Johnson y Corbyn, enzarzados por la fecha electoral en Reino Unido

El primer ministro británico busca a la desesperada ir a las urnas el 15 de octubre
Johnson quiere elecciones antes del Consejo Europeo del 17 de octubre
El Reino Unido sigue sumido en el caos. Parecía imposible que las situación política fuera susceptible de empeorar y puede. A la suspensión técnica del Parlamento, el próximo lunes, se le unen las cuatro derrotas consecutivas del primer ministro británico, Boris Johnson, en Westminster, la expulsión de 21 de sus diputados conservadores del Partido Conservador, la dimisión del hermano de Johnson y la más que previsible ratificación por la Cámara de los Lores, este viernes, de la legislación que impide un Brexit sin acuerdo.
¿Y ahora qué?
En este contexto Johnson y Jeremy Corbyn, líder de los laboristas, están definiendo sus estrategias en el corto plazo. El primer ministro está empeñado en convocar elecciones, para el próximo 14 o 15 de octubre, horas antes de la reunión del último Consejo Europeo que tiene que decidir sobre el Brexit.
En la estrategia del primer ministro, que tan solo lleva seis semanas en el cargo tras la dimisión de Theresa May, están de acuerdo los conservadores y también los lideres escoceses no independentistas. Johnson estaría buscando, en un momento de máxima popularidad, verse reforzado en una contienda electoral y tener las manos libres para una última negociación, en caso de que Bruselas acepte incrementar el plazo para la salida de los británicos.
Corbyn and his friends in Parliament don’t trust you to make this decision - but I do. Let’s put it to the people: more delay with Corbyn’s #SurrenderBill, or Brexit delivered on October 31st 🇬🇧 pic.twitter.com/q8tIwDMkcH
— Boris Johnson (@BorisJohnson) September 5, 2019
Corbyn y los laboristas no se fían
Los laboristas están divididos. Quieren elecciones, hace meses que las piden, pero no se fían de que Johnson cumpla la legislación aprobada esta semana de no salir de Europa sin acuerdo, es decir, evitar un Brexit duro a toda costa.
En la estrategia de Corbyn se calcula la ratificación de la ley para impedir a toda costa la no negociación, y también, las posibilidades de perder ahora unas elecciones. Para los laboristas, la mejor idea sería convocar unas elecciones parado el 31 de octubre que supusieran una especie de “referéndum abierto”, es decir “ si votáis laboristas nos tomaremos el tiempo necesario para salir de la UE o incluso no hacerlo”.
El país divido
El Reino Unido vive una situación sin precedentes. La división al 50% de las sociedades es extraordinaria. Ya sea por las políticas económicas o sociales, el hecho es que nunca antes vimos tanta polarización que lleve a parálisis políticas. El Reino Unido sin parlamento es asombroso, como también lo es seis meses con gobierno en España tras once meses de gobierno interino surgido de una moción de censura que, a su vez, era resultado de un gobierno con exigua minoría.
Y cómo sorprendente es la llegada al poder de líderes “out of the box” como Donald Trump, Bolsonaro o Salvini y populistas de extrema izquierda en los países más desarrollados del mundo y con un nivel de vida nunca visto antes.
Bruselas no sabe, no contesta
Por su parte en Europa, los lideres de los 27 y la comisión negociadora está expectante. Todos decidieron por unanimidad que el 31 de octubre era la fecha límite del Brexit tras varias prórrogas en la negociación. Tres largos años han pasado desde el referéndum británico y la negociación se encalló cuando a Theresa May el Parlamento le tiró abajo todos sus acuerdos.
Si hay una nueva prórroga deberá ser ratificada por los 27 previsiblemente los días 16 y 17 de octubre, pero dentro de la UE tampoco está clara esa unanimidad. Hay algunos países, como Polonia y Hungría, que están por la labor de acabar con esta situación que, les beneficiaría en el Parlamento Europeo ya que la salida de los europarlamentarios ingleses implica la entrada de más representantes de otros países.
Hay que recordar que, en pleno Brexit, el Reino Unido participó en las últimas elecciones a la Eurocámara del pasado mes de mayo.