Irán celebra elecciones parlamentarias en medio de protestas contra el régimen

Se trata de la primera cita electoral desde las protestas masivas contra el régimen.
Los conservadores lideran las encuestas
Este viernes Irán celebra las primeras elecciones parlamentarias tras las revueltas sociales a causa de la subida de los precios de los carburantes, y la represión posterior contra los manifestantes. También es el primer test tras los altercados entre Irán y Estados Unidos y el asesinato del general iraní Soleimani en Bagdad.
A todo ello hay que unir el malestar de los partidos más reformistas que han visto como la mayor parte de sus candidatos eran vetados para presentarse y se han quedado fuera de las papeletas electorales. Irán con una población de 81 millones de personas es una de las grandes potencias en Oriente Medio gobernada por el régimen de los ayatolás, líder supremo de la república islámica.
Irán lleva meses de inestabilidad interna, sufriendo una dura crisis económica provocada en gran parte por las sanciones impuestas por Estados Unidos, y combinada con una crisis política en Oriente Medio y su participación militar en varios conflictos en los países vecinos como Irak y Yemen.
La retirada de Estados Unidos en 2018 del acuerdo nuclear firmado en 2015 y la reimpoisición de sanciones por parte de Washington, en una campaña que ha descrito como de "máxima presión", han golpeado duramente al Gobierno iraní a nivel económico, sin que los intentos para salvaguardar el pacto hayan dado frutos hasta ahora.
Las movilizaciones sociales en los meses de noviembre y diciembre de 2019 provocaron una represión del régimen de Teherán que, según un informe de Reuters se saldó con 1.500 manifestantes muertos. Ante esta situación, el ala dura de las autoridades ha llevado a cabo un proceso destinado a eliminar las candidaturas de los candidatos reformistas, tal y como se ha denunciado desde diversos sectores del país, unas críticas a las que se ha sumado incluso el presidente, Hasán Rohani, considerado un moderado.
El Consejo de Guardianes
El Consejo de Guardianes, es el organismo integrado por doce clérigos elegidos por el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, y el verdadero poder en Irán. Ellos han sido los que han encargado al aparto judicial para que eliminase cerca de 7.000 candidaturas en todo el país, incluida la gran mayoría de los reformistas, además de a 80 políticos que actualmente ocupan escaño.
El propio Jamenei se ha pronunciado en el pasado en contra de candidatos reformistas o moderados, como Rohani, y en las últimas presidenciales apoyó abiertamente al ultraconservador Ebrahim Raisi, al que posteriormente nombró como jefe del aparato judicial.
Votar: "deber religioso"
Jamenei subrayó el martes que la participación en las parlamentarias "es un deber religioso, nacional y revolucionario" y describió las elecciones como "una lucha colectiva que puede fortalecer el país y mejorar la reputación de la institución islámica". Jamenei además quiere mandar un "mensaje de unidad a Estados Unidos" y especialmente a su máximo representante para Irán, Hook quien hace unos días aseguraba que, "los clérigos eligen a ganadores y perdedores antes de que se depositen los votos. Muchos iraníes quieren presentarse a las elecciones, muchos quieren un gobierno representativo, pero el régimen les bloquea", argumentó, en un vídeo publicado por el Departamento de Estado en su cuenta en la red social Twitter.
Special Rep. Hook: The Iranian regime is holding what it calls “elections” on February 21. But the clerics pick the winners & losers before the ballots are even cast. We call on the Iranian regime to give the Iranian people a real choice & let their voice be heard. #IranElections pic.twitter.com/BTyvuXhx21
— Department of State (@StateDept) February 14, 2020
Estados Unidos ha criticado históricamente el papel del Consejo de Guardianes y considera que una baja participación en las parlamentarias podría suponer un golpe para la credibilidad de las autoridades y una muestra de un creciente rechazo popular al 'establishment' religioso vigente desde la Revolución Islámica de 1979.
Los escaños
La ley electoral iraní divide las circunscripciones en únicas y múltiples, siendo la más importante de todas la capital, donde se eligen 30 de los 290 escaños. Del total, cinco están reservados a minorías religiosas (dos para cristianos armenios, uno para judíos, zoroastras y uno compartido para asirios y caldeos).
A pesar de que en el país hay numerosos partidos, los candidatos no se presentan por sus listas y concurren de forma independiente. En las últimas parlamentarias se impusieron los reformistas, algo que podría cambiar en esta ocasión, devolviendo el control de la cámara a los conservadores.
De esta forma, si los conservadores y miembros del ala dura se hacen con el control del Parlamento, Rohani tendría que lidiar con esta situación durante lo que queda de su mandato, que concluye en 2021, lo que limitaría además la capacidad de su Ejecutivo para hacer frente a las crisis en las que está sumido el país.
En total, cerca de 58 millones de iraníes tienen derecho a votar en los comicios.