Los socialdemócratas alemanes 'reviven' y podrían hacer canciller a Scholz


El candidato a canciller Olaf Scholz gana de improvisto posibilidades de ser el sustituto de Merkel tras las elecciones generales del 26 de septiembre en vista de la caída en las encuestas de sus rivales.
El diario Bild, el más leído de Alemania, ya se lo ha contado al país de la canciller Angela Merkel. “El duelo entre Scholz y Laschet de repente se ha abierto”, contaba el periódico en titulares en su edición de este jueves.
Las malas rachas encajadas estos días atrás por el candidato a canciller conservador, Armin Laschet, y la aspirante ecologista, Annalena Baerbock, han supuesto que Olaf Scholz, la esperanza del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), gane enteros para liderar la etapa post-Merkel que abren las elecciones generales del 26 de septiembre. Ésto es, al menos, lo que han pasado a decir las encuestas.
MÁS
Dos sondeos de intención de voto hechos públicos esta semana, uno del instituto Forsa para la radiotelevisión RTL y otro del instituto Kantar para la revista Focus, dan cuenta del revivir político del SPD. En la encuesta de RTL el SPD llega al 21% de la intención de voto. Sólo está dos puntos por detrás de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Laschet. En el sondeo de Focus, pues atribuye a los socialdemócratas otro 21% y a los conservadores un 22%.
Así, en la progresista revista Stern ya han dicho de Scholz que es “el hombre del momento” que hace que “huela a cambio” político en Alemania.
En realidad, los estudios llevan ya tiempo dando cuenta de que entre la población alemana reina un cierto deseo de cambio político. Esto tiene mucho que ver, en realidad, con el hecho de que Angela Merkel dejará la Cancillería Federal tras 16 años en el poder una vez celebradas las elecciones de septiembre. En este sentido, el diario Süddeutsche Zeitung
Sea como fuere, Scholz no es ajeno a la evolución favorable que ha llevado a su partido a pisarle los talones a la CDU. “Estoy muy emocionado, debo decirlo, por las encuestas”, ha dicho en campaña el candidato del SPD, todo un vicecanciller y ministro de Hacienda en la 'gran coalición' de Merkel. En las encuestas sobre a quién prefiere la población como próximo canciller, Scholz destaca sobre sus rivales, Laschet y Baerbock. Casi llegan al 30% los que dicen preferir a Scholz en lugar de a Baerbock (15%) o Laschet (12%).
KANZLERFRAGE | Umfrage zur Kanzlerpräferenz Forsa/RTL/n-tv
— Deutschland Wählt (@Wahlen_DE) 18 de agosto de 2021
Scholz (SPD): 29% (+3)
Baerbock (GRÜNE): 15% (-1)
Laschet (CDU): 12%
Keiner davon: 44% (-2)
Änderungen zur letzten Umfrage vom 11. August 2021
Verlauf: https://t.co/RYA2Ch1Mgp#btw #btw21 pic.twitter.com/iTCgWSp9pH
Durante meses, el SPD parecía haber caído en la irrelevancia. Se le atribuía de manera estable una intención de voto del 15%. No ayudó a mejorar ese valor la prontitud con la que los presidentes del partido, Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans, convirtieron a Scholz en su aspirante a canciller. Lo que parece haber sido decisivo en el auge de Scholz es la mala racha que atraviesan tanto ecologistas como conservadores.
A falta de poco más de un mes para las elecciones de septiembre, esa marcha ha dejado a Los Verdes por debajo del 20% de la intención de voto. Los conservadores están muy lejos del 32,9% que lograron en la cita con las urnas de 2017. El resultado de las próximas elecciones generales podría ser el peor de la historia de los cristianodemócratas.
Mientras Los Verdes, que en abril volaban en las encuestas con un 27% de la intención de voto, todavía pueden decir que nunca estuvieron tan fuertes antes de una elecciones generales, en la CDU cada vez hay más gente con cara de pocos amigos.
Un SPD unido como en raras ocasiones
Todo lo contrario parece ocurrir en el SPD. “Las filas del partido y del Grupo Parlamentario en el Bundestag están unidas como en raras ocasiones”, han comentado sobre la situación de los socialdemócratas en el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. Para este periódico, de línea editorial conservadora, la campaña del SPD “no puede ir mejor”.
La importancia de esa observación sólo se entiende si se tiene en cuenta que, hasta ahora, entre los socialdemócratas había una sensación de división entre los más izquierdistas dirigentes del partido, Esken y Walter-Borjans, y los fieles a un pragmático Scholz. No hace tanto, por ejemplo, el partido parecía resquebrajarse a cuenta de las políticas de identidad.
Ich bin Olaf Scholz, Kanzlerkandidat der @spdde. Mit Dir will ich unser Land nach vorn bringen: Für bezahlbaren Wohnraum, stabile Renten, faire Löhne für alle und eine moderne, klimaneutrale Wirtschaft. Das ist soziale Politik für Dich. Und das packe ich an. pic.twitter.com/2L8hdeGwz6
— Olaf Scholz (@OlafScholz) 6 de agosto de 2021
Ahora, Scholz hace campaña con éxito con las palabras “futuro”, “competencia” y “respeto” por bandera. Ya ha tenido tiempo de oponer sus ideas a las de la CDU, para diferenciarse, por ejemplo, en términos de fiscalidad. Scholz defiende subidas de impuestos, al menos para los que más ganan. En la CDU, Laschet ha dicho que, dada la crisis que supone la pandemia, “los impuestos son veneno” para la economía.
“Algunos, gente que gana como yo o mucho más, dicen que lo que necesitan son bajadas de impuestos”, según ha planteado Scholz en la campaña. Dichas posiciones son “egoístas” e “inmorales”, además de algo que no se pueden permitir las cuentas del Estado, según Scholz.
La “fase caliente” de la campaña ha comenzado
Que comiencen a escucharse este tipo de debates en la campaña tiene mucho que ver con que haya comenzado aquí lo que se conoce como “fase caliente” de la batalla política que terminará el 26 de septiembre. Las calles, en cualquier caso, ya se han llenado de los carteles electorales y parece que los días aburridos de la campaña han quedado atrás.
La crisis de Afganistán, que estos días hace temer a los políticos algo parecido a la crisis migratoria de 2015, es una situación que también podría tener efectos políticos. Aquí, los partidos del gobierno han quedado señalados, entre otras cosas, por no haber sabido prever el hundimiento del régimen instalado en el país tras los atentados del 11-S. Por eso, CDU y SPD se defienden, protegiendo respectivamente, a su ministra de Defensa, la conservadora Annegret Kramp-Karrenbauer, y al jefe de la diplomacia alemana, el socialdemócrata Heiko Maas.
Pero si esa crisis tiene ya efectos en la intención de voto, de momento, el único que parece estar ganando puntos es Scholz. Ahora Scholz puede echar cuentas para ser canciller. Hace un par de semanas, algo así resultaba impensable.