Vuelven a funcionar las "Procuradurías" en Venecia

Es fácil visualizar la plaza de San Marcos de Venecia, abrigada y rodeada de los arcos y galerías que la encuadran. Una de las ciudades más turísticas y bellas del mundo ha vivido esta semana un cambio que será recordado en su historia. Las Viejas Procuradurías, las galerías de la plaza, que se extienden a lo largo de 152 metros desde la torre del reloj hacia el ala Napoleónica de la plaza, acaban de ser restauradas tras 500 años y se abren por primera vez al público. Ahora podrá visitarse y disfrutar de unas instalaciones que aspiran a convertirse en un epicentro cultural y social para la ciudad.

La reestructuración, una obra que pretendía combinar la vanguardia con la arquitectura típica de Venecia, fue desarrollada durante 5 años por quien es en realidad el propietario de este enclave, Generali, que con su Fundación ha hecho renacer este lugar histórico. Massimo Milanese, dueño desde hace décadas del bar situado debajo de las Procuradurías, me confiesa que ha podido colarse hace unos días y que se quedó impresionado por la vista lateral que proyectan.

Este lugar, que ahora parece que amplía las dimensiones de la plaza, con la posibilidad de visitar sus entrañas, fue históricamente lugar de las oficinas de los procuradores, el más alto cargo vitalicio de la República de Venecia. Desde que 1832 pertenece a la aseguradora Generali se ha utilizado para las propias oficinas privadas, pero nunca antes había sido pensado como un espacio para el gran público. Ahora la tercera planta, toda remodelada, permite que los ojos de cualquier ciudadano, veneciano o no, puedan acceder a esa vista de la plaza, entre ventanales y claraboyas bajas.

Con esta restauración se crea, además, la primera colaboración con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo con una aseguradora. Servirá para que este enclave tenga la posibilidad de acoger en sus instalaciones pymes en sintonía con la ética de este proyecto, que pueda acoger proyectos con un tono social y que las nuevas paredes que ahora acogen a los visitantes, tengan también un papel verdaderamente útil en este entorno.

Para la inauguración la ciudad italiana ha acogido a diversas instituciones políticas que, en las instalaciones recién estrenadas, con varios salones, una biblioteca y varias habitaciones de innovación tecnológica como atractivo, han coincidido en determinar esta apertura como un ejemplo para todo el ámbito de la recuperación patrimonial en Italia. El ministro de Cultura italiano, Dario Franceschini, describía esta experiencia como un laboratorio de gestión de bienes en Italia; Renato Brunetta de la cartera de Administración Pública, hablaba más como veneciano de nacimiento que como político y emocionado expresaba la sensación de encontrarse dentro a un lugar que “era fuera de las posibilidades de todos los que hemos crecido en esta ciudad”. El ministro de Turismo, Massimo Garavaglia, traía a colación una palabra fundamental para este proyecto que mezcla los tres ministerios que han colaborado con Generali: sostenibilidad.

Es un término fundamental para entender cómo este lugar ha conseguido estéticamente respetar una ciudad llena de una cultura arquitectónica muy particular con un diseño y una transformación moderna y accesible a todo el mundo.

Lucia Sciacca, responsable de comunicación y sostenibilidad de Generali responde sobre el reto que ha sido afrontar una restauración de este nivel: “Hemos integrado el concepto de comunidad dentro del nuevo modelo del edificio, para que tenga un sentido en el futuro de nuestra sociedad, tenga un papel relevante y una utilidad”.

Luigi Brugnaro, alcalde de Venecia responde para este reportaje sobre una ciudad que despierta tras la pandemia y que coge esta apertura como punto de partida. “Hemos recuperado una sede que estaba abandonada y da honor a esta ciudad. Esta iniciativa activa el trabajo, activa la actividad social, activa nuevas actividades para el turismo… Pone de nuevo en marcha todo”, finaliza.