El primer corredor humanitario aéreo llega a Madrid y Barcelona desde Polonia con más de 220 refugiados

El vuelo organizado por la ONG Open Arms despegó este sábado desde Varsovia, donde se encuentran a bordo personas refugiadas de Ucrania
Las personas serán trasladadas a sus espacios de acogida de destino gestionadas por las entidades de recepción
Según la entidad 2,3 millones de personas han huido de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, el pasado jueves 24 de marzo
La ONG Proactiva Open Arms ha organizado "el primer vuelo del nuevo corredor humanitario aéreo" que ha trasladado a más de 220 personas desde Varsovia (Polonia) con destino a Barcelona y Madrid. Desde el inicio de la invasión rusa, 2,3 millones de personas han huido de Ucrania.
El vuelo humanitario a bordo de un Boeing 787-8 Dreamline ha aterrizado la madrugada de este domingo y ha trasladado mayoritariamente a familias, mujeres y niños, que serán reubicados en espacios de acogida en sus ciudades de destino gestionadas por las entidades de recepción.
Gestión de emergencia y complicada
La iniciativa de Open Arms ha contado con la colaboración de Solidarie y otras entidades de acogida de Polonia, Madrid y Barcelona. También, la logística de este vuelo ha sido organizada por el Consulado General de España en Varsovia, la Fundación DKV Integralia, Ergo Hestia (Polonia) y Audax Renewables, así como la coordinación logística de emergencia en la zona metropolitana de Barcelona y la embajada de Ucrania en España.
🔴#ULTIMAHORA #EmergenciaUcrania
— Open Arms (@openarms_fund) 12 de marzo de 2022
Hoy despega desde Varsovia (Polonia) el primer vuelo de un nuevo corredor humanitario con más de 226 personas vulnerables, en su mayoría mujeres y niñxs ucranianxs, organizado por #OpenArms. pic.twitter.com/tvsgDrxnUt
"Ha sido una gestión rápida y de emergencia", ha indicado el director de Open Arms, Óscar Camps, que, a su vez, ha remarcado la dificultad de este viaje: "La gente ha llegado muy cansada, llevan semanas viajando. Además, ha sido duro ver a tantas mujeres que dejan a sus maridos en la guerra".
Un viaje en avión que les ha alejado de los bombardeos y que ha provocado, según ha explicado el Director de Open Arms, un aluvión de aplausos en el momento del aterrizaje. "Estaban felices", ha sentenciado Camps.
A su llegada, Open Arms ha distribuido a los centenares de refugiados en autocares según su destino final. Aunque algunos han seguido su viaje hacia Madrid, la gran mayoría se ha quedado en Cataluña. Algunos de ellos, ya se encuentran descansando en Manresa, Badalona, Guissona o el Prat.
2,3 millones de personas han huido de Ucrania
Con este vuelo, según la entidad, ya son 2,3 millones las personas que han huido de Ucrania desde el inicio de la invasión rusa el pasado jueves 24 de marzo, "en un éxodo de personas que se ha convertido en la mayor emergencia humanitaria en Europa desde la II Guerra Mundial".
Natalia Lisova es una de las refugiadas que ha llegado a España con el vuelo de Open Arms. Ella, junto a sus dos hijos, ya se encuentran en un lugar seguro tras abandonar Kiev "asustada", en palabras de Lisova, tras enterarse que "se estaban usando "bombas mariposa", algo que suponía un riesgo para los niños.
Ahora, esta ucraniana ha pisado sueño español con el objetivo de "descansar y dar una vida estable a sus hijos". Unos pequeños que han llegado a Cataluña "felices".
Refugiados en familias de acogida
Además, cada vez son más los españoles que se convierten en familias de acogida para refugiados ucranianos. Incluso algunos de ellos acogen a sus propios familiares que, hasta ahora, se encontraban en Ucrania. Es el caso de Ludmila, lleva 21 años en España y ahora vuelve a vivir con su hija Veronika y con otros dos chicos ucranianos, Nikita y Kiril, a los que también ha acogido.
"Son muy simpáticos y alegres, pero sufren lo suyo. Me intentan ayudar en todo y son muy agradecidos" explica Ludmila que, al mismo tiempo, señala que estos jóvenes "tienen ganas de volver a su tierra".
En su caso, Juan y Olga han acogido a Valentina, la madre de Olga que ahora, tras llegar a Cataluña, se siente "a salvo".
"Teníamos que traernos sí o sí a Valentina a España. Tiene 74 años y ha venido sola y con lo puesto", explica Juan. Al mismo tiempo, Olga considera que su madre ha sido "muy valiente" al abandonar su país. Ahora, esta familia comienza una nueva vida juntos y lejos de la guerra.