Reino Unido quiere implementar las sanciones a los oligarcas rusos en sus territorios de ultramar


Varios magnates rusos habrían transferido millones a las Islas Vírgenes Británicas antes de que se confirmaran las sanciones
Aunque las leyes de sanciones se deberían aplicar también en estas jurisdicciones, están encontrando agujeros legales para ocultar sus fortunas
El dinero invertido por rusos en los territorios de ultramar fue en 2018 de 40.370 millones de euros, cinco veces más que el invertido en Reino Unido
El Ministerio de Exteriores británico ha enviado a la secretaria de estado encargada de los territorios de ultramar, Amanda Milling, a las Islas Vírgenes Británicas para negociar con el Gobierno local la implementación de las sanciones impuestas a los oligarcas rusos por Boris Johnson hace diez días. Las leyes de sanciones británicas se aplican, o se deberían aplicar, también en los territorios de ultramar, y se supone que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley tienen pleno acceso a los registros de beneficiarios finales de las cuentas. Londres teme que los oligarcas estén encontrando agujeros legales en estas jurisdicciones para ocultar sus fortunas.
Son varios los oligarcas rusos que, ante la inminencia de las sanciones globales han movido sus millones a las Islas Vírgenes Británicas. El pasado 28 de febrero el oligarca Alexei Mordashov transfirió 1.300 millones de dólares (1.180 millones de euros) en acciones del grupo de viajes TUI (donde tenía una participación del 29,9% y cotizaba en Fránkfort y en Londres). Las vendió a Ondero, que pertencece a su esposa y está domiciliada en las Islas Vírgenes Británicas. Mordashov ha sido sancionado por la Unión Europea (UE) y el Reino Unido tras la invasión rusa de Ucrania por sus vínculos con Putin. Mordashov es un magnate del acero y es la segunda persona más rica de Rusia con un patrimonio neto de 22.300 millones de dólares (20.260 millones de euros), según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
Por su parte, Alisher Usmanov, ex accionista del club de futbol del Arsenal, considerado el tercer hombre más rico de Rusia, con una fortuna de 13.000 millones de dólares (11.820 millones de euros), habría transferido a las Islas Vírgenes los 82 millones de libras (98 millones de euros) que le dieron por dos mansiones que tenía en Londres y en las afueras. En 2018, un informe de Global Witness, el grupo de campaña de transparencia, dijo que los rusos invirtieron 34.000 millones de libras (40.740 millones de euros) en los territorios de ultramar del Reino Unido. De hecho, el dinero ruso invertido en los territorios de ultramar británicos, es decir, en paraísos fiscales, es cinco veces mayor que el que hay invertido el Reino Unido en si.
Las Islas Vírgenes Británicas fueron identificadas como el segundo destino más popular para el dinero que sale de Rusia, detrás de Chipre. Están en la lista gris de la UE por falta de transparencia fiscal. El Reino Unido tiene catorce territorios de ultramar, que son los últimos remanentes del Imperio Británico. Muchos de estos territorios se han convertido en paraísos fiscales.
Un tercio de la evasión fiscal mundial
El Reino Unido y sus territorios de ultramar son responsables de más de un tercio de la evasión fiscal mundial cada año, según un estudio de Tax Justice Network. La evasión fiscal por parte de empresas multinacionales y millonarios es de 427.000 millones de dólares (388.000 millones de euros). De éstos, más de 160.000 millones de dólares (145.400 millones de euros) fueron facilitados por el Reino Unido y sus territorios y dependencias. Y de éstos, 40.740 millones de euros procedían de Rusia.
Milling quiere discutir con el primer ministro de las Islas Vírgenes, Andrew Fahie, cómo colaborar para poder intercambiar información para bloquearles las cuentas también en su territorio. El Reino Unido acordó el año 2018, tras el envenenamiento del exespía Skripal por parte de los servicios secretos rusos en suelo británico, la puesta en funcionamiento a partir de 2020 de un registro de beneficiarios para poder saber quien es el beneficiario último de las cuentas en cada territorio al que tuviera acceso el Gobierno británico y combatir así el fraude fiscal. Al llegar al 2020 se aplazó hasta el 2023. Este será otro de los puntos que tratarán Milling y Fahie en esta visita de cuatro días.
Esta visita se produce, además, cuando están a punto de publicarse las conclusiones sobre una investigación llevada a cabo por un juez británico independiente nombrado por el Gobierno de Johnson. La investigación se abrió por las alegaciones de corrupción denunciadas por el gobernador británico en las Islas Vírgenes. Se da la circunstancia que el Gobierno virgenense contrató Geoffrey Cox, abogado y actual diputado de Johnson para defender a las Islas Vírgenes de la acusación del Gobierno de Londres, que es quien le paga. Este caso formó parte del escándalo de los sobresueldos de parlamentarios conservadores a finales del año pasado. Se esperan que las conclusiones sean muy duras con el Gobierno de Fahie. Este es el contexto de las negociaciones entre Milling y Fahie para intentar localizar el dinero ruso.