París, a vista de dron: calles desiertas tras imponer el toque de queda desde las 20 horas

Las luces de la Torre Eiffel siguen brillando y el molino de Moulin Rouge, el icono de la noche parisina, girando, en una ciudad completamente desierta por la pandemia. A vista de dron conteplamos las calles vacías de la capital francesa tras estrenar, este martes, el toque de queda nocturno: desde las 20 horas hasta la 6 de la mañana.

Este toque de queda sustituye al confinamiento parcial vigente desde el pasado 30 de octubre. La medida se revisará el 7 de enero y solo hay una excepción: la noche del 24 de diciembre los franceses podrán circular libremente. Durante el día, los ciudadanos ya no deberán justificar sus salidas del domicilio y podrán desplazarse por todo el territorio sin una razón aparente, aunque durante el toque de queda los movimientos estarán muy restringidos y si no están justificados la multa es de 135 euros.

A finales de octubre, el presidente, Emmanuel Macron, señaló que el objetivo era reducir el número de nuevos casos a 5.000, algo que no se ha alcanzado durante esta primera jornada de desconfinamiento. El país ha registrado 11.532 contagios de coronavirus y 300 fallecidos en las últimas 24 horas, según los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad.

El Gobierno francés ha aplazado, al menos hasta el 7 de enero, la reapertura de cines, teatros, salas de espectáculo y museos, que en principio estaba prevista para el 15 de diciembre. Los bares y restaurantes permanecerán cerrados al menos hasta el 20 de enero.

Todo dependerá de lo que suceda en las fiestas navideñas. El Gobierno teme que no se respeten sus consignas de limitar las reuniones familiares, lo que puede desembocar en una nueva ola, la tercera, que sería más peligrosa porque llegaría antes de que la segunda haya sido superada.