La Unión Europea prepara ya un fondo de reconstrucción para Ucrania


Bruselas no pone por ahora números pero estima que serán necesarios cientos de miles de millones de euros
Las guerras son probablemente los acontecimientos más caros que puede provocar el hombre. El armamento es carísimo, las pérdidas humanas generan pérdidas económicas además de un inmenso dolor. Se destrozan infraestructuras y se reacciona con medidas que alimentan esos costes, como las eventuales sanciones internacionales. Las cadenas comerciales se ponen patas arriba, la producción agrícola e industrial se detiene.
La guerra en Ucrania une todos esos factores, algunos inmediatos y otros que deberán ser costeados a medio y largo plazo. Las instituciones de la Unión Europea ya apuntan a ese después de la guerra y empiezan a diseñar la creación de un fondo para la reconstrucción.
Fuentes comunitarios confirmaron a NIUS la información en primer lugar revelada por el diario online ‘Politico’ y según la cual la Comisión Europea ya obtuvo el visto bueno de los ministros de Finanzas del G7 y del Banco Mundial para empezar a preparar ese fondo post-guerra, una especie de masivo Plan Marshall pero esta vez principalmente financiado por la Unión Europea, aunque se espera una participación considerable de Estados Unidos.
El fondo tendrá principalmente dos partes. La primera y menor será de uso a corto plazo para proveer de liquidez al Gobierno ucraniano para que pueda seguir funcionando en medio de la guerra. El ministro de Finanzas ucraniano, Serguei Marchenko, dijo hace semanas a los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea que calcula que necesita casi 5.000 millones de euros al mes para mantener el país en funcionamiento. Después vendría la parte grande, la de la reconstrucción.
Ucrania ya hace estimaciones de los destrozos provocados por los ataques rusos en infraestructuras de transportes, sanitarias, educativas, edificios administrativos, puertos, aeropuertos o centrales energéticas. Las necesidades serán inmensas pero la Comisión Europea no quiere ponerle cifras por ahora aunque estima que serán cientos de miles de millones de euros. Tampoco es posible cifrar ya el montante cuando la guerra está en marcha y la destrucción sigue adelante.
El Banco Mundial está ayudando a Ucrania a evaluar los daños. Un informe del ‘Centre for Economic Policy and Research” estimaba a principios de abril que para entonces ya eran necesarios entre 200.000 y 500.000 millones de euros, que podrían irse si la guerra continua hasta el billón de euros si se tiene en cuenta la caída del PIB ucraniano y el potencial de crecimiento perdido.
Una idea sería usar los fondos confiscados a oligarcas rusos y parte de los pagos europeos a Rusia por las importaciones de hidrocarburos para financiar una parte de la reconstrucción. De cada euro pagado a Rusia se le retendría una parte en concepto de impuesto a la importación de hidrocarburos o una figura similar que iría a rellenar ese fondo. Esta última es una idea que el Gobierno estonio hizo circular sin mucho éxito en la última cumbre europea.
A riesgo de que Moscú corte el suministro aunque fuentes comunitarias estiman improbable esa consecuencia porque Rusia no tiene forma de desviar sus exportaciones a otros destinos a corto plazo y lo tiene muy difícil a largo plazo. “Los gasoductos van a donde van y China e India ya compran todo lo que quieren”, dice una fuente comunitaria.
Una forma de rellenar fácilmente ese fondo sería hacerlo con los más de 300.000 millones de dólares confiscados al Banco Central ruso, pero la legislación internacional los protege y su uso podría ser ilegal. Esperar a que Rusia pague voluntariamente reparaciones de guerra tras un tratado de paz es esperar a que las ranas críen pelo, por lo que finalmente el fondo deberá rellenarse principalmente por la Unión Europea, los otros miembros del G7 (Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Canadá) y otros países avanzados como Australia, Nueva Zelanda o Corea del Sur.
Bruselas considera que la mayor parte del dinero deberá ser a fondo perdido y sólo una parte serían préstamos. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ya adelantó al presidente ucraniano Volodimir Zelensky que las instituciones europeas están trabajando en el fondo y que tienen el respaldo del G7. La Comisión Europea sería la encargada del manejo del fondo y quiere incluir en él al Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo y al Banco Europeo de Inversiones. La idea por ahora no es entregar el dinero a Ucrania, sino pagarle proyectos concretos de reconstrucción.