‘Kill the Bill’, las violentas protestas que sacuden las calles británicas


Se manifiestan contra la propuesta de ley que se está debatiendo en el parlamento de Londres que da más poderes a la policía y limita el derecho a manifestarse
Esta ley permite a la policía ilegalizar protestas estáticas, imponer horarios a las concentraciones y suspenderlas por exceso de ruido e imponer multas de 2.900 euros
La irritación de las protestas refleja el malestar por el poder que está acumulando la policía tras las críticas por su actuación en la vigilia por la muerte de Sarah Everard
Se han expandido por toda Inglaterra. Las llamadas protestas “Kill the Bill” (matar la ley), que son un juego de palabras con el título de la película de Tarantino ‘Kill Bill’, empezaron en Bristol el pasado 22 de marzo para protestar contra la ley que se está debatiendo en el Parlamento y que incrementa los poderes de la policía y limita el derecho a manifestarse. Y ya se han expandido por todo el territorio desde Southampton y Brighton, en el sur, hasta Liverpool y Newcastle, en el norte. Este último fin de semana fueron detenidas más de cien personas en Londres en una concentración delante del parlamento. Las protestas estuvieron lideradas por el exlíder laborista y ahora diputado independiente, Jeremy Corbyn, que mantiene intacto su afán activista a los 71 años.
“Defended el derecho a protestar, defended el derecho a que vuestra voz sea escuchada”, arengó Corbyn a los miles de personas congregadas que se oponían a la propuesta de ley que se está debatiendo en el parlamento. Se trata de una mastodóntica pieza legislativa de 307 páginas sobre "policía, delitos, sentencias y tribunales" que otorgará a la policía y a la ministra de Interior mayores poderes para reprimir las protestas. Las protestas de Bristol terminaron en disturbios y en una violencia callejera que refleja el malestar de un sector de la población que considera que la policía está acumulando demasiado poder en un momento en el que se está cuestionando su credibilidad por sus recientes actuaciones.
Esta ley está diseñada para poder evitar protestas similares las de los activistas contra el cambio climático Extinction Rebellion en Londres en abril de 2019 cuando ocuparon Oxford Circus y la estación de Waterloo durante quince días. Según explica Cressida Dick, la jefa de la policía, en la introducción del borrador de ley, ésta les permitirá actuar ante situaciones como aquella ya que la actual legislación, que data de 1986, ha quedado obsoleta y no les permitía disolver a los activistas acampados. Aquellas ocupaciones masivas de carreteras y puentes de Extinction Rebellion llevaron al límite los recursos policiales.
Huge 'Kill the Bill' crowds in Bristol again today. Amazing scenes. 🔥pic.twitter.com/iMvEgWpJYv
— The Churchill Project (@WinstonCProject) April 3, 2021
El fin de las protestas estáticas
Esta ley prohíbe manifestaciones estáticas como aquellas, da poderes a la policía para fijar horarios a las manifestaciones, permite disolver las que interprete que sean demasiado ruidosas y desautorizar las concentraciones alrededor del parlamento. La de este fin de semana liderada por Corbyn en la plaza del parlamento, por ejemplo, no se podría haber celebrado de haber estado vigente esta nueva ley. Prohíbe también las protestas que no hayan sido comunicadas con antelación y libera a la policía de la obligación de tener que anunciar personalmente a los organizadores si pueden o no seguir con la movilización. Sería suficiente con hacer pública su respuesta. En la actualidad, los manifestantes pueden alegar que no sabían que no se podían reunir.
'Kill the Bill' out in force in Manchester. Massive numbers. Great scenes. 🔥pic.twitter.com/Zbqe1XUCPd
— The Churchill Project (@WinstonCProject) April 3, 2021
Además, se multará a cualquier persona que esté en una concentración no autorizada o que no acate las órdenes de los cuerpos de seguridad con multas de 2.900 euros. Convierte en delito con penas de hasta 10 años de prisión el ataque a estatuas públicas como el derribo de monumentos de esclavistas durante las protestas contra el racismo de Black Lives Matter la primavera pasada. La ley también incrementa las penas por los delitos más graves y posterga el permiso de la condicional paar evitar que repita el ataque terrorista en el puente de Londres de diciembre de 2019 en manos de un preso con pulsera de seguimiento. Y da más poder a la policía para seguir a sospechosos de terrorismo y monitorizar sus móviles y sus cuentas en internet.
El gobierno afirma que las nuevas medidas “defienden el derecho a la protesta pacífica al tiempo que otorgan a la policía los poderes necesarios para evitar que las protestas perturbadoras infrinjan de manera desproporcionada los derechos y libertades de los demás”. La ley otorgará a la ministra de Interior, Priti Patel, poderes para crear leyes que definan “perturbación grave”. Esto permitiría a la policía intervenir en las manifestaciones que la ministra considere “perturbadoras”.
Fabulous : Massive respect & solidarity
— Jerry Hicks (@JerryHicksUnite) April 2, 2021
Leeds Kill The Bill protest #Leeds #KillTheBill #PoliceCrackdownBillpic.twitter.com/q5gkD0PF9I
Asalto a los derechos individuales
La primera fase de la propuesta de ley fue aprobada en el parlamento el 16 de marzo por 359 votos a favor y 263 en contra haciendo valer Johnson la mayoría absoluta que ostenta en la Cámara de los Comunes. Laboristas y liberaldemócratas votaron en contra. Consideran que reduce las libertades individuales y el derecho de manifestación. También Amnistía Internacional ha iniciado una recogida de firmas para evitar que se apruebe esta ley que considera que asalta las libertades individuales. Los opositores dicen que esta ley no habría permitido a las 'suffragettes' salir a la calle en 1918 y conseguir que las mujeres votaran por primera vez.
La propuesta de ley está siendo analizada en la cámara baja, pendiente de la adhesión de enmiendas y debe someterse todavía a una nueva votación antes de ser transferida a la cámara alta. La primera votación se produjo unos días después del secuestro y asesinato de Sarah Everard en las calles de Clapham, en el sur de Londres, y de la violenta reacción de la policía para dispersar la vigilia en memoria de la joven. Las manifestantes pedían mayor protección para las mujeres en las calles. Aquellas protestas de mujeres se convirtieron en un clamor contra la policía y se pidió la cabeza de la jefa de Scotland Yard.
Tanto el primer ministro como la ministra de Interior reclamaron una investigación sobre la actuación policial en la vigilia de Sarah Everard porque las imágenes mostraban que se había excedido en la violencia. La jefa de la policía no dimitió. Unos días después, el primer ministro anunció una serie de medidas para proteger a las mujeres en las calles que incluyen más alumbrado, cámaras de videovigilancia y patrullas nocturnas antivioladores. Y casi paralelamente el parlamento votaba a favor de la ley policial. Esto provocó las protestas en Bristol que desembocaron en disturbios con la policía y que se han expandido por todo el país. De alguna manera, son una extensión de las protestas de la plataforma feminista ‘Reclaim the Streets’, la organizadora las marchas por Sarah Everard. Y se han unido también los grupos Extinction Rebellion y Black Lives Matters. “Quiero una sociedad donde sea seguro caminar por las calles, donde puedas hablar, puedas manifestarte y no tengas que pedir permiso a la policía o a la ministra de Interior para hacerlo”, soflamó Corbyn ante la multitud en la plaza del Parlamento.