Samantha Cohen, la nueva "guardiana" de Johnson


El primer ministro recupera una figura que había desaparecido en los últimos años, la del ‘gatekeeper’, que se encargará de llevar su agenda y poner orden en su oficina
Cohen fue la secretaria privada adjunta de la reina durante ocho años y de Meghan Markle cuando llegó al Reino Unido
Su nombramiento forma parte de la profunda restructuración de Downing Street después del escándalo por las fiestas ilegales durate el confinamiento
Boris Johnson ha contratado a Samantha Cohen como directora de relaciones gubernamentales, un cargo que no existía desde hace muchos años. Este es el título oficial, aunque el extraoficial es el de ‘gatekeeper’ (guardiana). Se encargará de llevar la agenda del primer ministro, controlando el acceso a él y poniendo orden en la caótica oficina de Johnson. Este nombramiento se produce después de los últimos escándalos que han debilitado hasta límites insospechados al primer ministro.
Primero fue la lujosa reforma de su residencia oficial, después la mala gestión de la acusación de corrupción al diputado ‘tory’ Owen Paterson y, sobre todo, el escándalo por las fiestas ilegales celebradas en Downing Street durante el confinamiento. Johnson está pendiente de conocer las conclusiones de la investigación policial que se está llevando a cabo. Las conclusiones de la investigación interna de su partido dejaban muy mal parado a Johnson. Éste se negó a dimitir y anunció una restructuración profunda de su oficina.
A principios de febrero dimitieron hasta cinco asesores personales del primer ministro, decepcionados por su negativa a dimitir. Entre ellos, estaban el director de comunicación, la asesora en política de igualdad, el jefe de personal y el principal secretario privado del primer ministro. Algunos de ellos iban a ser despedidos por Johnson. La renuncia más significativa fue el de la directora de estrategia política, Munira Mirza, ya que era una de sus principales asesoras y le acompañaba desde su época como alcalde. Mirza fue la primera en hacerlo, pero no lo hizo por las fiestas, sino acusar al líder de la oposición de dejar en libertad a un pederasta cuando era fiscal general, una acusación que no era cierta.
Secretaria personal de la reina
Samantha Cohen, por tanto, forma parte de esta profunda restructuración del equipo de Johnson tras las conclusiones parciales de la investigación interna por las fiestas ilegales. Cohen, de 53 años, nació en Reino Unido, pero creció en Australia, donde se graduó en Periodismo. Después de trabajar un tiempo como reportera, empezó a escribir discursos para el gobierno local y más tarde fue nombrada asesora en asuntos de indígenas para el entonces primer ministro australiano, John Howard.
En 2001 se mudó a Londres, aplicó para trabajar en la oficina de prensa de Buckingham Palace y la cogieron. Fue contratada por dos años, pero terminó quedándose durante 18 años. Entró como asistente de prensa, pero al poco tiempo se convirtió en secretaria privada adjunta de la reina, cargo que ostentó durante ocho años. Estuvo considerada como una de las ayudantes de mayor confianza de la reina, que incluso llegó a condecorarla.
En 2018 se le pidió que asumiera el papel de secretaria privada de Meghan Markle para ayudarla a adaptarse a la vida de palacio en los meses previos a su boda con Enrique. Trabajó con Meghan durante un año y fue uno de los cuatro empleados que se negaron a testificar a su favor cuando ésta denunció a los distintos diarios sensacionalistas. Desde 2020 ha sido directora ejecutiva del consejo empresarial y de inversión de la Commonwealth que promueve el comercio y la inversión en los 54 países miembros. Era protegida de Lord Geidt, que fue el principal secretario privado de la Reina y ahora es asesor de Johnson sobre intereses ministeriales.
Una figura desaparecida
Con el nombramiento de Samantha Cohen, Johnson recupera una figura, la de “guardián del primer ministro”, que se había perdido desde David Cameron. La “guardiana” de Tony Blair fue Anji Hunter, directora de relaciones gubernamentales de Downing Street entre 1997 y 2001, la de Gordon Brown, Sue Nye, y la de Cameron, Catherine Fall. Las apodaron así por el meticuloso control que tenía sobre la agenda del primer ministro y por la espléndida atención al detalle desde la sombra. Todas ellas fueron descritas en su momento como las personas no electas más influyentes de Downing Stret. Theresa May no quiso y Johnson tampoco hasta ahora.
Además de Cohen, en los últimos días, Johnson ha nombrado a Samantha Jones como jefa de operaciones, a Guto Harri como nuevo jefe de comunicaciones y Davd Canzini como su subjefe de gabinete. Canzini es un aliado cercano a Sir Lynton Crosby, el estratega de las campañas electoral del Partido Conservador. Cazini será el segundo de Steve Barclay, que hasta ahora era el secretario del Tesoro. Johnson espera con estos nombramientos poder recuperar el apoyo de los diputados conservadores descontentos y reforzar su liderazgo y sobrevivir cuando se publiquen las conclusiones de la investigación policial, que se espera que sean muy contundentes contra Johnson.