Las dos muchachas detrás del movimiento de denuncia global de la “cultura de violaciones” en las escuelas


Las veinteañeras Sara Sama, en Reino Unido, y Meadow Walker, la hija del actor Paul Walker, en Estados Unidos, son las creadoras de la web ‘Everyone's Invited’
Más de diez mil niñas están denunciando todo tipo de abusos sexuales, de microagresiones y misoginia en los colegios, muchas de ellas ignoradas o silenciadas por las escuelas
La policía británica ha iniciado una profunda investigación, horrorizada por la gravedad de las denuncias que afectan a centenares de instituciones públicas y privadas
“Cuando tenía 14 años unos chicos mayores me invitaron a una pequeña fiesta, jugamos a un juego de beber y me animaban a beber, estaba tan borracha que me tumbé en un sofá y me desmayé, cuando recuperé la conciencia me encontré con el pene de alguien en mi boca”. Este es uno de los miles de testimonios de muchachas adolescentes que han denunciado abusos sexuales o acoso en la escuela de forma anónima en la web ‘Everyone's Invited’. En este caso, el testimonio corresponde a una chica de la Universidad de Leeds, en el norte de Inglaterra. Desde que se creó la web hace seis meses ya han denunciado abusos más de diez mil personas en la web.
Estos testimonios han destapado que existe una profunda “cultura de violaciones” en las escuelas del país. La alarma se ha disparado entre los padres. La policía británica ha iniciado una macroinvestigación y cree que estos testimonios son solo la punta del iceberg. La web fue creada por una joven de 22 años inglesa que reside en París con su abuela y que se llama Sara Sama y por la esdounidense Meadow Walker, la hija del fallecido actor Paul Walker, el actor de ‘Fast & Furious’, que también tiene 22 años. Sara se encargó de la plataforma en Reino Unido y Meadow en Estados Unidos. La fundaron después de tener una conversación con amigos durante el confinamiento y compartir sus experiencias el verano pasado. La web pretendía ser un espacio de delación de esta cultura de abusos sexuales en las escuelas y un espacio donde cualquier persona pudiera escribir su experiencia y su trauma. Y se ha convertido en un movimiento global.
En apenas una semana tras su creación habían recibido y compartido más de 300 historias anónimas de misoginia, acoso, abuso y agresión, y los cientos se convirtieron en miles, principalmente eran niñas, pero también había niños. Los testimonios incluyen historias desgarradoras de niñas de hasta 11 años de edad que se ven obligadas a compartir imágenes explícitas de desnudos o de sexo que luego comparten para avergonzarlas a través de plataformas de internet. También historias de adolescentes que describen cómo fueron drogadas y violadas en fiestas.
La policía está horrorizada
Se han recopilado incidentes que involucran a niños de centenares de escuelas por todo el país, la mayoría privadas, escuelas elitistas como las de Harrow o Eton, donde estudiaron el primer ministro Boris Johnson y el príncipe William, pero también de escuelas públicas. Muchas de Hasta cien instituciones han sido nombradas. La policía británica ha dicho que ha recibido más de 10.000 testimonios de alumnos que son considerados como delitos sexuales y los están investigando. Hay también alegaciones de encubrimiento por parte de colegios, institutos e incluso universidades para proteger su reputación. Las denuncias se multiplican. La policía está horrorizada. El escándalo crece por momentos, y ya se habla de una “cultura de violaciones” enquistada en todo el sistema educativo británico.
Una chica confesaba en ‘Everyone's Invited’ un abuso durante un viaje con la escuela cuando tenía 14 años y que sucedió en el interior del autocar. “Un chico del asiento de enfrente lo reclinó hacia atrás y acarició mis piernas, metiendo sus dedos en los rasgones de mis tejanos, tocando accidentalmente mi entrepierna y mis pechos. Se lo contamos a la maestra y dijo que hablaría con el chico, pero el chico dijo que era gay y que no lo había disfrutado y no pasó nada. Desde entonces que no me he vuelto a poner esos tejanos”, confesó.
Sara Soma explicó sus propias malas experiencias en su etapa escolar en una entrevista con el diario ‘The Times’. “Durante las vacaciones, en los círculos sociales en los que crecí en Londres, durante mi adolescencia, el sexo tenía una presencia muy palpable. El comportamiento repugnante era trivializado. Podría ser coerción sexual, violación, abucheos, acoso sexual, extracción del condón sin consentimiento, abuso a través de imágenes pornográficas de venganza, culpar a la víctima. El abuso sexual no solo existía sino que prosperaba. Estaba muy extendido”, explicó.
El sentimiento de culpa
Sama fue educada en una escuela católica privada exclusiva en Hampstead, en el norte de Londres, antes de ingresar en el exclusivo internado solo chicas de Wycombe Abbey y licenciarse en Inglés en el University College of London el año pasado. Contó su desagradable experiencia de groserías, comentarios sexuales y microagresiones padecidos por ser de procedencia china. Explicó que lo habló con su abuela y ésta le contó que esto siempre había pasado y que la diferencia era que estos comportamientos se han trasladado de los pubs a los chats de internet.
Habló del sentimiento de culpa que tienen muchas chicas que han sido abusadas a edades tan tempranas, como le sucedió a ella. “Son tan jóvenes que realmente no entienden, y gran parte del trauma se reprime y se retrasa hasta unos años más tarde. A los 16 me sentía insegura y solo quería encajar, no podía gritar todo lo que me estaba pasando o alejarme. Pensé que era parte del precio por ir a fiestas y conocer chicos. Pero el trauma es duradero. Los niños disponen de archivos de desnudos en Google Drive que han compartido entre varias escuelas y que ahora son famosos”.
“Nos afecta a todos, este no es un movimiento exclusivamente femenino —añadió—. Todos están invitados a este diálogo: niños, niñas, no binarios, padres, maestros, generaciones mayores y generaciones más jóvenes. Todos debemos asumir la responsabilidad de una cultura que está tan extendida y trabajar juntos activamente para desmantelarla y erradicarla”. Su campaña se ha vuelto global, con ella promoviéndola en el Reino Unido y Meadow Walker en los Estados Unidos. Meadow Walker, que utilizó su popularidad y su cuenta de Instagram con 2,5 millones de seguidores para dar apoyo a chicos y chicas que han sufrido abusos en escuelas y universidades. Las denuncias se incrementaron a principios de marzo tras el secuestro y asesinato de Sarah Everard y las multitudinarias protestas posteriores de mujeres reclamando una mayor seguridad en las calles.