado en una doble guerra, interna y con el Estado, que se agravó a consecuencia de las condenas a sus protagonistas. El choque contra la mafia provocó cientos de muertos, pero la Cosa Nostra quedó descabezada y su poder se fue diluyendo. En paralelo, la ‘Ndrangueta, más concentrada en los negocios que en el silbido de las balas, fue expandiendo sus tentáculos. Desde la infiltración en grandes conglomerados empresariales europeos hasta los negocios con los cárteles de la droga sudamericanos.
El mundo intermedio de la mafia
Entre más de 400 acusados en este juicio sólo hay un gran nombre, el de Luigi Mancuso, jefe de un clan que controla la provincia calabresa de Vibo Valentina. Pasó casi 20 años en prisión y la actual investigación se abrió precisamente cuando fue excarcelado, en 2012, y se dispuso a retomar los negocios. Un apellido con pedigrí siempre da prestigio a un gran juicio, aunque lo más relevante para los jueces es la presencia de una nutrida representación de lo que llaman en la jerga como el “mundo de en medio”. Es decir, todos aquellos que permiten que la mafia sea una organización criminal y no un cúmulo de simples delincuentes.
Este miércoles se sentarán en el banquillo distintos empresarios, abogados -acusados de pertenecer a la ‘Ndrangheta-, expertos fiscales, un ex alcalde de la zona y un político que fue diputado por el partido de Silvio Berlusconi. Se les acusa de una larga lista de delitos como pertenencia a asociación mafiosa, homicidio, extorsión, tenencia ilícita de armas, tráfico de estupefacientes o corrupción.
El escritor y experto en mafia Antonio Nicasio, que lleva años colaborando con el fiscal Gratteri, opina que el juicio será “un banco de pruebas también a nivel legislativo, ya que el régimen de cárcel más estricto para los mafiosos requiere que haya delitos de sangre y la ‘Ndrangueta no es una mafia que se caracterice por disparar”. Se pedirán las máximas penas para los hombres que componen ese mundo intermedio que sirven de base en el entramado mafioso, por lo que el proceso incluso podría suponer cambios en el sistema legislativo italiano, ya implacable contra la mafia.
La ‘Ndrangheta no es una organización jerárquica como la Cosa Nostra, sino que sus capos actúan en una red horizontal que hace más difícil su disolución. Acabar con ella sería tan difícil como intentar eliminar una metástasis que se ha extendido por todo el organismo. Su compleja red y un número muy reducido de arrepentidos la ha convertido casi en inexpugnable. Pero también antes del ‘maxiproceso’ la mafia siciliana parecía intocable.