La historia de la foto de la vergüenza en la frontera de EEUU

La imagen de una niña y su padre ahogados en el río Bravo refleja el drama que viven miles de inmigrantes
La fotografía recuerda a otras icónicas como la del pequeño Aylan durante la crisis de los refugiados sirios
Óscar Alberto se metió a su pequeña Angie Valeria por dentro de la camiseta, pegada a su pecho. La abrazaba para no perderla mientras daban juntos los últimos pasos de su viaje a Estados Unidos. El río Bravo parecía tranquilo, pero en el fondo les esperaba una corriente letal. Sus cuerpos fueron hallados río abajo, con la cara en el fango de la orilla mexicana, entre juncos. El diminuto brazo de la niña aún rodeaba el cuello del padre.
La imagen ha conmovido a medio mundo y ha hecho que la mirada de millones de personas se fije por un momento en el drama que viven los inmigrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, igual que sucedió con la del pequeño Aylan Kurdi en 2015 en plena crisis de los refugiados sirios.
Angie Valeria no ha llegado a cumplir los dos años. Óscar Alberto, de 25, emigró de El Salvador para darle un futuro mejor. Un familiar le había conseguido trabajo en Dallas y con eso podría cuidar de su familia mejor que con los 350 dólares que ganaba como empleado de una pizzería.

La madre, Tania, había dejado su trabajo en un restaurante de comida china para cuidar de la niña. Iniciaron su viaje el 3 de abril.
Llegaron a Tamaulipas, en el lado mexicano de la frontera, y allí esperaban cita para solicitar asilo en Estados Unidos. El tiempo pasaba sin que les llamasen, en un campamento precario, con temperatuas de 45 grados. Estaban cada vez más nerviosos por el refuerzo fronterizo del Gobierno mexicano para contentar a Trump. Así que el domingo pasado, a mediodía, intentaron cruzar el peligroso río Bravo (río Grande para los estadonidenses).

Iban a entregarse nada más llegar al otro lado. Pero tres horas después Tania telefoneaba histérica a la madre de su marido: "Óscar se me murió, Óscar y la niña se me ahogaron”.
Óscar se me murió, Óscar y la niña se me ahogaron
Ahora la familia no puede costear el viaje de los cuerpos de vuelta a El Salvador, será el gobierno salvadoreño quien se encargue de la repatriación.
La foto de Óscar y Valencia ilustra la desgracia de muchas familias. El mismo día que ellos, también fallecieron dos bebés, un niño y una mujer por el calor del desierto. La situación de cientos de niños al otro lado de la frontera también es desesperada, separados de sus padres, seis han muerto en lo que va de año mientras estaban bajo custodia de las autoridades estadounidenses.
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— Antonio Rodríguez (@rodriguezmonos) 25 de junio de 2019