Neues Deutschland: el diario que fue órgano del comunismo alemán ya no es negocio


Ese diario, una cabecera histórica, podría desaparecer en cuestión de meses
Depende económicamente del partido izquierdista Die Linke, que 'se olvidó' durante años de su gestión pese a costarle dinero
A simple vista, del diario Neues Deutschland podría decirse que ha hecho lo más difícil. Pese a ser el periódico oficial de la dictadura comunista que gobernó con mano de hierro el este alemán durante cuatro décadas, ese periódico se vende hoy como cualquier otra cabecera en quioscos, estancos y grandes superficiales alemanas.
Obviamente, caído el muro y el régimen de la República Democrática de Alemania (RDA), el Neues Deutschland cuenta con una distribución que está a años luz de ser el periódico más distribuido en el país de la canciller Angela Merkel.
El Neues Deutschland, como órgano del Comité Central del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED, por sus siglas alemanas), fue el diario con mayor circulación de la RDA. En los 'buenos' tiempos de la RDA, llegaban a circular al día un millón de ejemplares del Neues Deutschland. Lo llamaban el “Pravda alemán”, tomando el título del influyente diario de la extinta Unión Soviética.
Con la caída del comunismo, el Neues Deutschland se mantuvo como propiedad del partido que hoy es la formación izquierdista Die Linke, en la que se ha institucionalizado el poscomunismo teutón. Desde la redacción del diario fundado en 1946, en la zona alemana bajo ocupación soviética, dicen a NIUS que “hace ya mucho tiempo que, ideológicamente, el periódico se hizo independiente del partido”.
Sin embargo, esa independencia sólo es “ideológica”. El Neues Deutschland es una empresa deficitaria. Desde la llegada de la democracia y el libre mercado, el periódico no ha parado de perder lectores. Unos 18.500 ejemplares se venden a diario en la actualidad. Cuenta con unos 10.000 abonados.
Con el tiempo, su redacción ha menguado hasta quedarse en un centenar de personas. Éstas temen ahora más que nunca por sus puestos de trabajo. Porque la dirección del periódico ya ha comunicado que la empresa editora del periódico, Neues Deutschland Druckerei und Verlag GmbH, se disolverá cuando termine este año.
Haidy Damm, periodista de la plantilla del Neues Deutschland, explica a NIUS que ese anuncio deja al periódico unos 300 días para convertir la empresa en una cooperativa bajo la cual esta cabecera histórica podría seguir publicándose. “Hay preocupación en la plantilla”, reconoce esta periodista.
Hasta ahora el partido paga las deudas
“Hay conversaciones para reestructurar la editorial y el diario”, decía hace unos días el tesorero del partido Die Linke, Halrad Wolf, en unas declaraciones recogidas por toda la crónica mediática alemana. La opinión de Wolf no es baladí. El 50% de la empresa editora del Neues Deutschland pertenece todavía a Die Linke.
Este partido poscomunista, que el pasado fin de semana elegía a una nueva dupla al frente del partido, Susanne Hennig-Wellsow y Janine Wissler, parece haberse cansado de tener que sacar año tras año de los déficits en los que se sumerge el periódico ejercicio tras ejercicio. Las perdidas anuales se estiman entre los 250.000 y los 300.000 euros, según indican a NIUS desde Ver.di, el principal sindicato del sector de los servicios en Alemania.
En realidad, da la impresión de que en Die Linke dieron por perdido al periódico desde hace tiempo. “El partido, con su participación en el periódico, no tenía que ocuparse del negocio, pero lo cierto es que nunca ha buscado actuar de un modo empresarial. Sus dirigentes han estado pasivos y no han dirigido el negocio”, explica a NIUS Jörg Reichel, sindicalista de Ver.di.
Beim #linkebpt forderten Mitarbeiter*innen von @ndaktuell vom Mitgesellschafter Linkspartei Mitsprache, Transparenz und faire Startchancen beim Projekt nd-Genossenschaft. #ndbleibt https://t.co/BYTylChhBR
— nd.Aktuell (@ndaktuell) February 27, 2021
A su entender, los dirigentes de Die Linke “han preferido pagar los déficits a ocuparse del periódico”. Eso, entre otras cosas, explica que el responsable del diario haya acabado siendo Matthias Schindler, un empresario salido del sector inmobiliario que en tiempos del comunismo fue trabajador del Ministerio para la Seguridad del Estado, la temida Stasi.
Esquizofrenia entre redacción y Die Linke
Schindler no ha sido capaz de imprimir al diario una clara dirección empresarial. De hecho, se considera que el último periodista con verdadero carácter que lideró el proyecto fue Tom Strohschneider, quien dejó la redacción hace ya cuatro años.
Sin él, ni ningún periodista que dé una dirección al proyecto, la relación entre el Neues Deutschland y Die Linke ha virado a la “esquizofrenia”, según analizaba en el Süddeutsche Zeitung la periodista Viktoria Spinrad.
“Por un lado hay una redacción joven y muy femenina que sólo conoce a la RDA por los libros de historia y que escribe sobre temas como las cuotas femeninas y la transfobia”, y, “por otro lado, están los cuadros del partido que todavía echan un ojo a periódico y que se preguntan si ahí se escribirá alguna palabra crítica sobre Die Linke”, según Spinrad.
Con una herencia de lectores que dejó la RDA que se acaba por motivos naturales e incapacidad para que despegue el negocio en la era digital, el Neues Deutschland tiene que lidiar, además, con una feroz competencia. Una lista no exhaustiva de algunos medios que se pueden reivindicar de izquierdas o centro-izquierda permite pensar que el mercado de los periódicos progresistas puede acusar exceso de oferta.
Sin noticias de la nueva dirección del partido
Con sus matices, pero en la línea izquierdista de Neues Deutschland, diario que en su cabecera todavía se reivindica como “socialista” - no confundir con socialdemócrata -, están el Junge Welt, Die Tageszeitung y semanarios como Junge World, Der Freitag o Konkret. Más al centro se encuentran las líneas editoriales de los también progresistas Der Tagesspigel, Berliner Zeitung o Süddeutsche Zeitung, entre otros.
“Detrás de todos esos diarios hay decenas de miles de lectores. La cantidad de publico sigue siendo importante aunque se esté reduciendo. Yo no creo que haya demasiados periódicos en la izquierda. Lo que ha pasado es que con Internet, y la prensa gratuita, el uso que se da a los medios ha cambiado”, según Reichel, el sindicalista de Ver.di.
Del mismo modo parecen pensar en la redacción del Neues Deutschland. Sin embargo, allí todo pasa ahora por que Die Linke dé un empujón financiero al proyecto de cooperativa en que el diario debería transformarse.
Damm, la periodista que accede a hablar con NIUS, no parece muy convencida de que la nueva dirección del partido poscomunista, con Hennig-Wellsow y Wissler al frente, vaya a apoyar un periódico que últimamente sólo ha sido del partido cuando había que pagar las deudas.
“De la nueva dirección del partido no hemos escuchado nada, y tememos que no se esté siendo transparente de cara a los empleados”, concluye Damm.