El ex primer ministro amenaza con dejar caer a Conte
Critica su plan para la gestión de los fondos europeos
El pasado miércoles se celebraba en la Cámara alta una larga e intensa sesión con la mirada puesta en el fondo de rescate europeo, conocido como MEDE. El debate parecía una ficción, por un momento se pensó que el Gobierno no tendría los números suficientes para sacar la reforma adelante, pero antes de comenzar la jornada ya se había llegado a un arreglo. Así que unos y otros discutían con gravedad sobre un tema resuelto, hasta que tres horas y media después tomó la palabra el senador Matteo Renzi y cambió el paso. Ofreció un discurso apasionado, batallero, que no tenía nada que ver con el MEDE, pero sí mantenía intacta la amenaza de ruptura. Nunca había sido tan directa y tan explícita.
Como socio minoritario de la mayoría de Gobierno, Renzi amaga con retirar su apoyo al primer ministro, Giuseppe Conte, y dejarlo caer. El motivo esta vez es la gestión de los fondos de recuperación europeos, sobre los que no hay acuerdo. Conte pretende crear un órgano formado por empresarios de alto prestigio que coordinarían los proyectos de inversión junto a la Presidencia y tres ministerios, a lo que Renzi se opone. “El debate debe recaer en el Parlamento, no se puede sustituir a los ministros por empresarios”, sostiene el ex primer ministro.
Il mio intervento al Senato sulle dichiarazioni del Presidente del Consiglio https://t.co/YbkQ9rwEm5
— Matteo Renzi (@matteorenzi) December 9, 2020
En realidad, no es la primera vez que Renzi eleva la guadaña. Ya presentó un órdago el pasado febrero, a propósito de una reforma judicial de menor calado, aunque en ese momento nadie le siguió. La diferencia ahora es que los socialdemócratas del Partido Democrático (PD), que comparten Gobierno con el Movimiento 5 Estrellas (M5E), tampoco ven claro el plan de Conte, aunque no alcen la voz. El papel de kamikaze le corresponde a Renzi, que formó parte de los socialdemócratas hasta que fundó su partido centrista Italia Viva, y ya tiene un largo historial en estas lides.
El senador Andrea Marcucci, que fue muy cercano a Renzi pero se mantuvo en el PD cuando se produjo la escisión, sostiene que “la solución es que Conte convoque un Consejo de Ministros del que sólo se salga cuando se haya llegado a un acuerdo compartido sobre la gestión de los fondos europeos”. “Además, tiene otro instrumento, hablar con los líderes de la mayoría para tomar decisiones relevantes, algo que no ocurre desde hace algún tiempo”, señala a NIUS. Es decir, sus socios le piden a Conte mayor coordinación.
Conte, cuestionado por su poder
Políticamente, la pandemia fue una bendición para el primer ministro. La debilidad intrínseca del Gobierno de conveniencia que encabeza quedó eclipsada por su figura, convertida en presencia permanente. Conte comenzó a gobernar por decreto, su popularidad creció y sus asesores siguieron alimentando esa imagen de rey republicano. Pero ahora el primer desconcierto pandémico ha pasado, la política vuelve a sus cauces normales y no sólo Renzi parece cansado de ese estilo.
El politólogo Piero Ignazi también ve en estas maniobras la mano de los socialdemócratas. “En el PD han dado luz verde a Renzi para que emprenda esta acción, aunque si llega muy lejos lo previsible es que lo frenen”, opina. Cree que el ex primer ministro “siempre que hay un debate presupuestario quiere voz en capítulo, se mueve para favorecer a sus amistades, aunque no es tonto, es una persona muy capaz. Obtendrá lo que quiere, que es tener capacidad de decisión en la gestión de los fondos y se replegará”.
Crisis o marcha atrás
Los más de 200.000 millones que Italia debería recibir de esa ayuda europea se esperan como un maná. Nadie quiere moverse en la foto. Por tanto, Conte tendría dos opciones: reformular su idea de controlar la gestión junto a un grupo de empresarios y sus ministros más cercanos o seguir adelante pese a la amenaza. La primera acarrea el peaje de tener que dar marcha atrás, pero es que la segunda entraña un riesgo claro de que el Gobierno descabalgue. Sin Renzi, podría buscar una mayoría alternativa con los diputados de Berlusconi, aunque esa vía parece ahora muerta.
Mientras, en Italia Viva han cerrado filas para seguir adelante con el ultimátum. “Por supuesto que nosotros no vamos a cambiar de idea. Un comité de empresarios no puede tutelar a los ministros y a la administración pública. Y si así fuese, votaremos en contra”, señala a NIUS el diputado Ettore Rosato, uno de los mayores expertos del partido en la negociación parlamentaria.
Renzi eligió salir del PD y seguir su aventura en minoría, ya que así sus decisiones podrían tener capacidad de veto. Sin embargo, las expectativas de voto de su formación no llegan al 3% y es el político peor valorado para los italianos. Todos estos meses ha permanecido a la expectativa. Su apuesta no está en las urnas, sino en obtener lo que quiere entre bambalinas, el escenario que mejor maneja. Someter a Conte o su cabeza es su última jugada.