Las posibles rutas de invasión rusa de Ucrania


Rusia deberá decidir si apuesta por una arriesgada guerra a gran escala contra Ucrania
Debería culminar una ofensiva relámpago antes de marzo, según los expertos del CSIS
Rusia supera de largo militarmente a Ucrania, pero factores como el deshielo y la resistencia urbana pueden complicar la victoria
Si Rusia finalmente invade Ucrania, como viene advirtiendo EE.UU. desde hace semanas, el ataque puede convertirse en la mayor operación conjunta de sus fuerzas armadas desde la batalla de Berlín que en 1945 enterró el III Reich de Adolf Hitler.
Rusia ha concentrado más de 100.000 soldados, carros de combate, piezas de artillería, vehículos blindados y misiles a lo largo de la frontera de 2.000 kilómetros con Ucrania. Entre otras armas, 36 lanzaderas con los potentes misiles Iskander, capaces de alcanzar objetivos a 500-700 kilómetros de distancia, según fuentes ucranianas.
Los rusos han trasladado el equipamiento que más tiempo se tarda en trasladar. Faltan otros elementos, como hospitales de campaña y tropas de reserva, indispensables antes de lanzar cualquier ofensiva, pero esos recursos se podrían desplegar en poco tiempo, según analistas de EE.UU. consultados por The New York Times.
El Kremlin niega que esté preparando una invasión. Pero, si finalmente se produce, su magnitud dependerá de los objetivos que se haya marcado el líder ruso Vladimir Putin. Un artículo publicado por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) –muy próximo al establishment de la política exterior de Washington- establece seis escenarios que puede estar manejando el Kremlin y plantea cuáles serían los planes militares más acordes con cada uno de esos objetivos.
Seis posibles escenarios estratégicos de Putin
- Retirar las tropas rusas de la frontera una vez conseguidos sus objetivos políticos y seguir ayudando a los rebeldes prorrusos del este de Ucrania.
- Anexión de las provincias rebeldes. Enviar tropas a las provincias prorrusas y separatistas de Donetsk y Lugansk.
- Invadir el este de Ucrania. Ocupar el este del Ucrania hasta el río Dniéper, donde se concentra la mayor parte de la población prorrusa.
- Invadir el este y el sur. Ocupar Ucrania hasta el río Dniéper y además un corredor que llegue hasta otro territorio prorruso: el autoproclamada república de Transnistria, que se ha separado de Moldavia. Este corredor dejaría a Ucrania sin salida al mar.
- Ocupar sólo el corredor sur. Uniría Rusia con Trasnistria, garantizaría el suministro de agua dulce a Crimea y dejaría a Ucrania sin salida al mar. En este escenario y el anterior, deberían tomar la ciudad portuaria de Odesa.
- Invasión total. Ocupar toda Ucrania.
A partir de la opción tres, Rusia se embarcaría en una guerra a gran escala contra un país vecino al que supera militarmente de largo, pero también sería la primera vez en décadas que los rusos tendrían enfrente a un ejército moderno y bien equipado. Ucrania no es Chechenia ni Siria ni Georgia.

Las tres posibles rutas de invasión
Los analistas del CSIS establece tres rutas de ataque teniendo en cuenta cuál es el despliegue actual de las fuerzas rusas.
La ruta norte. La capital de Ucrania, Kiev, sería el objetivo principal con dos líneas de avance desde Rusia de 250 y 320 kilómetros. Cabe la posibilidad de cercar Kiev si el estado títere de Bielorrusia permite al Kremlin avanzar desde su territorio –van a realizar maniobras conjuntas en estos días.
La ruta central. Avanzaría en tres direcciones. La primera de unos 320 kilómetros pasaría por la ciudad clave de Jarkov, la segunda partiría desde la provincia prorrusa de Donestk y la tercera avanzaría por la costa hasta conectar con la península de Crimea, ocupada por Rusia desde 2014.
La ruta sur. Se lanzaría desde Crimea, conectaría con las tropas que avanzan por su flanco derecho bordeando el mar de Azov y luego avanzaría hacia el oeste hasta llegar a Transnistria.
Excepto la ruta sur, el resto de los ejes de avance discurren en paralelo a líneas del ferrocarril, un requisito logístico imprescindible para el avance del ejército ruso, según el analistas del CSIS.

Secuencia de ataque
Según los analistas del CSIS, las operaciones comenzarían con un ciberataque para inutilizar las comunicaciones, las redes de electricidad y los sistemas de mando y control del ejército ucraniano. Hace unos días Ucrania ya experimentó un ciberataque masivo.
A continuación comenzaría el ataque con aviones y misiles para dejar fuera de combate a las fuerza aérea de Ucrania y sus defensas antiaéreas.
Una vez conseguida la superioridad aérea, comenzaría el avance terrestre, precedido de grupos de operaciones especiales destinados a realizar operaciones de sabotaje contra los sistemas de mando y control ucranianos.
El tiempo apremia: ¿ofensiva en invierno?
Cualquier avance ruso que pretenda llegar al caudaloso río Dniéper que divide en dos el país -subrayan los autores del CSIS- deberá tener en cuenta varios factores que pueden convertir la invasión en una operación lenta y costosa.
Si la invasión se prolonga hasta llegar a marzo, tendrá que enfrentarse a la rasputitsa, la tierra convertida en un mar de barro en el que han sucumbido caballos, soldados y blindados desde Napoleón a la Wehrmacht. Nadie lo sabe mejor que los rusos.
Las ofensivas mecanizadas suelen ralentizarse cuando se enfrentan a la realidad sobre el terreno. Dos de las ofensivas mecanizadas más rápidas de la historia –las divisiones pánzer de Heinz Guderian por Francia en 1940 y los tanques Abrams de EE.UU. por el desierto de Kuwait e Irak en 1991- avanzaron a una media de 30 kilómetros al día.
Alcanzar esa velocidad en Ucrania en invierno, con poco más de ocho horas de luz de día y un frío extremo, puede ser inalcanzable, en especial si enfrente tienen un ejército como el de Ucrania. La capacidad de combate nocturno será clave. La ofensiva en los neblinosos días de invierno también dificulta las operaciones de apoyo aéreo.
Si la invasión empieza en breve, el avance de los blindados podrá aún beneficiarse del suelo duro y helado del invierno. Si se prolonga hasta llegar a marzo, tendrá que enfrentarse al deshielo, la cruel rasputitsa: la tierra convertida en un mar de barro en el que han sucumbido caballos, soldados y blindados desde Napoleón a la Wehrmacht. Nadie lo sabe mejor que los rusos.
El dilema de los núcleos urbanos
En el este de Ucrania predominan los campos de cultivo y los bosques. Un paisaje que favorece de entrada una ofensiva relámpago. Pero llegará un momento en que las fuerzas mecanizadas rusas tendrán que tomar o rodear núcleos urbanos.
Kiev tiene casi 3 millones de habitantes, Jarkov 1,5 millones, Odesa, 1 millón. Si se saben defender, a los rusos les llevará tiempo y un importante coste material y humano tomarlas.
En la primera guerra chechena, los rusos tardaron seis semanas en invierno en hacerse con el control de Grozni, una ciudad de 400.000 habitantes defendida por unos miles de guerrilleros chechenos.
Líneas de suministro de 300 kilómetros
La mejor opción sería, por tanto, rodear las ciudades, pero si Putin quiere que su ejército alcance el río Dniéper (escenarios 3, 4 y 6) necesitará tomar nudos estratégicos como Jarkov. De otra manera, su capacidad logístico se verá mermada, subrayan los analistas del CSIS.
Moscú deberá superar el reto de una ofensiva en profundidad. Necesitará aprovisionar de munición, combustible y alimentos a una fuerza masiva en su avance hacia el oeste de Ucrania. Las líneas de suministro se alargaran día a día. Kiev y el río Dniéper están a unos 300 kilómetros de sus fronteras. Transniestra a más de 800 kilómetros.
“Rusia puede tener problemas para sostener una ofensiva terrestre más allá de las líneas de ferrocarril rusas sin una gran parada logística o una movilización masiva de las reservas”, anotan los expertos del CSIS.
Ayuda de la OTAN
Todo dependerá también de la asistencia en armamento e información militar que Ucrania pueda recibir de EE.UU. y otros países de la OTAN. La Alianza Atlántica no se plantea en ningún caso entrar con sus soldados en Ucrania, pero su ayuda puede ser clave para que los ucranianos ralenticen la ofensiva de Rusia hasta que llegue el deshielo.
Cuanto más dure la ofensiva, peor para la moral interna de los rusos, apuntan los analistas del CSIS. Un tercio de las fuerzas terrestres está compuesto por soldados de reemplazo con un año de mili. Sin contar con las sanciones económicas, la invasión de Ucrania puede convertirse en la decisión militar y política más temeraria de Vladimir Putin.
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