Piñera da marcha atrás tras unas protestas que dejan tres muertos en Santiago de Chile

El dirigente ha declarado en una rueda de prensa que esta decisión requiere la aprobación de una ley "muy urgente"
Más de 9.000 militares se han desplegado por la ciudad para proteger las 136 estaciones de metro y 43 instalaciones de infraestructuras básicas que podrían ser atacadas
El presidente de Chile, Sebastián Piñera, se ha visto forzado a anunciar la suspensión de la subida del precio del metro de Santiago tras las fuertes protestas que se han producido desde principios de esta semana en la capital. Al menos tres personas han fallecido durante el incendio de un supermercado en el barrio de San Bernardo de Santiago de Chile, provocado dentro del marco de las protestas.
El dirigente ha declarado en una rueda de prensa que esta decisión requiere la aprobación de una ley "muy urgente" para lograr un acuerdo que proteja a los ciudadanos frente a "alzas bruscas e inesperadas en el precio del dólar y del petróleo", lo que Piñera defiende como la causa del aumento de las tarifas. Asimismo, ha anunciado una mesa de diálogo "amplia y transversal" con los ciudadanos para escuchar propuestas que satisfagan el alto coste de vida que éstos sufren en el país.
El presidente chileno declaró este viernes el estado de emergencia en la capital por primera vez en 30 años después de los graves daños que sufrieron las instalaciones de metro y algunos edificios, que quedaron completamente calcinados.
El ejército continúa custodiando la ciudad
Más de 9.000 militares se han desplegado por la ciudad, según ha informado el ministro de Defensa, Alberto Espina, para proteger las 136 estaciones de metro y 43 instalaciones de infraestructuras básicas que podrían ser atacadas, como las de distribución de agua, electricidad, combustible y gas.
En este contexto, Piñera ha recalcado que "la violencia no tiene cabida en una sociedad" como la chilena, haciendo referencia a los disturbios en las protestas, que el viernes arrojaron un balance de 308 detenidos y 160 heridos, la mayoría policías, según el propio Gobierno chileno.