El Madame Tussauds de Londres separa las figuras de cera de Harry y Meghan del resto de la familia

El museo reacciona 24 horas después de que los duques de Sussex anunciaran que se 'independizan'
Las figuras de cera de Harry y Meghan serán reubicadas en un espacio que refleje su "nuevo estatus dentro de la institución"
No han pasado ni 24 horas desde que los duques de Sussex anunciaron que no quieren vivir como miembros de la realeza y ya hay consecuencias palpables de su decisión. El museo de cera Madame Tussauds de Londres ha decidido apartar sus figuras de las del resto de la familia real británica. "Al igual que el resto del mundo, estamos reaccionando a la sorprendente noticia de que el duque y la duquesa de Sussex darán un paso atrás como miembros senior de la realeza", ha dicho el director general del centro, Steve Davies.
Han optado por colocar las figuras en un espacio diferente (aún sin determinar) que refleje su nuevo "estatus dentro de la institución", aunque aún tendrán gran protagonismo en el museo, ha aclarado Davies. "Son dos de nuestras figuras más queridas y populares (...) mientras tanto estaremos pendientes de lo que les depara el próximo capítulo".
Este miércoles el príncipe Harry y Meghan Markle, que llevaban seis semanas apartados de la vida pública (pasaron la Navidad en Canadá), emitieron un comunicado a través de sus redes sociales en el que anunciaban que, después de meses meditándolo, habían decidido "dar un paso atrás", "independizarse" de la familia real británica y comenzar a trabajar para ser financieramente independientes.
En su mensaje, compartido a través de Instagram -que han ido actualizando a lo largo de las horas siguientes al anuncio para tratar de responder a las innumerables dudas surgidas- remarcan, eso sí, que seguirán apoyando a la reina Isabel II, aunque a partir de ahora vivirán entre América del Norte y Reino Unido.
Un anuncio que, no obstante, parecen haber hecho sin consensuarlo antes con la monarca, que se habría enterado a través de la televisión. Según la prensa británica, esto habría enfadado sobremanera no solo a la reina, también al príncipe Carlos y a su hijo, el príncipe Guillermo. "Su decisión no fue aprobada por nadie. Han roto con todo el protocolo. Esta es una declaración de guerra contra la familia", ha revelado una fuente al diario The Sun.