Italia y Francia anuncian un compromiso para la reubicación de migrantes en la UE

Macron y Conte se mostraron dispuestos a firmar un compromiso que se formalizará el próximo lunes en Malta
Habrá un mecanismo automático para la recolocación antes de que los migrantes sean desembarcados
El presidente francés firma la reconciliación tras las malas relaciones con el anterior Ejecutivo italiano
La última vez que visitó Roma Emmanuel Macron quedó impresionado por las galerías subterráneas de la Domus Áurea, el antiguo palacio de Nerón. Era enero de 2018 y su cicerone fue el socialdemócrata Paolo Gentiloni, flamante comisario europeo de Economía. Después llegaron al Gobierno el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga, con quienes Macron tuvo unos choques tan fuertes que por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial París retiró por unos días a su embajador en Roma. Esta vez no ha tenido tiempo para turismo, sólo para una cena institucional, pero el presidente francés ha querido dar la bienvenida al giro europeo del nuevo Ejecutivo italiano.
El anfitrión en esta ocasión ha sido el primer ministro, Giuseppe Conte, que lo recibió este miércoles en el Palacio Chigi, la sede de la Presidencia del Gobierno. Al término del encuentro, ambos anunciaron un compromiso concreto en materia migratoria. “He comprobado que existe plena disponibilidad para la creación de un mecanismo europeo sobre los desembarcos y la distribución de migrantes”, pronunció Conte, en una comparecencia sin preguntas. Su colega francés ratificó que se aplicaría para los migrantes que recalen en Italia o Malta.
En qué consiste la reubicación
Era el principal tema sobre la mesa. El Ejecutivo del M5E y el Partido Democrático (PD) tratan de pasar página con la era Salvini, cuando el ex ministro del Interior iniciaba una disputa mediática con las ONG, a las que le negaba el acceso a puerto. Los nuevos socios de Gobierno pretenden que no se repitan más estas situaciones, pero para ello debían encontrar un compromiso de la UE, que sirva además para demostrar al votante que es preferible la diplomacia al choque planteado por Salvini. Ahora existirá un sistema automático, por el que se le asignará un número determinado de migrantes a los países que quieran participar, antes del desembarco. Es previsible que de esta forma Italia abra definitivamente sus puertos.
Conte y Macron no dieron más detalles, ya que el acuerdo se formalizará en una cumbre con los ministros del Interior de varios países europeos que se celebrará el próximo lunes en La Valeta. El presidente francés se limitó a decir que “Italia ha sufrido muchas injusticias en este aspecto que han suscitado enfado. Sin embargo, la respuesta no es replegarse en sí mismos, sino la cooperación europea”.
Según medios italianos, Alemania también se sumará a este sistema de cuotas, al que los países se acogerán de forma voluntaria. El principal escollo es que hasta ahora sólo se puede reubicar en otros países a quienes tienen estatus de refugiado y no a los llamados migrantes económicos, un sistema que Roma pretende superar para que sean incluidos todos los recién llegados. Y además Italia pretende que los barcos de salvamento puedan atracar puntualmente en otros puertos europeos.
También un mensaje de firmeza
Emmanuel Macron argumentó que es necesario llegar a una solución de este tipo por una “exigencia de humanidad, solidaridad y por la falta de eficacia”. Sin embargo, añadió que Europa “no ha sabido proteger a quienes tienen derecho al asilo, pero tampoco ha podido expulsar a quienes no lo tienen”. Por eso, del otro lado, ambos mandatarios reafirmaron que es necesario acuerdos con los países de origen para facilitar su repatriación.
El primer ministro italiano anunció más cooperación con los países de tránsito y una mayor inversión en África para impedir la huida de sus ciudadanos
Antes de Conte había desfilado por el palacio Chigi el primer ministro libio Fayez Al Serraj, con quien Italia trata de contener los flujos migratorios hacia Europa. El problema es que el Gobierno de Trípoli, reconocido por la ONU, apenas tiene control sobre el territorio. El primer ministro italiano anunció más cooperación con los países de tránsito y una mayor inversión en África para impedir la huida de sus ciudadanos. “Nosotros estamos en contra de la inmigración clandestina, pero debemos sacar el tema migratorio del campo de la propaganda”, dijo, en referencia a Salvini.
Otros temas en la agenda
La petición de una mayor flexibilidad a la UE en un panorama de incertidumbre económica fue el otro gran tema que tocaron ambos mandatarios. Ambos hablaron de impulsar el crecimiento y, en el caso de Conte, de "revisar el Plan de Estabilidad”, que limita el déficit. Dijeron que las convergencias en materia medioambiental y social son totales y, sobre todo, uno y otro destacaron el nuevo escenario de cooperación entre ambos países. “Debemos aprovechar la ventana de oportunidad que se abre con una Comisión Europea nueva para relanzar estos valores”, dijo Macron.
El nuevo europeísmo
El primer ministro italiano ya le había presentado buena parte de esta agenda a la presidenta de la Comisión, Ursula Von Der Leyen, la semana pasada en Bruselas. Este viaje fue el primero de Conte en esta legislatura y ahora Macron se convierte en el primer gran mandatario que acude a Roma con el nuevo Gobierno transalpino. De esta forma, queda patente la impronta europeísta de los nuevos inquilinos del Palacio Chigi, pero también lo bien recibidos que son en los salones europeos después del euroescepticismo del gabinete de la Liga y el M5E.
Antes de verse con Conte, Emmanuel Macron pasó también por el despacho del presidente de la República, Sergio Mattarella. En los tiempos más tumultuosos con el Gobierno italiano los canales con Mattarella siempre han estado abiertos, como garante institucional. Mientras, Conte también fue considerado un aliado en los momentos en los que Salvini y el líder del M5E, Luigi Di Maio, que se reunió con los ‘chalecos amarillos’ en el momento en el que desafiaban a Macron, elevaban la temperatura.