La izquierda alemana gana las elecciones en Hamburgo sacando músculo

Socialdemócratas y ecologistas triunfan en las elecciones de Hamburgo. La Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Angela Merkel firma uno de sus peores resultados y la ultraderecha saldría del parlamento regional, según las primeras estimaciones.
El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y Los Verdes salían triunfantes en la noche electoral del domingo en Hamburgo. En la ciudad portuaria del norte alemán, la segunda urbe teutona más poblada con cerca de 1,8 millones de habitantes, socialdemócratas y ecologistas se apuntaban la victoria de la cita electoral más importante de este año en Alemania.
El SPD conseguía un 37,5% de los votos según los primeros sondeos realizados a pie de urna. Los Verdes, que aspiraban en esta campaña a superar al partido del alcalde de la ciudad, el socialdemócrata Peter Tschenscher, sumaban un 25,5%.
Para los socialdemócratas, este triunfo reafirma a Tschenscher en un cargo que había ocupado hasta principios 2018 el actual ministro de Hacienda y vicecanciller Olaf Scholz. Éste dejó a Tschenscher su papel de regidor en Hamburgo para poder concentrarse en la política nacional.
Los Verdes, socios de gobierno del SPD en Hamburgo, confirmaban el domingo los presagios de bonanza demoscópica que viven los ecologistas. Según los sondeos, a nivel nacional, Los Verdes se han convertido en el principal partido del centro-izquierda alemán. Se les atribuye del orden del 24% de la intención de voto en unas eventuales de elecciones generales. En una cita así, el SPD sumaría entre un 13% y un 16% de los votos.
Es más, para los socialdemócratas, la victoria del domingo es hasta cierto punto un espejismo. Nils Diederich, politólogo de la Universidad Libre de Berlín, sigue viendo al SPD en dificultades. “En Hamburgo, la mayoría de socialdemócratas y ecologistas está asegurada, esto está claro. Pero el SPD habría perdido un 8% respecto a las elecciones de 2015 en una ciudad que ha sido genuinamente socialdemócrata”, dice Diederich a NIUS.
“En el SPD puede que digan ahora que el partido va a mejorar, pero con un resultado así, uno no puede ver que el partido esté mejorando, en el mejor de los casos, está frenando su caída”, abunda.
Eso no quita, sin embargo, que el SPD festejara el resultado de la noche del domingo. “El SPD de Hamburgo se mantiene como fuerza política líder en esta ciudad”, decía con razón un triunfante Tschenscher. Su fórmula para el éxito no es, sin embargo, la que tienen los actuales presidentes del SPD, los izquierdista Saskia Esken y Norbert Walter-Borjans.
“El SPD en Hamburgo es un partido muy diferente al del resto del país. Aquí siempre ha estado muy cerca de conceptos como la socialdemocracia, acompañando a los actores económicos; está más en el centro que la actual dirección nacional”, comenta a NIUS Bendix Hügelmann, investigador de la Universidad de Hamburgo.
Fracaso histórico de la CDU
Muy por detrás del SPD y Los Verdes quedaron la Unión Cristiano Demócrata (CDU), que obtuvo un 11,5% de los votos, los izquierdista de Die Linke (9%), la formación liberal FDP (5%) y la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD, 4,7%). Entre los conservadores, el domingo tocaba encajar resultados decepcionantes.
La CDU, el partido de la canciller Angela Merkel, sufrió un ostensible fracaso. A su candidato Marcus Weinberg le quedó demasiado grande la idea de superar el 15,9% de los votos que su partido consiguió en la anterior cita electoral de la ciudad-estado, celebrada en 2015. Su 11,5% del domingo es el peor resultado que recuerda su partido en Hamburgo y el segundo peor resultado de la historia de la formación conservadora.
“Es un mal resultado con el que no podemos estar contentos”, reconocía Weinberg con cara de circunstancias tras darse a conocer las primeras estimaciones de la votación.
A los liberales también les tocaba el domingo poner cara de circunstancias. Hace un par de meses, en el FDP podían pensar en llegar al 10% en la ciudad portuaria. No fue así, según las primeras estimaciones, el FDP apenas lograba estar por encima del 5% necesario para entrar en el Parlamento hamburgués. El recuento, que se prolongaría hasta el lunes, podría incluso determinar que los liberales quedaran fuera de la cámara regional.
Hundimiento del centro-derecha en Hamburgo
Este hundimiento de los partidos de centro-derecha parece tener que ver con lo ocurrido hace unas semanas en el Land de Turingia (este germano). Allí CDU y FDP votaron junto a AfD por un candidato a presidente liberal para esa región germana.
Que conservadores y liberales votaran con la ultraderecha causó un escándalo de proporciones nacionales. El reciente anuncio de la lideresa de la CDU, Annegret Kramp-Karrenbauer, según el cual ella tiene intención de dejar la presidencia del partido y de no aspirar más a ser canciller, está íntimamente relacionado con esa votación en el Parlamento regional de Turingia.
“Lo que ha pasado en Turingia ha ampliado las pérdidas del apoyo del electorado a la CDU”, comenta Diederich, el politólogo de la Universidad Libre de Berlín. “Pero también afecta en esto la salida de Kramp-Karrenbauer y la falta de certidumbre sobre quién liderará el partido”, añade.
AfD, fuera del parlamento
Por su parte, AfD, que tenía en Hamburgo uno los primeros Länder en los que empezó a ganar representación regional en 2015, debía digerir el domingo una importante decepción. El partido de ultraderecha, según las primeras estimaciones, no lograba superar la barrera 5% allí donde hace cinco años alcanzaba un 6,1% de los votos.
“Lo ocurrido en Turingia ha generado tanta atención en la gente que quienes simpatizaban con el partido se han reservado a la hora de votar y también ha impedido ganar nuevos electores. Además, Hamburgo es una ciudad liberal de comerciantes en la que AfD no tiene realmente mucho espacio”, explica Diederich.
A su entender, también juega un papel en la eventual salida AfD del parlamento de Hamburgo cómo ese partido se ha comportado frente al atentado racista del pasado miércoles contra dos locales frecuentados por musulmanes en Hanau (oeste germano). En AfD, han preferido llamarlo “un acto de locura”.
El ataque lo perpetró Tobías Rathjen, un 'incel' al que ha quedado atribuido el considerado “mayor atentado islamófobo” que ha vivido Europa. A raíz de ese ataque, el ministro del Interior, el conservador Horst Seehofer, ha reconocido ese atentado como “el tercero de carácter terrorista de extrema derecha ocurrido en Alemania en pocos meses”.