Francia y Bélgica imponen más restricciones para evitar un segundo confinamiento


Los dos países generalizan el uso de mascarillas en todos los lugares públicos
Francia y Bélgica no creen que la situación actual sea una segunda oleada del virus pero el aumento constante en el número de contagios que se va registrando desde hace semanas y sobre todo desde finales de julio ha hecho que las autoridades francesas y belgas se decidan a generalizar el uso de las mascarillas. Tratan así, aseguran, de frenar los contagios y evitar un segundo confinamiento cuando faltan apenas tres semanas para la reapertura de los colegios, institutos y universidades.
El primer ministro francés Jean Castex anunció este martes desde Montpellier más medidas para frenar los contagios. Dijo el nuevo jefe del Ejecutivo galo, nombrado el mes pasado por el presidente Emmanuel Macron para gestionar el período post-confinamiento y la recuperación económica, que la situación del virus en Francia lleva “el camino equivocado” desde hace semanas. Su solución es endurecer las restricciones ya para evitar un segundo confinamiento en septiembre.
Castex aseguró que Francia está al borde de alcanzar 20 nuevos contagios diarios por 100.000 habitantes, el umbral que París ha puesto como límite a partir del cual debe reforzar la vigilancia. Castex dijo: “Si no reaccionamos colectivamente no exponemos a la resurgencia de la pandemia que hará muy difícil su control”. Francia reportó este martes 25 nuevos brotes, 15 víctimas mortales y 1.397 nuevos casos.
Vía libre a los prefectos
Sin que implique la aprobación de nuevas medidas a nivel nacional, Castex dio vía libre a los prefectos “para que extiendan tanto como sea posible la obligación llevar mascarilla” en todos los espacios públicos, tanto en interior como al aire libre. Y que se instruya a los agentes policiales para que se aseguren del cumplimiento de las normas.
El presidente Macron pidió en Twitter que se respeten las normas: “La epidemia no se va de vacaciones: la vigilancia y el respeto a las gestos barrera siguen siendo esencial. Permanezcan prudentes”.
J’ai réuni ce matin un Conseil de défense pour faire le point sur l’évolution de la situation sanitaire. L’épidémie ne prend pas de vacances : la vigilance et le respect des gestes barrières restent indispensables. Restez prudents.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) August 11, 2020
La capital belga ante su “semana crucial” para evitar un segundo confinamiento
Bélgica sigue el mismo camino. Las autoridades belgas consideran que el país está en una “semana crucial” para evitar perder el control de la situación. Si no lo consigue, advierten sus epidemiólogos, habrá que volver al confinamiento.
La región de Bruselas podría hacer obligatorio el uso de mascarillas desde este miércoles o jueves si se alcanza el límite de 50 nuevos contagios por semana (la región la forman las 19 Communes –Municipios- que forman la capital belga y tiene 1,2 millones de habitantes). Esos 50 nuevos contagios semanales son el límite que las autoridades de Bruselas se impusieron como nivel de alarma ante el que deben aplicarse más restricciones.
Ahora mismo es obligatorio el uso de mascarillas en espacios cerrados y en ciertas calles, las más comerciales. En el resto de la ciudad no se obliga a usar mascarillas al aire libre. Eso puede cambiar esta misma semana porque los últimos datos conocidos, de este mismo martes, colocan la cifra de nuevos contagios en 47 en la última semana. Siete de los 19 municipios de Bruselas ya superan los 50 nuevos contagios semanales.
La prensa belga especula con la posibilidad de que, además del uso obligatorio de mascarillas prácticamente siempre excepto cuando se esté en casa, la región podría imponer un toque de queda nocturno como el que impuso hace semanas Amberes para controlar así la vida nocturna porque la mayoría de los contagios se están dando en bares y fiestas privadas.
Amberes impuso hace tres semanas un toque de queda de cuatro semanas que parece haber conseguido estabilizar el número de nuevos contagios. La ciudad portuaria, que tiene apenas el 5% de la población belga, llegó a acumular a mediados de julio casi el 30% de los nuevos contagios.