Macron reactiva la reforma de las pensiones en Francia


El presidente francés recupera un dossier políticamente tóxico a siete meses de las presidenciales pero deja aparcados los aspectos más polémicos
Los franceses irán a las urnas en abril para renovar el mandato del presidente Emmanuel Macron o elegir un nuevo jefe de Estado. Los grandes medios franceses habían pasado el verano haciendo balance del curso político y adelantando las agendas y prioridades de Macron y todos daban por muerta y enterrada la promesa hecha en 2017 de reformar el complejo sistema de pensiones francés. Pero Macron no cede. El Elíseo, según publicó este fin de semana el diario económico ‘Les Echos’ y confirmó a NIUS una fuente comunitaria –Francia adelantó a la Comisión Europea que abrirá ese dossier- quiere lanzar este otoño al menos parte de la prometida reforma de las pensiones. Macron quiere cumplir una de sus grandes promesas antes de ir a las urnas. Sindicatos y patronal creen que no es el momento y preferirían esperar a después de que los franceses pasaran por las urnas.
El diario económico, tirando de fuentes de Matignon (la sede del primer ministro francés) asegura que el Gobierno de Jean Castex, por orden del presidente Macron, adelantó esta pasada semana a la patronal y a los principales sindicatos que volverá a plantear en las próximas semanas o meses, pero siempre antes de Navidad, al menos una parte de la prometida reforma de las pensiones. Incluiría una zanahoria (establecer por ley que ninguna pensión puede ser inferior a 1.000 euros al mes) y el principal palo: acabar con los regímenes de pensiones especiales.
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Acabar con los regímenes de pensiones "especiales"
Macron cree que tiene buenas noticias este otoño y que tiene capital político suficiente para abrir un dossier que es políticamente tóxico y que sus antecesores no se atrevieron a tocar. El presidente considera que la economía va como un tiro –Bruselas estima que Francia cerrará el año creciendo por encima del 5%, cerca de España-, que la creación de empleo es potente y que la campaña de vacunación, que arrastró los pies hasta junio, ahora va viento en popa. Macron prometió en julio que no pondría en marcha la reforma de las pensiones –ni ninguna otra de calado- hasta que la pandemia estuviera controlada y la recuperación económica en marcha. ¿Lo están? El Elíseo parece que así lo piensa.
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— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) 12 de julio de 2021
Durante aquel discurso de julio, Macron dijo que aunque no lanzaría la reforma hasta que la vacunación y la recuperación económica estuvieran en marcha, sí encargaba ya al primer ministro Castex que empezara a negociar con los sindicatos y la patronal. Geofrroy Roux de Bézieux, presidente de la MEDEF (equivalente francés a la CEOE española) decía ya en junio que prefería esperar a después de las elecciones presidenciales.
Macron apuesta al menos a eliminar los 42 regímenes especiales de pensiones que subsisten hoy en Francia. Los sindicatos franceses rechazan la idea pero el Gobierno considera, leyendo los sondeos, que una mayoría de franceses están de acuerdo en avanzar por ese camino y que la capacidad de movilización de las centrales sindicales puede haber disminuido tras la pandemia. Tampoco la patronal ve con buenos ojos la idea del presidente de no lanzar la reforma al completo. Creen que así terminarán por aprobarse algunos apartados, lejos de la profunda reforma que la patronal querría.
Los macronistas no se aclaran. La presidenta del grupo parlamentario del partido presidencial, LRM, Aurore Bergé, dijo al diario ‘Le Monde’ que hay que lanzar la reforma a pesar de lo que digan sindicatos y patronal: “Nunca es el momento de reformar las pensiones. Si no tenemos la valentía de hacerlo ahora, al menos en parte, los franceses podrían pensar que no se hará nunca”.
La misma pieza de ‘Le Monde’ cuenta cómo en el seno del Gobierno francés, incluso a nivel de ministros, se cree que “no hay que reformar por reformar” y que “los franceses necesitan respirar”. Esa misma fuente teme que la calle se caliente y Macron “sea asociado al desorden”.
Macron puede arriesgar pero deja para un futuro sin fecha los aspectos más polémicos de su propuesta original de reforma de las pensiones. Ya no se habla de retrasar la edad de jubilación ni los períodos mínimos de cotización para cobrar la pensión completa.