Italia acusa a un enfermero de matar a ocho ancianos en una residencia y de intentarlo con otros cuatro

Las muertes se habrían producido entre enero de 2017 y febrero de 2019 en una residencia geriátrica en la provincia de Ascoli Piceno, en el centro del país
La investigación se originó como consecuencia del alto índice de muertes en la residencia y arrojó sus primeros indicios con el análisis de la sangre de las víctimas, que tenían dosis letales de fármacos como la promazina o la insulina
La policía italiana ha detenido este lunes a un enfermero, acusado de matar a ocho personas de avanzada edad en los últimos dos años. Según el Corriere della Sera, su nombre es Leopoldo Wick y está acusado no solo de estos ocho homicidios, sino también de intentarlo con otras cuatro personas mayores de la residencia.
El arresto es consecuencia de una larga investigación, iniciada en septiembre de 2018, que se originó tras una alerta por el alto índice de muertes en una residencia geriátrica en la provincia de Ascoli Piceno, en el centro del país.
La investigación, que duró varios meses, fue llevada a cabo por los Carabinieri de la Unidad de Investigación de Ascoli Piceno y tuvo sus primeros resultados al analizar la sangre de las víctimas. Según la fiscalía, esos análisis "permitieron detectar concentraciones de promazina (una droga neuroléptica), a niveles tóxicos y absolutamente incompatibles con las terapias prescritas para esos pacientes".
Otro hallazgo clave fue, ya el año pasado, la autopsia de dos cadáveres (uno de ellos exhumado), que mostró que uno había muerto por una dosis letal de promazina y el otro por insulina, aunque se trataba de un paciente no diabético.
La investigación, en la que se examinaron decenas de expedientes, contó con el testimonio de los demás enfermeros, trabajadores sanitarios y médicos, lo que permitió reconstruir los hechos y determinar la presunta responsabilidad del enfermero, que se declaró nocente cuando fue detenido.
Las autoridades señalan que el enfermero estaba inyectando dosis letales de una mezcla de insulina y promazina a algunos pacientes de la residencia de ancianos donde trabajaba, una práctica que se prolongó entre enero de 2017 y febrero de 2019.
El enfermero, que está en la cárcel, tendrá que responder por los delitos de homicidio agravado y continuado e intento de homicidio y lesiones graves.
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