Cuando la guerra se convierte en algo cotidiano: "Suenan las sirenas y nadie corre, la vida sigue"

Andriy Pidhurenko explica desde Mikolaiv que "la gente se ha acostumbrado a vivir en condiciones de guerra" y asumen que seguirán haciendo su día a día en ciudades que están siendo golpeadas brutalmente por Rusia
"Ahora están sonando las alarmas aéreas, pero yo sigo hablando con vosotros", explicaba este ciudadano ucraniano
En Mikolaiv han muerto en las últimas horas al menos 7 personas tras un ataque ruso
Las sirenas suenan de nuevo en Mikolaiv, al sur de Ucrania. Pero la vida, sigue. La gente no sale corriendo hacia los refugios. Los coches siguen circulando. Y la actividad de la población continúa sin muchos cambios. Es la cotidianidad de la guerra: cuando la amenaza de las bombas se asume como cualquier otra cosa del día a día.
Lo explica muy bien Andriy Pidhurenko, residente en Mikolaiv y que ha sido entrevistado en 'Todo es mentira', programa de Cuatro. Mientras hablaba en perfecto español con Risto Mejide, han sonado las alarmas que avisan de la posibilidad de un ataque ruso. Sin embargo, Andriy ha mantenido la calma y ha explicado que a pesar de esos avisos, él no pensaba acudir a ningún refugio. "Ahora están sonando las alarmas aéreas, pero yo sigo hablando con vosotros", explicaba este ciudadano ucraniano. "Aquí aunque haya avisos, hacemos la compra, los coches circulan y nos hemos acostumbrado a vivir en condiciones de guerra".
Pidhurenko dice todo esto desde su casa de Mikolaiv, una ciudad que está siendo golpeada continuamente por los rusos. "Vivimos normal para las condiciones de guerra que tenemos. Hay luz, aunque a veces hay cortes. Hay otros problemas, pero la gente se acostumbra muy rápidamente a estas condiciones. Ya estamos acostumbrados. Así son ahora las cosas aquí".

Pidhurenko vive en Mikolaiv, pero esta mismas sensaciones la tienen otros muchos ciudadanos de numerosas ciudades ucranianas. En Kiev o en Lviv ocurre algo parecido. Y muchos ucranianos responden como Andriy a las alarmas de posibles ataques aéreos.
La vida bajo los ataques
Y todo esto pasa en ciudades que están siendo masacradas. Por ejemplo, en Mikolaiv, este martes murieron al menos siete personas y otras 22 resultaron heridas tras un ataque realizado por las fuerzas rusas contra la ciudad.
En un comunicado difundido a través de Facebook, los servicios de Emergencias de Ucrania ha informado de que, de los 22 heridos, 18 han sido rescatados de entre los escombros y trasladadas a varios centros médicos.
Poco antes, el gobernador de la región homónima, Vitali Kim, ha alertado en su canal de Telegram de que las tropas rusas han bombardeado el principal edificio administrativo de la ciudad y ha señalado que el inmueble ha quedado gravemente dañado.
Así, ha especificado que en el momento del ataque había entre 50 y 100 personas en el interior del edificio, que habría recibido el impacto de un misil de las Fuerzas Armadas rusas. Además, poco después se ha registrado un incendio en la zona. Kim ha explicado que varios civiles y militares siguen atrapados bajo los escombros, por lo que los trabajos de búsqueda y rescate continúan.
La ciudad portuaria de Mikolaiv ha registrado ataques por parte de las fuerzas rusas durante semanas. El pasado 19 de marzo, un bombardeo lanzado desde la región de Jersón dejó decenas de víctimas mortales, la gran mayoría militares.
Este mismo martes, Valentin Reznichenko, que se encuentra al frente de la administración militar regional de Dnepropetrovsk, ha señalado que las tropas rusas han llevado a cabo una serie de ataques en la zona.
En el distrito de Novomoskovski, un misil ha golpeado una granja y al menos una persona ha resultado herida, según ha recogido la agencia de noticias UNIAN. Otro misil habría caído en la región de Nikopol.