Liverpool hará los tests del Covid a todos sus habitantes


La ciudad inglesa, de medio millón de habitantes, inicia un programa piloto para intentar controlar el virus
Se harán tests rápidos y PCR y las personas que en positivo deberán hacer una cuarentena de una semana
Si funciona, se aplicará a toda la región y, si también es eficaz, se extenderá a todo el país
Liverpool es la primera ciudad británica en hacer las pruebas del coronavirus a todos sus habitantes. Se trata de un programa piloto que, si resulta, si consigue rebajar la incidencia del virus, será aplicada al resto de la región y, si también funciona, al resto del país. Liverpool, que se encuentra en el noreste de Inglaterra, es la tercera ciudad del país con 500.000 habitantes. También es la ciudad británica más infectada con un índice de contagios de 410 casos por cada 100.000 habitantes en una semana.
La ciudad llevaba un mes en el nivel número tres, el nivel más alto del sistema de control del Covid-19 creado por Boris Johnson para intentar contener en vano el virus y evitar el segundo confinamiento del país, que empezó este jueves. “Se trata de la última oportunidad para poder salvar las navidades”, declaró Joe Anderson, el alcalde laborista de la ciudad. Anderson ha reconocido que primera vez ve “luz al final del túnel”.
El gobierno ha implementado tests rápidos bucales o nasales que permiten saber el resultado en apenas veinte minutos. También ofrece el método de los PCR, con unos resultados más fiables pero que tardan más en conocerse. Y utiliza tecnología Lamp, que es un método de amplificación isotérmica diseñado para detectar ácidos nucleicos sin requerir equipo sofisticado y que permite una realización simple. Esta tecnología se aplica al personal de los hospitales de Liverpool.
“Estos tests permitirán identificar a miles de personas que no tienen síntomas pero que pueden contagiar a otra gente”, dijo Boris Johnson. Todos los ciudadanos pueden hacerse las pruebas, sean asintomáticos o no. Hay treinta unidades especiales distribuidas por toda la ciudad para hacer los análisis, además de hospitales, sitios de trabajo, escuelas y universidades (que siguen abiertas durante el confinamiento). Se han desplegado más de dos mil soldados van a ser desplegados para ayudar en la logística y garantizar su implementación.
No es obligatorio hacerse las pruebas aunque las autoridades locales están intentando concienciar a la gente que si se las hacen pueden ayudar a bajar la incidencia del Covid y esto permitiría rebajar las restricciones y no tener que pasar las Navidades confinados. Pueden hacerse las pruebas todos aquellos que vivan o trabajen en Liverpool. Pueden reservar hora online o simplemente acercarse a uno de los puntos designados. Las autoridades también han avisado que el hecho de realizar más tests puede disparar el número de positivos.
Los que den positivo deben hacer una cuarentena de una semana. El gobierno ha reducido a la mitad el tiempo de aislamiento porque únicamente el 25 por ciento de todas las personas obligadas a hacer la cuarentena cumplían con su cometido. El principal motivo para saltársela era económico. En este sentido el gobierno también ha dicho que compensará a las personas que tengan que hacerla. Todos los que den positivo y sus contactos y estén obligados a hacer la cuarentena podrán solicitar una ayuda de 550 euros.
Críticas al sistema de rastreo
Esta prueba pionera se produce después del anuncio de la segunda cuarentena del país y en medio de las fuertes críticas por la ineficacia del sistema de rastreo. El gobierno se ha gastado 13.000 millones de euros en este sistema. El mes pasado un error en el sistema dejó sin seguimiento a 50.000 potenciales positivos.
Este programa piloto se ha convertido en esencial para el gobierno para evitar tener que extender el confinamiento más allá de estas cuatro semanas y hasta que se disponga de una vacuna eficaz contra el virus. Johnson está sometido a una fuerte presión por parte de una facción de su partido que le exige la relajación de las restricciones para no dañar más aún la economía del país. La única manera de hacerlo es rebajando el número de contagios, que sigue por encima de los 23.000 diarios.
A finales de octubre el gobierno abortó la llamada Operación Moonshot con la que, según unos documentos filtrados, pretendía gastar tres cuartos de todo el presupuesto de la sanidad pública y pretendía llegar a llevar a cabo diez millones de tests diarios en enero de 2021. Hubiera costado 110.000 millones de euros. Este programa había sido denunciado por la plataforma Good Law Project, que amenazó con llevar al gobierno ante los tribunales por ignorar evidencias científicas y por comprometer tan vasta cantidad de dinero público.
“El proyecto Moonshot era un documento diseñado para generar debate, no reflejaba una política adoptada”, se defendió el gobierno en un comunicado. En estos momentos se están haciendo unos 350.000 tests diarios en el país, pero está fallando el sistema de seguimiento. “Este proyecto era una prueba del auténtico caos que ha creado el gobierno con el sistema de rastreo”, lamentó el abogado Jolyon Maugham, líder de Good Law Project. Maugham acusa al gobierno de falta de transparencia a la hora de adjudicar los programas de rastreo. El proyecto Moonshot ha sido sustituido por este de test y rastreo.
De Vo a Eslovaquia
La primera vez que se hicieron pruebas a una población entera fue en el pueblo italiano de Vo, cerca de Venecia, al principio de la pandemia y en el peor momento de contagios en Italia. Los tres mil habitantes del pueblo fueron testeados. El 6 de marzo hicieron pruebas PCR (entonces no existían los tests rápidos) a todo el mundo. Hubo 89 positivos, que fueron aislados. Nueve días más tarde se realizó una segunda ronda de tests con tan solo 6 positivos. Dos semanas más tarde ya habían erradicado el virus.
Eslovaquia también se ha comprometido a hacer la prueba a sus 5,5 millones de habitantes. El primer ministro ha afirmado que, si funciona, se daría un paso enorme en la lucha para erradicar el coronavirus. Espera que estos tests masivos puedan ser aplicados en las puertas de los estadios y de los teatros. También el presidente de la patronal británica, Karan Bilimoria, expresó un inusitado positivismo y afirmó que “este proyecto ofrece la primera luz verdadera” que el virus puede ser controlado y permitirá que se enfoquen las restricciones. Cree que puede dar confianza a las empresas.
Sin embargo, John Bell, profesor de la Universidad de Oxford y presidente del grupo de aprobación de test del gobierno, echó un poco de agua al vino y dijo que únicamente permitirá identificar a la mayoría de los positivos, los súper contagiosos, pero no todos. También advirtió del peligro que la gente que de negativo se relaje. Dijo que dar negativo “significa que no es probable que tengas el virus”, pero no lo descarta ni evita que lo puedas coger, y que “deben seguir seguir manteniendo la distancia social”.