La mayoría de los gobiernos europeos votaría por Biden


Sólo tres de los 27 gobiernos del bloque apoyan la reelección de Donald Trump
Las instituciones de la Unión Europea y los gobiernos europeos llevan meses con las relaciones con Estados Unidos al mínimo posible, casi congeladas. Hoy esperan que del recuento electoral salga una patada a Donald Trump, el presidente estadounidense que peores relaciones ha tenido con los europeos prácticamente desde que nació Estados Unidos.
Trump ha sido tóxico para Europa. Las dos principales economías del planeta (si contamos a UE como un conjunto su PBI es mayor que el estadounidense y que el chino) se fueron enfrascando desde la llegada de Trump en una cada vez más complicada guerra comercial. Trump amenazó con sacar a su país de la OTAN, paraguas de la seguridad europea y llegó a llamar a los gobiernos europeos “delincuentes” por no gastar más en Defensa.
Estados Unidos, en los últimos cuatro años y sólo por nombrar las principales fricciones, abandonó el Acuerdo del Clima de París, apoyó la primera salida de un Estado miembro de la UE con el Brexit y rompió el acuerdo nuclear que los europeos veían como la forma exitosa de frenar las tentaciones nucleares del régimen de Teherán sin provocar una guerra que hubiera desestabilizado todo Oriente Medio.
Trump ha dicho en ocasiones que la Unión Europea se fundó para “aprovecharse” de Estados Unidos y ha intentado siempre negociar de forma bilateral con los europeos, uno por uno y no a través de la UE, para que las relaciones no fueran de igual a igual sino de superior a inferior. Los europeos han sabido resistir, defendiendo los acuerdos como el del clima, buscando alternativas al acuerdo nuclear con Irán y tomando represalias comerciales cada vez que Estados Unidos ponía nuevos aranceles.
Trump ha ido apoyando más o menos abiertamente a todos los ultraderechistas europeos. El Partido Republicano estadounidense invitó a una delegación diputados y eurodiputados a seguir, desde el 30 de octubre hasta mañana miércoles, las elecciones estadounidenses. Todos los integrantes de esa delegación son de partidos ultraderechistas: el francés Jordan Bardella, el estonio Jaak Madison, el danés Peter Kofod Poulsen y los austríacos Georg Mayer y Harald Vilimsky.
24 por Biden, 3 por Trump
24 de los 27 gobiernos de la Unión Europea aplaudirían con ganas la victoria del candidato demócrata Joe Biden. La OTAN, según fuentes de su cuartel general en Bruselas, ya prepara, si la situación epidemiológica lo permite, una cumbre extraordinaria para recibir a Biden en marzo, posiblemente coincidiendo con la cumbre de la Unión Europea de finales de ese mes.
Sólo tres gobiernos europeos prefieren una victoria de Donald Trump: el húngaro, el polaco y el esloveno. Los tres que tienen ahora mismo ejecutivos que podríamos considerar “iliberales”: respectivamente el del nacionalista Viktor Orban, el del ultraconservador Andrej Duda y el del populista Janez Jansa.
Orban ya dijo que espera la victoria de Trump “porque conocemos bien la política exterior y el imperialismo de las administraciones demócratas”. La deriva iliberal de Orban en Hungría siempre tuvo respuesta en la diplomacia estadounidense durante los años de Barack Obama pero con Donald Trump Estados Unidos guarda silencio ante un primer ministro que arrasó con los medios de comunicación críticos, forzó el exilio de la principal universidad privada del país y ahora avanza contra los jueces.
Polonia vive una situación similar. La Casa Blanca de Barack Obama había sido clara contra la deriva polaca, que tiene contras las cuerdas la independencia judicial y ahora empieza a atacar a los medios de comunicación que no le siguen la corriente. El gobierno ultraconservador polaco se ha puesto siempre del lado de Trump y sus únicos roces se centran en la relación con Rusia, que para Varsovia deben ser lo más distantes y duras posibles.
El caso esloveno es distinto pues su apuesta por Trump parece nueva y una decisión personal de su populista primer ministro Janez Jansa. Hace dos semanas Jansa escribió en su cuenta de Twitter: “Respeto la difícil y trágica vida personal de Joe Biden y algunos de sus logros políticos de hace años. Pero hoy, si es elegido, sería uno de los presidentes más débiles de la historia cuando un mundo libre necesita un Estados Unidos más fuerte que nunca. ¡Vamos, a ganar, Donald Trump!”.
Biden arrasaría si votaran los europeos
Biden arrasaría en las urnas si su elección dependiera de los ciudadanos europeos. Un sondeo pan-europeo de IPSOS, excluyendo a los indecisos, asegura que sólo en Polonia, con un sondeo que da 50% a Trump y 50% a Biden, habría dudas. El otro país que se acerca un poco a Polonia sería Hungría. Los húngaros votarían 59% a Biden y 41% a Trump. Salvo esas dos excepciones el apoyo a Biden sobre Trump es abrumador: 88% en Suecia, 86% en Bélgica, Irlanda y Alemania, 85% en Finlandia y Países Bajos, 83% en Francia, España y Grecia, 77 en Italia y Letonia.