La ONU constata "evidencias crecientes" de crímenes de guerra rusos en Ucrania

Insta a los soldados rusos y ucranianos a que respeten el derecho internacional
Los observadores internacionales también han documentado el uso de armas con efectos indiscriminados
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La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas ha constado que existen "evidencias crecientes" de crímenes de guerra en Ucrania por parte de las fuerzas rusas, y ha instado a tanto a Moscú como a Kiev a ordenar a los combatientes que respeten el derecho internacional.
“Las fuerzas armadas rusas han bombardeado indiscriminadamente zonas pobladas, matando a civiles y destruyendo hospitales, escuelas y otras infraestructuras civiles, acciones que pueden constituir crímenes de guerra”, declaró la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH), Michelle Bachelet.
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Los observadores de derechos humanos de la ONU en Ucrania también han documentado lo que parece ser el uso de armas con efectos indiscriminados, causando víctimas civiles, principalmente en el este del país. Rusia niega haber atacado a civiles o haber cometido tales crímenes de guerra.
La ONU ha verificado hasta el momento 5.264 víctimas civiles: 2.345 muertos y 2.919 heridos. De ellas, el 92,3% se registraron en el territorio controlado por el Gobierno. Un 7,7% de las víctimas se registraron en las regiones de Donetsk y Luhansk, controladas por las fuerzas armadas rusas y grupos armados afiliados, añadió.

“Sabemos que las cifras reales van a ser mucho más elevadas a medida que salgan a la luz los horrores infligidos en zonas de intensos combates, como Mariúpol”, dijo Bachelet.
“También está saliendo a la luz la magnitud de las ejecuciones sumarias de civiles en zonas anteriormente ocupadas por el ejército ruso. Hay que garantizar la conservación de las pruebas y el tratamiento decente de los restos mortales, así como la ayuda psicológica y de otro tipo para las víctimas y sus familiares”, añadió.
Las matanzas de Bucha y Kramatork
Durante una misión en Bucha el 9 de abril, los responsables de derechos humanos de la ONU documentaron el asesinato ilegal, entre otros mediante ejecución sumaria, de unos 50 civiles, dijo.
El ataque a la estación de tren de Kramatorsk el 8 de abril, que causó la muerte de 60 personas e hirió a otras 111, simboliza la falta de respeto a las leyes internacionales que prohíben acciones militares indiscriminadas de este tipo, indicó la alta comisionada.

El organismo ha recibido más de 300 denuncias de asesinatos de civiles en las regiones de Kiev, Chernígov, Járkov y Sumy, todas ellas bajo el control de las fuerzas armadas rusas a finales de febrero y principios de marzo, añadió.
Efectos colaterales
La ONU observa con preocupación las otras derivadas del conflicto, sus efectos en derechos básicos como la salud, ya que más de un centenar de instalaciones médicas han sido atacadas desde que Rusia lanzó el 24 de febrero su invasión sobre Ucrania.
"Calculamos que al menos 3.000 civiles han muerto porque no podían recibir atención médica o por los efectos de las hostilidades en su salud", ha dicho Bachelet, que ha incluido dentro de este recuento a quienes se han visto obligadas a permanecer en refugios o no han podido abandonar su casa durante semanas.
Asimismo, también habría aumentado la violencia sexual --el Alto Comisionado ha recibido por el momento 75 denuncias, la mayoría correspondientes a la región de Kiev--, mientras que la detención de civiles sería ya una práctica generalizada y afectaría a periodistas, activistas y defensores de Derechos Humanos.
Bachelet ha enfatizado que la sucesión de abusos demuestran que "esta guerra sin sentido debe parar", pero al menos pide que, si siguen los combates, sea con estricto apego al Derecho Internacional, para lo cual las partes deben dar "claras instrucciones" a sus tropas y advertir de que no habrá impunidad.
"Esto implica distinguir entre objetivos civiles y militares. No atacar o matar deliberadamente a civiles. No cometer violencia sexual. Que las personas, también los prisioneros de guerra, no sean torturados", ha repasado la expresidenta chilena.