La rebelión en el Parlamento arruina la estrategia de Boris Johnson sobre el Brexit: ¿qué pasa ahora?

Boris Johnson pierde el control del parlamento británico
El primer ministro amenaza con convocar elecciones anticipadas
Boris Johnson ha sufrido una dura derrota en el Parlamento británico. La Cámara ha arrebatado al Gobierno el control de la agenda parlamentaria, la capacidad para decidir qué se vota cada día en el Parlamento, por 328 votos a favor y 301 en contra. Una victoria para la oposición, liderada por el laborista Jeremy Corbyn y un grupo de conservadores rebeldes.
¿Qué va a suceder ahora?
La derrota no es definitiva para el primer ministro; pero este miércoles la oposición, gracias a su última victoria, le va a imponer una votación que puede ser letal para su estrategia sobre el Brexit. Los 650 diputados votan una ley que, de aprobarse, impediría a Johnson recurrir a su gran amenaza: un Brexit sin acuerdo, previsto para el 31 de octubre. Al contrario, le obligarían a humillarse y solicitar a Bruselas una prórroga hasta el 31 de enero de 2020. Él se niega y amenaza con unas elecciones exprés.
¿Habrá elecciones anticipadas?
Para ello, el gobierno necesita dos tercios de la Cámara, es decir, debe contar con el respaldo de los laboristas. Su líder, Jeremy Corbyn, de momento, se niega a un adelanto electoral. No se fía. Podría aceptar si los comicios se celebran el 14 de octubre, antes de la fecha límite actual del Brexit, pero Johnson podría maniobrar y hacer que la reina retrasase la fecha electoral. La desconfianza es total.
¿Ganaría Boris Johnson las elecciones?
Lo tiene complicado. Las encuestas se decantan a su favor; pero hay un baile de 13 escaños donde los tories podrían perder en sus circunscripciones. Además, el partido conservador llega muy fragmentado. Así ha quedado plasmado en la votación de este martes: 21 diputados tories votaron en contra. Entre ellos, algunos muy respetados que llevan décadas ganando su escaño elección tras elección. Por ejemplo, Ken Clarke, con casi 50 años en Westminster, o varios exministros, como Philip Hammond. Está entre ellos incluiso el nieto de Winston Churchill, Nicholas Soames,con quien tanto le gusta compararse a Johnson. Todos han sido del grupo parlamentario y se les impedirá presentarse a unas hipotéticas elecciones por el partido conservador.
Batalla contra reloj
De momento, el calendario juega a favor de Johnson. Si se aprueba el texto para impedir el Brexit duro, pasaría a la Cámara de los Lores este jueves, donde los partidarios de la ruptura podrían hacer que se pierda tiempo. La norma deberá tener el consentimiento de la reina Isabel II. No se convertiría en ley, como muy pronto, hasta el 9 de septiembre. Pero Johnson ha impuesto unas vacaciones forzadas al Parlamento de cinco semanas: del 10 de septiembre al 14 de octubre. Su única opción, al margen de ganar unas elecciones y conseguir una mayoría parlamentaria, es que las dilaciones le faciliten llegar al 31 de octubre sin que se haya convertido en ley la norma que dinamitaría totalmente su estrategia.