Luz verde de Biden y Merkel al criticado gasoducto Nord Stream 2


La canciller y el presidente estadounidense alcanzan un acuerdo para finalizar el gasoducto ruso que preocupa especialmente a Ucrania y Polonia, países que desconfían de ese proyecto energético, al que consideran amenazante.
Dicen que la canciller Angela Merkel no es ninguna “fan” del Nord Stream 2, un gasoducto de casi 2.400 kilómetros que traerá directamente gas a Alemania desde Rusia. Pero eso no quiere decir que Merkel quiera frenar el proyecto.
Como su propio nombre indica, dicha infraestructura es otra versión del Nord Stream, un gasoducto de idénticas características abierto en 2011. El Nord Stream 2, según ha defendido siempre Merkel, es un proyecto puramente económico. Pero no lo será tanto si, para poder finalizarlo – el gasoducto está pendiente de que se termine su último tramo en el mar Báltico –, ha hecho falta que la canciller se ponga de acuerdo con el presidente estadounidense Joe Biden.
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Ambos se reunían la semana pasada en Washington. El miércoles de esta semana, sus países presentaban un comunicado conjunto en el que mostraban su “apoyo a Ucrania, la seguridad energética europea y sus objetivos climáticos comunes”. El documento mostraba el compromiso de alemanes y estadounidenses de “asegurar que Rusia no abusará de ningún gasoducto, incluido el Nord Stream 2, para lograr fines políticos agresivos usando la energía como arma”.
El texto también da cuenta de que, con Biden en la Casa Blanca, corren otros tiempos en la relación entre Estados Unidos y Alemania.
A cuenta del Nord Stream 2, Alemania ha pasado de temer las sanciones de Donald Trump, ha recibir, sino la bendición de Biden, el que el presidente de Estados Unidos ceda pese a la oposición que existe en su país contra el citado proyecto. La oposición al Nord Stream 2 es uno de los pocos temas en los que están unidos buena parte de los políticos republicanos y demócratas.
Sin cláusula frente al uso geopolítico de Rusia
Biden ha cedido, incluso, a la hora de aceptar que no se añadiera en el acuerdo germano-estadounidense de esta semana una cláusula que permitiera la suspensión del tránsito de gas por el nuevo gasoducto en caso de una eventual agresión de Rusia a sus países vecinos o a los aliados occidentales de Estados Unidos, según ha informado el diario The Wall Street Journal. Este periódico estadounidense fue de los primeros en dar cuenta del acuerdo entre Biden y Merkel sobre el Nord Stream 2.
Lo que sí incluye el compromiso alcanzado es lo que tanto en Berlín como Washington presentan como “garantías” a Ucrania. Este país del este europeo recibe en concepto de tránsito de gas ruso por infraestructuras que atraviesan su territorio unos 2.000 millones de euros. Esto es así en virtud de un acuerdo con Rusia que termina en 2024 y que, según el nuevo compromiso germano-estadounidense, Alemania y Estados Unidos se ocuparán de renovar llegado el momento.
A ambos lados del Océano Atlántico entienden que, más allá de esa fecha, Ucrania ha de seguir siendo un “país de tránsito” de gas ruso. Además, Estados Unidos y Alemania se han comprometido a crear un “Fondo Verde para Ucrania” dotado de 1.000 millones de dólares (unos 850.000 millones de euros).
Alemania 'paga' por poder terminar el Nord Stream 2
Alemania pondrá 175 millones de dólares (casi 150 millones de euros) para ese fondo, destinado a apoyar la transición energética de Ucrania, además de implicarse en nuevos proyectos energéticos bilaterales y en la creación de un “Paquete de Resiliencia para Ucrania” destinado a “apoyar la seguridad energética de Ucrania”.
Todo esto significará un considerable desembolso de fondos germanos, valorados en no menos de 245 millones de dólares (cerca de 210 millones de euros). Así, no es casualidad que el diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung titulara sobre esta voluntad de gasto para terminar el Nord Stream 2 como: “Alemania compra su libertad”.
Deutschland steht vor einer Einigung mit Amerika zu Nord Stream 2. Die Ukraine soll Geld und Erdgaslieferungen bekommen. Davon sollten deutsche Verbraucher profitieren. Es berichten @amihm und @jan_hauser. https://t.co/TxFp0Or44m
— FAZ Wirtschaft (@FAZ_Wirtschaft) 21 de julio de 2021
En Berlín, el periódico progresista Die Tageszeitung veía en su portada del jueves la “terminación del proyecto de vida de Gerhard Schröder”. Con ese político y ex canciller socialdemócrata, que ahora trabaja para Gazprom – empresa rusa que lidera el Nord Stream 2 –, pudo construirse el primero de estos gasoductos, en diciembre de 2005. Schröder, uno de los influyentes valedores de Putin en Alemania, ha sido de los destacados defensores del Nord Stream 2. Este proyecto también se hizo con la implicación decisiva de otro socialdemócrata, Sigmar Gabriel, ex-vicecanciller y ex-ministro de Asuntos Exteriores de Merkel.
Continúan las críticas de Ucrania y Polonia
El nuevo gasoducto, sin embargo, genera una notable preocupación a muchos niveles, también en Bruselas y otras capitales europeas. Ahora bien, el Nord Stream 2 inquieta especialmente en Ucrania y Polonia, los dos países que más se han opuesto a una infraestructura energética que en Varsovia y Kiev hay motivos para ver como una “herramienta geopolítica de Putin”.
Así, fuentes cercanas al presidente ucraniano, Volodimir Zelenksi, citadas esta semana por el diario británico Financial Times, aseguraban que el acuerdo entre Alemania y Estados Unidos tendrá un “efecto muy perjudicial para las relaciones” entre Kiev y Washington.
Este jueves, los ministros de Asuntos Exteriores de Ucrania y Polonia, Dmytro Kuleba y Zbigniew Rau, respectivamente, emitían otro comunicado conjunto en el que consideraban insuficiente lo acordado por los dirigentes alemanes y estadounidenses.
“Hasta ahora, las propuestas para cubrir la falta de seguridad no pueden considerarse suficientemente eficaces para limitar las amenazas creadas por el Nord Stream 2”, se lee en dicho texto. “Llamamos a Estados Unidos y a Alemania a tratar adecuadamente la seguridad en nuestra región para que Rusia no sea el único beneficiario”, abundaba el comunicado conjunto.
Merkel: "un buen avance"
No está claro que Merkel y Biden oigan este llamamiento. Por lo que apuntan los observadores de la Casa Blanca, el presidente estadounidense ha decidido dar luz verde al Nord Stream 2, por mucho que le incomode, dado que necesita a Alemania en su “coalición de democracias” en la lucha contra el auge geopolítico de China, según recordaba en su editorial de esta semana Daniel Brössler, periodista del diario germano Süddeutsche Zeitung.
Biden a Europa en @NiusDiario: “Estados Unidos ha vuelto”. https://t.co/OPdKEc3Dfc.
— Salvador Martínez Mas (@SmmEnBerlin) 19 de febrero de 2021
Está por ver, por otro lado, si el acuerdo entre Washington y Berlín llega a buen puerto, pues aún ha de ser confirmado por el Congreso de Estados Unidos. Merkel, por su parte, lo ha bendecido. Este jueves, en su última y tradicional rueda de prensa estival en Berlín ante la asociación de periodistas de la Bundespressekonferenz, la canciller calificó el acuerdo de “un buen avance”.
Lo es, sobre todo, para Gazprom y las empresas occidentales que participan en el Nord Stream 2. A saber, las energéticas Uniper y Wintershall Dea (ambas de Alemania), Engie (Francia), OMV (Austria), Shell (Reino Unido).