Venezuela regresa al tablero internacional: la Invasión rusa a Ucrania fue el detonante para buscar su petróleo

Estados Unidos tiene abierta una recompensa por capturar a Maduro acusado de narcotráfico
La tensión de los últimos años no impide que Biden ordene negociar con Venezuela
Se trata de compensar con el petróleo venezolano la inflación en Estados Unidos sin modificar la legislación sobre el clima
La invasión de Rusia a Ucrania ha movido los cimientos de la diplomacia en el Hemisferio Sur latinoamericano. Una vez que Vladimir Putin ha invadido Ucrania con la mayor ofensiva militar en Europa en décadas, el gobierno de los Estados Unidos ha vuelto su mirada petrolera hacia Venezuela, nuevamente. Y la razón del cambio es estratégica. Joe Biden se ha comprometido a cumplir con la reducción de emisiones de carbono y con una política de energías verdes que durante los primeros meses de su mandato derivaron en la paralización del fracking y de gaseoductos que cruzaban el país de norte a sur. Esta decisión, no estaba libre de riesgos con la recuperación post-pandémica, y los tuvo: un crecimiento desbordado de la inflación. Pero, hasta ese momento los cuellos de botella eran la excusa perfecta.
Pero llegó la guerra, y mantener las mismas políticas con tres puntos más de inflación como consecuencia de la subida internacionales de los precios del petróleo y del gas exige movimientos geopolíticos si la Administración Biden quería mantener su propósito en materia de transformación energética.
Quince millones de dólares es el precio que puso el gobierno de los Estados Unidos por la captura del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, hace dos años. También hay precio para la "cabeza" de su núcleo más cercano y mantienen en prisión a Alex Saab, el considerado testaferro de Maduro en una cercel de Miami. Pero nada de esto empañó el viaje de representantes de Biden a Caracas la semana pasada para ver si había posibilidades de un acuerdo para volver a comprar crudo venezolano.
Sanciones a Rusia, puente a Venezuela
Una de las primeras sanciones anunciadas por el gobierno norteamericano fue cortar todo vinculo económico con Rusia y, detener inmediatamente las importaciones de petróleo y gas; generando el acelerado aumento de los precios de hidrocarburos. Esto provocó que de manera repentina, Estados Unidos haya decidido dejar a un lado la orden de captura a Maduro, y enviado una delegación a la capital venezolana para conversar directamente con él, con el Palacio de Miraflores. La inflación supera el 8% en Estados Unidos y a pocos meses de las elecciones de "medio-término" la situación se complica cada semana para los demócratas que aspiran, al menos, a mantener el control en el Congreso. El objetivo es que no siga subiendo el precio de la gasolina en Estados Unidos.
Las reacciones no se hicieron esperar y el senador americano, Marco Rubio, confirmó el hecho a través de sus redes sociales “éste pasado sábado, Joe Biden mandó a Caracas a reunirse con Maduro a dos individuos de su equipo de trabajo, y le hicieron una oferta a Maduro, y la oferta fue la siguiente: ‘ Estados Unidos está dispuesto a levantar sanciones en contra de Venezuela, en contra de Maduro si él está dispuesto a vendernos petróleo y si él anuncia una fecha futura para negociaciones entre la oposición y Maduro”.
Para muchos fue una sorpresa el tener a una delegación norteamericana en suelo venezolano, tras la ruptura de relaciones diplomáticas y incluyendo la salida de la embajada americana de suelo venezolano para trabajar desde Bogotá, Colombia. Para la licenciada en estudios internacionales, Lois Maldonado, es una jugada peligrosa de Estados Unidos y puede ser bueno o malo para Venezuela, ya que Maduro ha demostrado fervientemente su apoyo hacia Rusia y Putin. “El gobierno de Venezuela tiene sus cuentas congeladas porque Rusia era su aliado principal, y todo lo hacían a través de este mecanismo bancario que formaba parte de Rusia (sistema Swift) entonces al congelarlas, más las sanciones que tiene de Estados Unidos cierras todas las salidas a Venezuela y podría ser un beneficio tanto para Estados Unidos como Venezuela”, aseguró Maldonado. A unos les surtes de gasolina barata y a Maduro le permites acceder al sistema Swift.
Un país petrolero, sin producción petrolera
Venezuela es el país con las reservas de petróleo más grandes del mundo. En el año 1998, producía tres millones (3.000.000) de barriles diarios. Su renta petrolera era la más estable de Latinoamérica, pero hoy, tres décadas después, ha llegado a los niveles más críticos de su historia, produciendo escasamente seiscientos mil (600.000) barriles diarios, debido a que las refinerías y maquinarias están paralizadas ante la fuga de dinero producto de la corrupción.
Desde la sala de su casa, el ex directivo de Petróleos de Venezuela (PDVSA), José Toro Hardy, nos hizo una radiografía de cómo se encuentra en este momento la petrolera estatal venezolana “no solo es que estamos produciendo muy poco petróleo. Es que las oficinas de PDVSA que es nuestra gran casa petrolera matriz que estaban en Londres, fueron mudadas a Portugal, y de Portugal fueron mudadas a Moscú, y todos los negocios internacionales, se manejaban desde Moscú”, confirmando las palabras de la internacionalista Maldonado, quienes aseguran que el régimen de Nicolás Maduro, se quedó arrinconado económicamente, pero que su único salvavidas es el nuevo acercamiento con su enemigo, Estados Unidos.
Maduro se vio en la necesidad de bajar el tono amenazador contra Joe Biden y la Casa Blanca, para aceptar a la delegación americana que busca surfear la ola petrolera en su país. Mientras tanto, Nicolás Maduro aceptó de inmediato la negociación, anunciando pocas horas después, que retomaban la mesa de negociación con la oposición venezolana en México.
La invasión de Rusia a Ucrania continúa escalando a niveles críticos, tanto, que preocupa en la Unión Europea y al mismo Estados Unidos un posible ataque nuclear. Sin embargo, Joe Biden coquetea con la compra del afamado “oro negro” venezolano para esquivar a Rusia.