Los Verdes alemanes ya pisan los talones a la CDU de Merkel


El partido ecologista se aprovecha de la caída en las encuestas del partido de la canciller Angela Merkel
El partido aún tiene pendiente finalizar su programa electoral y elegir candidato a canciller
Casi resulta imposible equivocarse al predecir lo siguiente: Los Verdes alemanes gobernarán tras las próximas elecciones generales del 26 de septiembre. Ahora bien, en vista de la caída en las encuestas de intención de voto de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), el partido de la canciller Angela Merkel, los ecologistas pueden tocar madera para la realización de otro escenario político aún más favorable.
A saber, que la unión de Los Verdes, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y la formación izquierdista Die Linke. Este 'frente popular' alemán, una eventualidad política de la que algunos ya venían alertando, va camino de convertirse en una opción dado el presente contexto político germano.
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Porque pesan mucho en los sondeos los reproches de corrupción contra la CDU y su hermanada Unión Socialcristiano de Baviera (CSU) – que han visto recientemente cómo, entre otras cosas, varios de sus diputados han abandonado sus carreras por hacer dinero con la venta de mascarillas en plena pandemia – y una errada gestión del Gobierno de Merkel en la tercera ola de contagios de coronavirus. Esta gestión incluye un proceso de vacunación criticado por lento y problemático en vista de las idas y venidas a cuenta de las dosis de AstraZeneca.
Así, la semana pasada terminaba con un sondeo del instituto Kantar para el diario Bild, el más leído del país, que indicaba que ecologistas, socialdemócratas e izquierdistas sumaban un 49% de la intención de voto. El 50% ya sumaban ecologistas, socialdemócratas y liberales del FDP
En esas combinaciones, los ecologistas serían el partido más votado, consiguiendo hasta un 23% de la intención de voto, un porcentaje que significaría para la formación ecologista estar pisándole los talones a la CDU/CSU. A esta última, en ese sondeo del diario Bild, se le atribuía un 25%. Por supuesto, la CDU aún puede contemplar opciones de gobierno a nivel federal como una alianza con Los Verdes o, llegado el caso, con Los Verdes y los liberales.
BUNDESTAGSWAHL | Sonntagsfrage Kantar/BILD am Sonntag
— Deutschland Wählt (@Wahlen_DE) 27 de marzo de 2021
Union: 25% (-2)
GRÜNE: 23% (+1)
SPD: 17%
AfD: 10%
FDP: 10%
LINKE: 9% (+1)
Sonstige: 6%
Änderungen zur letzten Umfrage vom 20. März 2021
Verlauf: https://t.co/hsxgiA6QD4#btw #btw21 pic.twitter.com/FVR93RK1D5
El problema está en que los conservadores siguen cayendo en las encuestas, mientras que los ecologistas siguen en tal bonanza demoscópica que hoy día Los Verdes pueden pensar incluso en poner a su próximo candidato a canciller en el despacho de la Cancillería Federal que todavía ocupa Merkel.
“En nuestros estudios, las posibilidades de coalición posibles es una unión de conservadores y ecologistas o una coalición semáforo, entre ecologistas, socialdemócratas y liberales”, plantea a NIUS Peter Matuschek, responsable de estudios políticos en el instituto Forsa.
Los Verdes alemanes, muchos votantes sin ser partido de masas
“La CDU ha perdido mucho. No todo lo que pierden va a para Los Verdes, pero la dinámica también lleva electorado de la CDU a Los Verdes. Esto lo vemos ya desde 2017 y tras las últimas elecciones europeas”, comenta Matuschek. A su entender, Los Verdes no son aún un partido de masas, estatus que ya hace tiempo dejó de tener el SPD y que la CDU parece ir camino de perder con Armin Laschet al frente de la formación conservadora.
“Los Verdes no son un partido de masas del estilo clásico, como fueron el SPD y la CDU. Es decir, un partido para todas las clases sociales y grupos de población. Los votantes de Los Verdes son, ante todo, un grupo de población altamente cualificado y educado, gente que gana dinero y salida de núcleos urbanos. Todo esto los diferencia de los votantes de la CDU o del SPD de antes”, según Matuschek.
A ese núcleo de votantes 'verdes', donde hay muchos electores que siguen al partido desde los años ochenta, se ha unido de un tiempo a esta parte un electorado joven.
Adiós a la “revolución” verde: hola “transformación social-ecológica”
En el programa de campaña que ya han elaborado Annalena Baerbock y Robert Habeck, líderes de Los Verdes que aún deben acordar quién será candidato a canciller, parece haber mucho margen de maniobra. Ese documento, que ya ha sido presentado y que hasta junio está sujeto a modificaciones de la militancia, confirma que los ecologistas alemanes no están concentrados sólo en el medioambiente. Su agenda es mucho más amplia y, por lo visto, flexible.
Así, “Los Verdes no se diferencian mucho de las cosas que pide el SPD, incluso la CDU y el FDP pueden encontrar en su programa muchos puntos de contacto”, según ha señalado Jasper von Altenbockum, editorialista del diario conservador Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Von Altenbockum es de los que ha recordado que, de un tiempo a esta parte, Los Verdes ya no quieren hacer la “revolución”, puesto que prefieren hablar de “transformación”.
En esa transformación hay una larga lista de medidas que han de sonar bien al público de izquierdas, como esa década que prometen Los Verdes en la que habrá, al año, 50.000 millones de euros de inversión para la “transformación social-ecológica”. Esta transformación la pagarán, con nuevas deudas del estado e impuestos, los contribuyentes, especialmente los más acaudalados.
Baerbock, Habeck y compañía quieren llevar a cabo subidas de impuestos que lleguen hasta el 45% para quienes ganen a partir de 100.000 euros anuales y estén solteros y para las parejas que ingresen 200.000 euros al año. A partir de 250.000 euros por persona y 500.000 euros por pareja, el porcentaje que quieren Los Verdes es del 48%.
En el poder, Los Verdes querrán crear un impuesto de un 1% anual para los patrimonios valorados en más de 2 millones de euros. Con todo ese dinero recaudado, los ecologistas aspiran a dedicar grandes partidas a la inversión en energías renovables, especialmente la solar y la eólica.
“Economía planificada del estado” de la mano de Los Verdes
Además, Los Verdes dicen querer luchar por la reducción de las emisiones de CO2 del 70% para 2030 – el objetivo actual del país es del 55% –, algo que pasa, entre otras cosas, por imponer límites de velocidad de 130 km/h en las carreteras del país que aún no los tienen. Y, sobre todo, desean algo tan importante en una nación fabricante de coches como Alemania que consiste en matricular sólo a automóviles libres de emisiones a partir de 2030.
En Alemania, todas estas propuestas suenan a más de uno como propias de unos “ecologistas realistas”, políticos supuestamente poco presos de ideologías porque están más que dispuestos a entrar en el próximo Gobierno. No en vano, el lema de Los Verdes es este año “debatir sin estrecheces de miras ni dogmatismos”. Está por ver si será útil esta actitud de cara a los debates posteriores a la noche electoral del 26 de septiembre.
“Annalena Baerbock puede ser canciller” escribía el mes pasado en un editorial, casi lamentándose, el periodista Ulf Poschardt, del diario liberal Die Welt. Para él, en los planes de Baerbock y compañía hay exceso de medidas restrictivas, impuestos y burocracia. Y, sin embargo, las encuestas y el Zeitgeist, marcado por la urgencia climática, constituyen viento a favor para Los Verdes.
“Tal vez el país debe probar cuatro años de ecologistas, SPD y Die Linke en el poder y economía planificada de estado para después, con una CDU/CSU y FDP renovados, reanimar la economía social de mercado”, señalaba Poschardt. Ahora bien, dar ya por perdedores a los conservadores alemanes, por mucho que estén cayendo en los sondeos, resulta premeditado, según Matuschek, el investigador de Forsa.
“Por el momento Los Verde son los ganadores de los últimos años. Es el único partido que ha ganado electores masivamente”, señala Matuschek. “Pero la suerte de Los Verdes depende mucho de cómo le vaya a la CDU/CSU. Si ésta mejora en la gestión de la pandemia, también mejorarán los sondeos para la CDU/CSU. Los conservadores aún tienen su futuro en sus manos”, concluye.