Jordania, país líder en la vacunación de refugiados y desplazados

Solicitantes de asilo y refugiados, incluidos en el plan de vacunación gratuito del gobierno
De los 78 países que desarrollan campañas nacionales, la mitad se ha comprometido a incluir a los refugiados
Jordania se ha convertido en uno de los primeros países del mundo en comenzar a vacunar a los refugiados contra la COVID-19, informó esta semana la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) “Una vez más, Jordania ha demostrado un liderazgo y solidaridad ejemplares. El país les ha incluido en todos los aspectos de su respuesta de salud pública a la pandemia¨, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
Como parte del plan nacional de vacunación del Reino Hachemita, cualquier persona que viva en suelo jordano, también refugiados, desplazados y solicitantes de asilo, recibirá la vacuna de forma gratuita, si bien se dará prioridad a aquellos que pertenezcan a los conocidos grupos de riesgo.
Jordan has become one of the world’s first countries to start COVID-19 vaccinations for refugees https://t.co/4aWsAnzusK
— UNHCR, the UN Refugee Agency (@Refugees) January 14, 2021
Es el caso de Raia Alkabasi, farmacéutica y su marido Ziad, médico de profesión, que padece una enfermedad crónica. Iraquíes de nacimiento, el matrimonio huyó a Jordania en 2006 durante la guerra de Irak (2003 -2011) y desde entonces viven en el país como refugiados. “Espero que la vida sea más relajada ahora. Cuando vuelva a casa, puedo besar a mis hijos sin tener que desinfectarme primero ”, dijo la iraquí tras recibir la vacuna en el centro de vacunación de Irbid, ciudad al norte de Jordania.
Ella y su marido fueron los primeros refugiados registrados por ACNUR en el mundo en ser inmunizados, en su caso con el inyectable Sinopharm, desarrollado en China. “Solo queremos que la vida vuelva a la normalidad. La vacuna es la forma correcta de hacer esto ”, añadió Raia a la salida del centro. Desde allí, y con el pulgar en alto, la farmacéutica hizo la promesa de servir de ejemplo a otros refugiados como ella, dada su experiencia médica y su papel como voluntaria en la comunidad. “Hay algunas dudas acerca de la vacuna, pero quiero ponérmela para asegurarles a todos que es segura”, aseveró.
Bajo índice de contagios entre los refugiados
Según ACNUR, la estrecha cooperación con el ministerio de Sanidad jordano y el cumplimiento de las medidas de prevención por parte de los desplazados han sido fundamentales para contener la propagación del virus entre la población más vulnerable del país.
Desde que se confirmó el primer caso de COVID-19 entre los refugiados en septiembre del año pasado, algo más de 2000 residentes de campos como el de Zaatari (cerca de la frontera entre Jordania y Siria) han dado positivo en los test, mientras que poco más de 200 son hoy casos activos. Además, la proporción de refugiados con COVID-19 también se ha mantenido baja, en un 1,6 %, en comparación con el 3% de la población jordana en general.
De acuerdo a los últimos datos de la ONU, Jordania, que tiene un población de unos 10 millones de personas, alberga actualmente a 750.000 refugiados registrados por ACNUR, si bien los datos del gobierno hachemita apuntan a que hay muchos más que no están identificados por la ONU.
Al poco de estallar en 2011 la guerra civil en Siria, casi un millón y medio de desplazados comenzaron a llegar a Jordania, lo que obligó al país a levantar, con ayuda de organizaciones humanitarias, campos de refugiados como el de Zaatari, uno de los más grandes del mundo. Si bien la mayoría de sus antiguos residentes pudieron abandonarlo para mudarse a ciudades cercanas, actualmente sigue siendo el hogar de 80.000 personas, incluidos más de 40.000 niños
Vacunar a toda la población, factor clave para vencer la pandemia
Desde el inicio de la pandemia, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ha abogado por la inclusión equitativa de los refugiados, los desplazados internos y las poblaciones apátridas a través del Servicio COVAX, una iniciativa mundial que reúne a los gobiernos y los fabricantes para garantizar que las vacunas contra la COVID-19 lleguen a los más necesitados. Los países de ingresos medios y bajos serán prioritarios para recibir este apoyo.
“La gran mayoría de las personas refugiadas del mundo son acogidas en países de ingresos bajos y medios. La comunidad internacional debe hacer más para apoyar a los gobiernos anfitriones en el acceso a las vacunas. El acceso global y equitativo es lo que en última instancia protegerá vidas y detendrá la pandemia”, explicó Filippo Grandi.
De los 78 países que están actualmente desarrollando estrategias nacionales de vacunación para la COVID-19, la mitad (39) se han comprometido a incluir a los refugiados. “Hago un llamado a todos para que sigan el ejemplo de Jordania e incluyan a los refugiados junto a sus nacionales en las campañas de vacunación¨, proclamó el italiano.
Si bien el mandato de ACNUR no contempla la adquisición de vacunas, que sigue siendo responsabilidad de los gobiernos, sí está apoyando a los países de acogida de refugiados mediante intervenciones de preparación o respuesta ante el virus. Entre ellas, el apoyo en materia de salud, saneamiento, higiene o logística, así como la dotación de equipos de protección para el personal sanitario.