Ecuador acusa a Maduro y al expresidente Correa de un intento de golpe de Estado

El presidente ha trasladado la sede del Gobierno a Guayaquil
Las protestas se originaron tras la subida del precio del combustible
El Gobierno decretó el estado de excepción durante 60 días
Cuatro días después de decretar el estado de excepción, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ha decidido trasladar la sede del Gobierno desde la capital, Quito, a la localidad costera de Guayaquil. El motivo: las protestas que estallaron la semana pasada tras anunciar el presidente un paquete de reformas para reactivar la economía. Eliminó los subsidios a los combustibles y redujo prestaciones salariales a los empleados públicos contratados en forma temporal.
Moreno ha comparecido con la plana mayor de su Gobierno y ha dejado claro que las movilizaciones no son sociales. "Los saqueos, el vandalismo y la violencia demuestran que hay un intento de romper el orden democrático", ha señalado el presidente ecuatoriano. Y ha ido más allá. Ha culpado al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y al expresidente de Ecuador, Rafael Correa de querer desestabilizar su Gobierno, incitando a las protestas, y de estar detrás de un "intento de golpe de Estado".
Las jornadas del paro nacional continúan y la policía tuvo que acordonar la sede del Gobierno, ante la llegada de miles de representantes indígenas que se unirán a las protestas antigubernamentales. Al menos una persona ha muerto y 477 han sido detenidas. Los transportistas y los taxistas, los más afectados por la supresión del subsidio al combustible desde hace 40 años, fueron los primeros en movilizarse.
Moreno ha declarado el estado de excepción durante 60 días en los que se restringirán algunos derechos y libertades fundamentales. Ha ofrecido diálogo a los manifestantes, pero ha aclarado que no dará marcha atrás en la reforma económica.