¿Por qué Rusia deja atrás cuerpos de sus soldados caídos?


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Las imágenes de los cadáveres de jóvenes rusos dejan al Kremlin expuesto en un frente crucial de la guerra
El sufrimiento de los soldados rusos podría llegar a socavar un apoyo a la guerra que no es sólido en Rusia
Las víctimas rusas han sido una preocupación central para el presidente ruso, Vladímir Putin. Que los habitantes de Rusia vean a sus hijos muertos en combate puede minar la tolerancia entre la población ante los planes del mandatario.
No hay un dato oficial de bajas rusas, pero según ha publicado The New York Times, que alude a fuentes estadounidenses y europeas, pueden rondar ya los 2.000 soldados muertos (un número similar al de ucranianos).
En comparación, veinte años de guerra en Afganistán supusieron 2.500 soldados estadounidenses muertos. La guerra de Ucrania no ha cumplido aún su primera semana.
El papel de las madres rusas
Es difícil poder confiar en una cifra en estas circunstancias, pero si las bajas rusas son numerosas las protestas internas podrían desestabilizar la operación militar, como sucedió en el pasado con el papel liderado por las madres rusas en los conflictos de Afganistán o Chechenia.
Por eso se comprende el hermetismo de Rusia con los datos de muertos, pero no se entiende que estén dejando los cuerpos de sus soldados caídos sobre el terreno, a la vista, expuestos a ser fotografiados y que esas imágenes se vean en Rusia.
La guerra por la moral de combate
Ucrania ha abierto un frente en esta cuestión y en sus canales oficiales difunde imágenes de prisioneros y se abre a colaborar con las familias rusas que quieran saber si sus hijos están en el frente. Desde el Ministerio del Interior han difundido informaciones de que se manda a los jóvenes en secreto, haciendo creer a los padres que están estudiando.
Las imágenes de los cuerpos no recogidos del campo de batalla sugieren retiradas precipitadas y una falta de moral de combate o de preparación en parte de los efectivos rusos, según apuntan desde Estados Unidos.
Difícil saber si esas informaciones forman parte de este frente de la guerra, pero en las carreteras, junto a imágenes de cadáveres, también quedan vehículos militares rusos calcinados, señales de una guerra dura, que va a exigir el máximo a invadidos e invasores; una contienda que se en menos de una semana ha vuelto mucho más dura de lo que parte de las tropas rusas y sus familias podrían estar dispuestas a asumir.
Las fuentes citadas por The New York Times relatan casos en los que los soldados rusos se han negado a luchar, han entregado sus armas o han saboteado sus vehículos para evitar entrar en combate.