El TS británico decide el futuro de Johnson y del Brexit

Entre hoy y mañana el Tribunal Supremo británico decide sobre el cierre del Parlamento y, por ende, sobre el Brexit
A partir de este lunes está previsto que el Tribunal Supremo del Reino Unido decida sobra la decisión del primer ministro de "cerrar" el parlamento británico durante cinco semanas.
Boris Johnson, en una medida histórica, anunciaba el cierre del Parlamento británico la primera semana de septiembre y durante cinco semanas para evitar debates sobre su negociación con la Unión Europea sobre el Brexit.
Al cierre parlamentario de tres semanas, ratificado por la reina de Inglaterra se le unían las vacaciones parlamentarias para que los principales partidos celebren sus "conferencias". Estas dos semanas están previstas como tal en la ley.
Una decisión histórica
La decisión del Tribunal Supremo es fundamental para el devenir del futuro no solo de la sede de los comunes, sino para el pueblo británico. La decisión sobre el Brexit se toma, si o si, el próximo 31 de octubre y, de permanecer cerrado el parlamento, los representantes políticos solo podrán decidir si están a favor o en contra del acuerdo al que llegue Johnson.
Boris Johnson, que llegó al poder en sustitución de Theresa May ya dijo que su "negociación" no iba a ser "boicoteada por el Parlamento" tal y como le había pasado a su antecesora. Desde el referéndum del Brexit hace tres años, se ha votado otras tantas en el Parlamento británico los diferentes acuerdos a los que llegaba Theresa May, y todos han sido rechazos por el Parlamento.
Johnson considera que "ha llegado el momento de salir de la UE tal y cómo votó el pueblo inglés" y que esta salida será el 31 de octubre. Esta postura le ha costado a Johnson no solo las críticas de la oposición en bloque, también la división de su propio partido, y la expulsión de 21 diputados del partido, quedando en minoría en el Parlamento.
Si el Tribunal Supremo considera ilegal el cierre del Parlamento, Johnson podría ser condenado incluso a cárcel ya que habría engañado a la mismísima reina de Inglaterra para que ratificara su decisión sabiendo que no estaba totalmente ajustada a la ley.
Negociaciones en curso
Tanto la Unión Europea como Boris Johnson han reconocido que mantienen negociaciones y que es posible llegar a un acuerdo, en donde Irlanda es el único escollo. Ni Irlanda del Norte, ni el Reino Unido quieren una frontera física entre Irlanda del Norte e Irlanda. Desde Dublín también se está de acuerdo en no tener que abrir una frontera que hace décadas no existe, y que ha permitido no solo el desarrollo económico de ambos territorios, sino también el libre movimiento de ciudadanos.
El Brexit implica una ruptura de relaciones tanto económicas como territoriales, y esto significa que habría que separar ambos territorios de nuevo. Según se filtraba a los medios la semana pasada, el Reino Unido y la UE estarían estudiando una especie de "moratoria" únicamente para el caso de Irlanda y evitar una catástrofe entre ambos territorios.
Una vez que el Reino Unido abandone la UE deberá iniciar negociaciones bilaterales con los países miembros de la Unión. Tanto Estados Unidos como Australia han ofrecido a Johnson un tratado comercial "tan pronto como abandonen la UE".