Bolivia contrata a una “comunicadora interespecies” en busca de Tito, un gato perdido en un aeropuerto

La búsqueda a la desesperada de Tito, un gato perdido hace un mes en el aeropuerto de la ciudad de Tarija, ha llevado al gobierno de Bolivia a contratar a una “comunicadora interespecies”. 

No se trata de alguien capaz de ladrar o maullar y, lo que sería más difícil, hacerse entender por los animales, sino de una experta en establecer algún tipo de "conexión de energías" con perros y gatos para comunicarse con ellos. O eso expone en internet, donde la encontró el gobierno boliviano que, al parecer, no ha puesto reparos a la hora de contratar a una supuesta dotada con poderes telepatas, traducción simultánea del idioma felino y, para más inri, con un GPS místico para encontrar al gato. Algo, que ni decir tiene, suena a chaladura, porque lo es.

Sin embargo, según asegura el viceministro de Defensa de los derechos del usuario y consumidor de Bolivia, Jorge Silva. “Ella podía con sus técnicas comunicarse con Tito para saber dónde está, si está asustado u oculto o si algo más grave ha pasado”, afirmaba Silva en la emisora Erbol para sorpresa del periodista. 

Sin titubear, el viceministro explica que desconocía la figura de la comunicadora interespecies hasta que el Ministerio de Justicia la encontró por la red y la contrató con el objetivo de agotar “todas las instancias para coadyuvar en esta búsqueda de Tito”. Y añade: “Se contrató a esta profesional por un mes y esperemos que estos días tengamos un informe favorable respecto a Tito”. 

Según apuntan varios medios bolivianos, la comunicadora asegura que el gato está vivo. 

Tito, un gato blanco y gris de tres años, debía viajar con su dueña, Andre Iturre, de Tarija a Santa Cruz, donde sería certificado como animal terapéutico para poder acompañar a su propietaria a Irlanda. La aerolínea estatal Boliviana de Aviación (BoA) no permitió a Tito volar en cabina y en su camino hacia la bodega del avión desapareció. 

El transportín llegó vacío a Santa Cruz y comenzó el calvario de Andre Iturre, como ella misma explica a través de las redes sociales. Un trabajador de la aerolínea le confirmó que habían extraviado a Tito en Tarija y la joven regresó a la ciudad en busca del felino. 

El gobierno de Bolivia hizo de la búsqueda del gato una cuestión de Estado prácticamente desde su desaparición. El ministro de Obras Públicas, Edgar Montaño, compareció en rueda de prensa el 13 de diciembre de 2022 para informar de que había dado la orden de movilizar a los bomberos y a otras instituciones para localizar a Tito. 

“Creemos que puede estar en las viviendas aledañas al aeropuerto. Hemos dispuesto comida y también agua en todos los sectores para que pueda estar alimentado, al gatito le gustaba el atún. Tenemos las esperanzas de que el gatito Tito va a aparecer”, decía Montaño. 

Andre Iturre sigue confiando en encontrar a su mascota. Desde que Tito no entró en ese avión, su dueña se ha instalado en la ciudad de Tarija y continúa buscando al felino con la ayuda de numerosos voluntarios. De hecho, Andre ha perdido su trabajo en Irlanda y sólo contaba con sus ahorros para sufragar los gastos derivados de la complicada misión. Ahora ha conseguido que la aerolínea le compense el dinero que ha invertido en la búsqueda. 

La dueña de Tito confía en lo que le transmite la comunicadora interespecies. Según publica el diario Opinión, Andre Iturre confía en que le dará “un dato certero de ubicación y dónde podría estar (…) hasta el momento me ha dicho que todavía está con vida, que está escondido, obviamente asustado, pero sus energías están bajando por el tema de la alimentación y el agua”. 

El gatito Tito sigue perdido.