El salario mínimo de Scholz no acabará con el gran sector mal pagado de Alemania


El nuevo canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, ha prometido subir del salario mínimo hasta llevarlo a los 12 euros la hora.
La medida no sacará de la precariedad a unos 8 millones de personas que trabajan en sectores donde se pagan salarios reducidos.
“Respeto”. Eso era lo que prometía a los votantes el socialdemócrata Olaf Scholz en su exitosa campaña hacia la Cancillería Federal. Por “respeto”, Scholz entiende, entre otras cosas, una subida del salario mínimo, llevándolo a los 12 euros la hora.
Actualmente, la remuneración mínima se paga en Alemania a 9,60 euros la hora. Podría pensarse que la mejora deseada por Scholz aligera la situación de quienes en el mercado laboral alemán sufren por su escasa remuneración.
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Sin embargo, eso no ocurre con los que menos cobran en Alemania, un país conocido internacionalmente por su sector de bajos salarios. Éste lo componen empleos en los que, a la hora, se cobra menos de 12,27 euros. Unas ocho millones de personas están en esta situación, según datos oficiales.
En la Fundación Böckler, una organización independiente afiliada a la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB, por sus siglas en alemán) y dedicada mayormente al estudio de la realidad laboral germana, estiman que unos 8,6 millones de personas cobran menos de 12 euros la hora por su trabajo en suelo teutón.
Los hay que dicen que los 12 euros la hora de Scholz se quedan cortos para sacar de esa condición precaria a quienes trabajan con peores remuneraciones. Tampoco bastan esos doce euros la hora para cotizar suficiente de cara a la jubilación.
Así, en las cuentas que hacen en el partido izquierdista Die Linke, es necesario trabajar a 12,63 euros la hora para jubilarse y vivir justo por encima de los mínimos sociales alemanes.
El sector de los salarios bajos es, en buena medida, la cara oculta del celebrado internacionalmente mercado laboral teutón. Dicho sector constituye una realidad que, según los términos del dominical Frankfurter Allgemeine Sonntag, ofrece una “imagen sombría” de la economía del país.
Esta semana, el Ejecutivo sacaba pecho por boca de su portavoz, Steffen Hebestreit, dado que el desempleo en Alemana bajaba en diciembre de 2021 hasta quedarse en un 5,1%. Eso, “a pesar de la carga que supone la pandemia del coronavirus” para la economía, según Hebestreit.
Trotz der Belastungen durch die #Corona-Pandemie hat sich der #Arbeitsmarkt auch im Dezember 2021 weiter erholt. Die Quote lag bei 5,1%. Das sind 0,8 Prozentpunkte weniger als im Dezember 2020. pic.twitter.com/CHLOcJVi3u
— Steffen Hebestreit (@RegSprecher) 4 de enero de 2022
El 50% de los salarios protegidos por convenios colectivos
Es de suponer que parte de la mejoría que experimenta el mercado laboral germano actualmente también se deba a gente trabajando en el sector de salarios reducidos. No en vano, la importancia de ese sector es una característica de la economía alemana, la cuarta más grande del planeta.
“El sector de los salarios bajos en Alemania está concentrado en la parte de la economía en la que han dejado de estar en vigor los convenios colectivos y por eso se pagan salarios bajos”, dice a NIUS Malte Lübker, experto en temas laborales de la Fundación Böckler.
“Todo el debate sobre el salario mínimo en Alemania tiene que ver con que antes teníamos un sistema en el que los salarios se fijaban por convenios colectivos alcanzados a través de la negociación colectiva entre asociaciones de empresas y sindicatos. Y desde los años noventa, empezó a perder terreno el viejo sistema en el que los salarios se pagaban en función de esos convenios”, añade Lübker.
Según sus cuentas, actualmente sólo la mitad de los salarios alemanes están fijados por convenios colectivos.
Pasar por encima de la Comisión del Salario Mínimo
En organizaciones como la Fundación Böckler, de inspiración socialdemócrata, la subida del salario mínimo a 12 euros la hora que defienden Scholz y compañía es un “paso en la buena dirección”. No importa que el canciller, para satisfacer su promesa de “respeto”, esté faltando al sistema que se implementara en 2015, en la penúltima 'gran coalición' de socialdemócrata y democristianos que dirigiera la canciller conservadora Angela Merkel. Entonces se introdujo un salario mínimo de 8,5 euros la hora.
La llamada Comisión del Salario Mínimo, dedicada a velar y evaluar que esa remuneración permita vivir del trabajo, es la que se supone establece cómo ha de crecer dicho salario. Scholz y compañía – Los Verdes también proponían en su campaña electoral subir el salario a 12 euros la hora – dicen que van a subir el salario mínimo en contra de lo que fija el sistema puesto en marcha en 2015. Según la comisión, a partir de julio de este año, el salario mínimo subirá a 10,45 euros.
Pero esa iniciativa de socialdemócratas y ecologistas no es la solución a la precariedad de los peor pagados de Alemania, según los expertos consultados por este periódico. Sí lo sería, por ejemplo, tratar de volver al sistema de concertación de empresas y sindicatos que comenzó a “erosionarse” en los años noventa, según los términos de Lübker.
“El salario mínimo no va a resolver el problema de los salarios bajos, necesitamos la negociación colectiva”, dice este experto. “Los 12 euros a la hora siguen siendo un salario bajo. Sería bueno fortalecer los salarios a través de convenios colectivos en los sectores de salarios bajos”, añade.
Según conviene en afirmar Markus Grabka desde el Instituto Alemán para la Investigación Económica (DIW, por sus siglas alemanas) de Berlín, “los convenios colectivos no son un tema para nada que ocupe a este Gobierno”.
Scholz podría quedarse sin su subida salarial
A su entender, sería más importante ocuparse de los minijobs, formas de empleo que, por estar exentas de cotizaciones sociales y no superar los 450 euros mensuales, son particularmente precarias. Los minijobs también forman parte del sector de salarios bajos.
“El sector del salarios reducidos de Alemania está compuesto mayormente por los minijobs, dice a NIUS Grabka.
Pero Scholz y compañía ya se encuentran envueltos en un particular conflicto con los sectores económicos alemanes que rechazan la subida del salario mínimo. Así, el diario Bild, el más leído del país, daba el pasado domingo la palabra a un puñado de representantes del mundo empresarial dando cuenta de que no quieren ver los 12 euros la hora antes de tiempo tal y como ha prometido el canciller.
“Ahora la cuestión es si el Gobierno logra sacar adelante la medida, porque los empresarios han dicho que 'no' a una subida tan fuerte y temprana del salario mínimo”, apunta Grabka. “Dicen estar dispuestos a ir a los tribunales, porque lo establecido hasta ahora era que la Comisión del Salario Mínimo se ocupara de fijar el salario mínimo y no los políticos”, añade.
"Wir werden den Mindestlohn in diesem Jahr auf zwölf Euro anheben" https://t.co/mHuhoWi8em pic.twitter.com/f1i8uqIJgD
— WELT (@welt) 4 de enero de 2022
El ministro de Trabajo de Scholz, el también socialdemócrata Hubertus Heil, insistía este martes al afirmar que este año habrá un salario mínimo de 12 euros la hora. Lograrlo puede que no sea tan fácil como prometer “respeto” para los votantes del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).