El primer ministro israelí pide un gobierno de unidad a su gran rival político

Netanyahu cambia de estrategia y tiende la mano a su contrincante
Ningún partido consigue mayoría para formar gobierno después de repetir las elecciones
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha hecho un movimiento inesperado: ha pedido un gobierno de unidad a su gran rival, el exgeneral Benny Gantz. Tras las elecciones celebradas el martes, ninguno de los candidatos logra una mayoría suficiente para formar un nuevo Ejecutivo. Por eso el mandatario conservador, del partido derechista Likud, se ve obligado a tender la mano a su gran contrincante, líder de la formación centrista Azul y Blanco.
"La nación espera de nosotros, de los dos, que demostremos responsabilidad y que intentemos cooperar", ha dicho Netanyahu. Un sorprendente giro estratégico que refleja la debilidad en la que queda el primer ministro después de los comicios. Los israelíes acudieron a las urnas por segunda vez en poco más de cinco meses. Tuvieron que repetirse porque el primer ministro no consiguió negociar un gobierno de coalición.
Los dos líderes se han visto cara cara, y se han dado la mano, este jueves. Ha sido en un acto en recuerdo del fallecido ex primer ministro Simón Peres.
En la misma noche electoral, fue el propio Gantz quien pidió un "gobierno de unidad amplio, que exprese la voluntad del pueblo". La formación que lidera podría aceptar un pacto con el Likud, pero lo más probable es que pusiese una condición: que Netanyahu quede fuera. Las negociaciones serán intensas. El primer ministro aspiraba a un quinto mandato tras 13 años en el poder (los últimos 10, de forma consecutiva).
También el ultraconservador Avigdor Lieberman, de Israel Nuestra Casa, ha pedido un gobierno de unidad nacional que integre a los dos grandes partidos.