Roman Abramóvich, el oligarca ruso del fútbol inglés implicado en la paz entre Rusia y Ucrania


El magnate ruso Roman Abramóvich acompaña con un indeterminado papel extraoficial las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania
La comunidad judía de Ucrania pidió su intervención para la paz, el Kremlin parece tolerarlo y Zelenski ha tratado de protegerlo contra las sanciones de Estados Unidos
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Es un oligarca ruso que ha hecho carrera como político y como hombre de negocios a nivel internacional gracias a la Rusia de Vladimir Putin. Sin embargo, a Roman Abramóvich, de 55 años, se le conoce más en Europa por su papel en el mundo del fútbol.
Hasta que las sanciones contra los oligarcas rusos puestas en marcha en el Reino Unido y la Unión Europea por la guerra de Rusia contra Ucrania, Abramóvich dirigía el Chelsea, exitoso club de Londres de la Premier League, la primera división de la liga de fútbol profesional de Inglaterra. Las amenazas de unas sanciones europeas que, efectivamente, acabarían cayendo contra él le hicieron dejar ese papel futbolístico a finales del mes pasado.
El empresario Roman Abramovich, más conocido en Europa por ser el dueño del Chelsea club de fútbol, ha sido incluido esta semana en la lista de personas rusas sancionadas en la Unión Europea
— NIUS (@NiusDiario) March 20, 2022
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Una puerta se cerraba entonces para este hombre de negocios cuya fortuna está valorada en 13.300 millones de dólares (11.900 millones de euros), según la revista estadounidense Forbes. Sin embargo, la ilegal guerra de Rusia contra Ucrania parecía abrirle otra: una entrada a las conversaciones de paz entre ambos países.
Apenas cuatro días después del inicio de la invasión rusa contra Ucrania, la comunidad judía ucraniana informaba de haberse puesto en contacto con Abramóvich para que él formara parte de los esfuerzos negociadores. De esto al menos informaba el semanario londinense Jewish News en su edición digital el último día de febrero.
Se confirmaba entonces que Abramóvich había estado en contacto desde hace días con representantes ucranianos para tratar de contribuir a lograr “una resolución pacífica”. Alexander Rodnyanski, otro hombre de negocios ruso implicado en acercar a Abramóvich al frente negociador entre Rusia y Ucrania, diría entonces a Jewish News que en Ucrania se estaba buscando a alguien ruso que pudiera ayudarles en las negociaciones.
Ucranianos y Abramovich “están conectados a través de la comunidad judía, que se ha puesto en contacto con él en busca de ayuda”, decía Rodnyanski. Abramovic, de religión judía, también es ciudadano ruso, portugués e israelí.
Empresario, político y enfrentado a un poderoso enemigo de Putin fallecido en 2013
De él se dice que tiene – o ha tenido – una relación cercana con Vladimir Putin. No en vano, a principios de este siglo, fue durante un año diputado en la Duma, el Parlamento de la Federación de Rusia. Entre 2000 y 2008, fue gobernador del distrito autónomo de Chukotka, una apartada región del noreste ruso.
En Londres, Abramóvich libró en su día una batalla judicial importante contra un enemigo declarado de Putin. A saber, contra Boris Berezkovsky, otro oligarca ruso que se enriqueció haciendo negocios en los años posteriores a la caída de la Unión Soviética.
Berezkovsky y Abramóvich eran, de hecho, socios. Pero entre 2008 y 2012 anduvieron peleando en los juzgados del Reino Unido, pues el primero acusó a Abramóvich de haberle forzado a vender acciones en Sibneft, una compañía petrolífera rusa surgida en la privatización del sector energético ruso a finales de los años noventa. Hoy día Sibneft es parte de Gazprom, el gigante energético ruso. Se llama Gazprom Neft.
Berezkovsky perdió aquella batalla. No salió bien parado este reconocido crítico con Putin, señalado en las intenciones del todavía inquilino del Kremlin en su idea de “liquidar a los oligarcas” que se hicieron de oro en los años en el poder de Boris Yeltsin. Visiblemente, Abramóvich se salvó de aquella operación de liquidación.
En cuanto a las a acusaciones de Berezkovsky, no prosperaron en la justicia británica. Tuvo que pagar decenas de millones de euros en costes legales por enfrentarse a Abramóvich. Berezkovsky aparecería ahorcado el 23 de marzo de 2013 en su casa inglesa de Sunninghill.
Una influencia sobre Putin limitada
De Abramóvich se dice que guarda vínculos con las altas instancias del Kremlin, sin embargo, no ha tenido nunca ese estatus del que sí gozó Berezkovsky. A saber, el estatus de, en calidad de persona influyente en el Kremlin, “uno de los hombres más poderosos de Rusia”. Es más, desde el entorno de propio Abramóvich se ha dicho que su capacidad de influencia sobre Putin es limitada.
En el contexto de la guerra de Rusia contra Ucrania, el portavoz de Putin, Dimitry Peskov, ha reconocido recientemente que Abramovic estuvo en las primeras rondas de negociaciones entre representantes rusos y ucranianos mantenidas en la frontera de Ucrania con Bielorrusia, según ha trascendido en la prensa británica.
Pero en esas negociaciones, que van ya por su quinta semana, sigue sin estar claro qué está haciendo concretamente Abramovic y por qué lo está haciendo. De ahí que diplomáticos como Vadym Prystaiko, el embajador de Ucrania en el Reino Unido, haya dicho a la británica BBC que no tiene "ni idea de qué está haciendo” el magnate ruso.
En la prensa británica, sin embargo, Abramovic aparecía este fin de semana como intermediario directo entre el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y Putin. El hombre de negocios ruso habría incluso hecho llegar al presidente ruso una carta manuscrita del jefe de Estado ucraniano.
Zelenski pidió a Biden no sancionar a Abramóvich
De confirmarse este papel de intermediario directo entre ambos, se entendería por qué Abramóvich ha estado tan implicado en las negociaciones entre Rusia y Ucrania que hasta sufrió sintomas de envenenamiento como parte de la delegación ucraniana en una de las primeras citas negociadoras entre las partes.
Han manifestado un lagrimeo constante y doloroso, así como pérdida de pielhttps://t.co/LkpBnklikI
— NIUS (@NiusDiario) March 28, 2022
También se explicaría así por qué se dejó ver en las conversaciones de paz de Estambul y por qué el propio Zelenski llegó a pedir al presidente estadounidense, Joe Biden, que las sanciones de su país contra los oligarcas rusos no afectaran a Abramóvich. De esto mismo informaba el diario estadounidense The Wall Street Journal la semana pasada.
El imperio empresarial de Abramóvich también se extiende por suelo estadounidense. Entre otras cosas, tiene acciones la empresa metalúrgica británica Evraz PLC, con plantas de producción en Portland y Pueblo, respectivamente en el oeste y el centro de Estados Unidos. A finales de marzo, Abramóvich no figuraba entre los prominentes oligarcas sancionados por Washington. Pero puede que eso sea sólo cuestión de tiempo.