La policía antidisturbios dispara gases lacrimógenos contra los refugiados en la isla de Lesbos

Los migrantes arrojaron piedras como protesta tras cuatro días durmiendo en la calle
La construcción de los nuevos campos ha provocado la resistencia de la población local y de los propios habitantes de Moria
Los primeros refugiados entrarán este sábado en el nuevo albergue temporal y serán sometidos a una prueba rápida de detección de la Covid-19
La Policía de la isla griega de Lesbos respondió este sábado con gases lacrimógenos a las protestas de los refugiados del campo de Moria, que arrojaron piedras para exigir un refugio tras cuatro días durmiendo en calle, según afirmó un fotógrafo de la AFP.
Las imágenes de los medios locales muestran madres llorando huyendo con sus hijos en brazos y niños escapando del humo.
Se trata de la segunda protesta en 24 horas de los refugiados contra su alojamiento en un nuevo campo. Los refugiados reclaman "libertad" y piden salir de la isla, un sentimiento que comparten con la población y las autoridades locales que exigen al Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis el traslado de estas más de 12.000 personas a la parte continental de Grecia.
Instalación de un campo provisional
Mientras tanto, continúan esta mañana a marchas forzadas los trabajos para instalar las carpas que formarán este nuevo campo, situado en el viejo campo de tiro de Kara Tepé, a pocos kilómetros del anterior. Soldados del ejército griego han montado ya un buen número de las tiendas de campaña, facilitadas por ACNUR. Según los medios locales, cada carpa tendrá una capacidad para seis personas.
Por ahora no ha quedado claro la capacidad total que tendrá este nuevo centro, diseñado a modo de albergue temporal, pues el Gobierno mantiene sus planes de erigir uno definitivo que estará cerrado, con salidas controladas de sus residentes.
Tanto esta idea, como la del campo provisional, se ha topado con la resistencia de la población local, pero también de los propios refugiados, que exigen el traslado a la parte continental de Grecia.

Durante todo el viernes, grupos de ciudadanos montaron barricadas en la carretera para impedir el acceso del material necesario para preparar el nuevo campo. Las carpas tuvieron que ser transportadas en helicópteros. Según los medios locales presentes en la zona, los vecinos, con la tolerancia de la Policía, impidieron también el paso a miembros de ONG e incluso a periodistas.
Los primeros refugiados entrarán en el campo este sábado
El ministro de Migración de Grecia, Notis Mitarakis, ha asegurado que los primeros refugiados que se han quedado sin techo tras la destrucción del campo podrán entrar este sábado en la nueva instalación que se está montando en las cercanías.
Todas las personas que vayan entrando en el nuevo campo serán sometidas inmediatamente a una prueba rápida de detección del coronavirus, según señaló Mitarakis en declaraciones a la cadena privada Skai. Las que den positivo serán aisladas en un área de cuarentena ya lista.
En el momento del incendio, en la madrugada del miércoles pasado, había 35 personas a las que se le había detectado COVID-19. Sin embargo, se perdió la pista de la mayoría tras la catástrofe, por lo que no se sabe a cuántas personas pueden haber contagiado.
Mitarakis insistió en que las islas griegas ya no pueden seguir llevando solas la carga de la migración y emplazó a Europa a mostrar su solidaridad.