Israel prepara la salida de la pandemia: las 5 fases para el desescalamiento

El gobierno israelí, en colaboración con científicos y emprendedores, ultima los detalles de un plan nacional para abordar la crisis del coronavirus
Mientras la tasa de mortalidad a consecuencia del virus no se ha disparado en el país, escasean los tests y los ya realizados son insuficientes, lamentan los expertos
A diferencia de España, en Israel empezaron a adoptarse medidas antes de que llegase lo peor de la crisis, otorgándole a las autoridades varias semanas de ventaja para prepararse
Mientras que el pistoletazo de salida de la macabra carrera por el coronavirus tuvo lugar en nuestro país el pasado 31 de enero, en Israel no se produjo hasta tres semanas después. El 22 de febrero una turista israelí daba positivo en el test de Covid-19 a su regreso a Israel después de viajar a bordo del crucero Diamond Princess donde más de 600 de sus 3700 pasajeros fueron infectados por el virus tras detectarse un primer positivo durante una escala en Hong Kong.
Pero mientras en España - dos semanas después de conocerse el primer positivo - las autoridades sanitarias mantenían que no había razón de salud pública que aconsejase tomar medidas adicionales, en Israel decidieron no esperar para actuar. Cuatro días después del caso de la viajera israelí el Ejecutivo de Benjamín Netanyahu recomendó a sus ciudadanos cancelar todos los viajes al extranjero, especialmente a Italia que por entonces sufría ya las primeras muertes por Covid-19.
Días antes los turistas procedentes de Asia ya tenían restringida la entrada en el país y para primeros de marzo cualquier persona que quisiera llegar a Israel sabía que, a su llegada, tendría que entrar automáticamente en cuarentena. ¨Sin duda esas medidas nos dieron un par de semanas para prepararnos¨, dice a NIUS Shlomo Maayan, virólogo israelí especialista en enfermedades infecciosas. ¨De Netanyahu dijeron que sus previsiones eran demasiados radicales, pero visto lo visto, en eso no se equivocó¨, asevera el científico cuyos pronósticos, desglosados durante una entrevista anterior con este diario (14 de marzo), no han podido ser más certeros.
Ralentización de los contagios
A las 12 del mediodía de este domingo entró en vigor la extensión del toque de queda sobre diecisiete barrios de Jerusalén, declarados desde hoy y hasta el próximo miércoles como ¨zonas restringidas¨, por ostentar las mayores tasas de contagio en Israel junto a la ciudad de Bnei Barak, en Tel Aviv. El Ejecutivo ya había ordenado el cierre total de algunos de ellos el pasado miércoles cuando los judíos celebraron la noche de Séder, fiesta familiar con la que arrancaron las celebraciones de su Pascua (Pésaj).
El día anterior el gobierno igualmente prohibía el desplazamiento entre ciudades de cara a evitar un repunte de casos cuando se empieza a percibir en el país una leve ralentización en el número de positivos, excluyendo los barrios y ciudades habitadas por religiosos ultraortodoxos (en Jerusalén el 75% de los contagios proceden de estas poblaciones, hoy bajo férreo control de la policía y el ejército).
Israelis pray together on #Passover from their balconies during the lockdown. 🙏 pic.twitter.com/nrIADugdYI
— Hananya Naftali (@HananyaNaftali) April 9, 2020
Con un centenar de muertos y más de 10.000 infectados en todo el país, según cifras del ministerio de Sanidad, las autoridades llevan días discutiendo posibles estrategias de salida a la crisis generada por el coronavirus. El próximo 17 de abril, día después de las fiestas de Pésaj, se baraja como primera fecha posible para el levantamiento parcial, y durante quince días, de algunas de las restricciones, si bien los colegios y las guarderías permanecerán cerrados al menos un mes más. ¨Los israelíes tendrán que ajustar sus vidas a una rutina completamente nueva¨, dijeron los funcionarios.

Población dividida por nivel de riesgo, posible estrategia de salida
La última estrategia de salida bajo escrutinio de los funcionarios recogería los datos de un millar de ciudadanos escogidos al azar (todos residentes de la ciudad ultraortodoxa de Bnei Barak, el núcleo de población con mayor número de positivos por habitante) y los utilizaría como muestra extrapolable a otros sectores de la población a través de un modelo de cálculo matemático diseñado por científicos y emprendedores del mundo de las start-up.
¨Extenderíamos la cuarentena a la población de alto riesgo (con 67 años o más) y liberaríamos a la de bajo riesgo para lograr una inmunidad masiva y controlada de esa población, lo que tardaría en conseguirse más o menos un mes. Después el grupo de mayor riesgo podría ir saliendo de la cuarentena gradualmente¨, dice a NIUS Shai Shalev-Shwartz, profesor de Ciencia de la Computación en la Universidad Hebrea de Jerusalén y socio del multimillonario Amnon Shashua, fundador de Mobileye, empresa líder en el desarrollo de tecnología para la conducción autónoma de vehículos. Shashua, a quien la multinacional Intel pagó casi 1400 millones de euros por la tecnología desarrollada en su start-up, ha sido nombrado recientemente por el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, asesor de asuntos económicos en la gestión de la crisis por el Covid-19.
De acuerdo a las estimaciones de ambos investigadores, quienes aseguran que con su estrategia se produciría un número asumible de contagios por parte del sistema sanitario, la población de bajo riesgo podría volver a la normalidad de forma inmediata, relanzando una economía hoy golpeada por una tasa de desempleo que supera el 24%.

En tres meses, afirman, terminaría el confinamiento, incluido el de la población más vulnerable, siempre y cuando se mantuvieran medidas como el distanciamiento social. “Si le dices a la gente que vamos a vivir tres meses complicados pero que el Estado va a distribuir ayudas para que la economía no colapse y que, después de eso, todo se ha acabado, entonces lo aceptará¨, explica Amnon Shashua.
Pero para otros expertos en salud pública, la estrategia propuesta por el flamante asesor de Netanyahu y su socio es simplista. Según Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Ben Gurion ¨primero necesitas aumentar la cantidad de tests realizados a la población de mayor riesgo y tomar datos suficientes del resto. Si quieres levantar las restricciones debe hacerse de forma mucho más precisa, a menor escala, empezando por núcleos de población o barrios concretos¨, explica.
Respecto al número de tests realizados, Benjamín Netanyahu aseguró al comienzo de la crisis que el objetivo del gobierno era realizar unos 30.000 al día. Nada más lejos de la realidad. De los alrededor de 10.000 como máximo que se estaban haciendo a comienzos de abril se ha pasado a menos de 6000, según datos del ministerio de Sanidad. Un descenso que el ejecutivo justifica por la escasez a escala mundial de algunos reactivos químicos necesarios para la producción de los tests, carestía que el Ejecutivo aún no ha solucionado de forma efectiva.
En cambio sí que ha superado la falta de respiradores gracias a una línea de producción propia lanzada por la industria aeroespacial del país - que desarrolla y comercializa sistemas de defensa para la seguridad aérea, espacial, marítima o cibernética - en colaboración con el ministerio de Defensa y varias empresas médicas. Según sus previsiones, para el mes de mayo los hospitales israelíes podrán contar con unos mil respiradores producidos a escala nacional.
En turnos, por edad o por ubicación: más fórmulas para levantar el confinamiento
Reducir la tasa de contagios cuanto antes, realizar más tests de detección y mantener aislada a la población más vulnerable son, también en Israel, tres de los requisitos clave para frenar la propagación del coronavirus.
Mientras las previsiones actuales del ministerio de Sanidad son menos optimistas que las presentadas hace dos semanas (con cientos de nuevos contagios al día a pesar de la restricciones), el Ejecutivo sigue valorando relajar gradualmente el confinamiento según el comportamiento de la epidemia que, según sus estimaciones, constará de tres fases:
- Disminución de la tasa de infección hasta el verano, (cuando el número de pacientes en recuperación exceda al de personas infectadas).
- El retorno de la economía a su pleno funcionamiento en los meses estivales.
- El estallido de una segunda ola de contagios a partir de septiembre.
Así lo contempla la propuesta presentada por los asesores del Ministerio de Asuntos de Inteligencia al Consejo de Seguridad Nacional, cuyo contenido fue filtrado a los medios hace unos días. Según el documento, que recoge el diario Haaretz, se barajan hasta cinco fórmulas para levantar el confinamiento.
Las cinco opciones
La primera aboga por una reversión del bloqueo, con las medidas más recientes levantadas primero e instaurando otras cada quince días en función de la evolución de la pandemia.
La segunda, desarrollada por investigadores de la Universidad de Bar-Ilan, dividiría a la población de Israel en dos turnos. Cada uno se liberaría del bloqueo en semanas alternas, reduciendo así el riesgo de que los portadores asintomáticos infecten a otros. "Una persona infectada durante su semana activa entraría en un encierro en la siguiente, al final de la cual sería ¨descubierta¨. Si no está infectada, reanudaría su actividad", reza el escrito.
Según contempla este método todos los miembros de la familia tendrían que estar en el mismo turno y cualquiera que muestre síntomas seguiría en cuarentena. El sistema contempla un nivel de desobediencia del 10 al 20 por ciento entre la población.
En un tercer modelo, propuesto por investigadores del Instituto de Ciencias Weizmann, todo el ciclo económico participaría en un cierre parcial, con cuatro días de trabajo por otros 10 días de parón. Requeriría una obediencia casi completa por parte del público, y "el tiempo total para enfrentar la pandemia se extendería significativamente”. La naturaleza cíclica de ese método "reduciría el tiempo en que un portador podría infectar a otros a solo dos séptimos" de cualquier período dado, lo que reduciría drásticamente la tasa de infección y progresivamente llevaría a la desaparición del virus.
Una cuarta propuesta liberaría gradualmente a las personas del bloqueo en función de criterios como la edad, el riesgo de complicaciones y la probabilidad de que propaguen el Covid-19. Por ejemplo, los escolares parecen contraer el virus con menos frecuencia, mientras que los hombres y mujeres jóvenes "infectan a otros más, pero principalmente a personas de su misma edad”. De acuerdo a estos criterios, la población se clasificaría en tres grupos:
- el de alto riesgo permanecería en cuarentena permanente,
- mientras que las restricciones a los otros dos se relajarían a un ritmo que dependería de su riesgo de infección.
Por último, una quinta propuesta dividiría el país en regiones geográficas dependiendo de la densidad de población, distribución de edad, estructura familiar, número de personas en cuarentena o número de pacientes confirmados, etc. Las restricciones se relajarían según el nivel de riesgo de cada región.
El documento presentado al Consejo de Seguridad Nacional contempla la implementación de una o de varias medidas a la vez en base a los datos acumulados. De momento, el Ejecutivo hebreo no ha presentado una estrategia nacional, aunque los expertos esperan que lo haga después de las fiestas de Pascua.