La ONU manifiesta su preocupación por la ocupación de universidad y hospitales en Birmania por militares


No llega la ayuda humanitaria desde el golpe de estado militar
El portavoz de Naciones Unidas, Stéphane Dujarric, ha mostrado su "profunda preocupación" por la supuesta ocupación por parte de las fuerzas de seguridad de una serie de hospitales públicos, algo que ha considerado "totalmente inaceptable".
Desde Naciones Unidas recuerdan que los hospitales son, y deben seguir siendo, "lugares de refugio y neutralidad inequívoca para garantizar la seguridad de los pacientes que reciben atención médica", particularmente importante durante una pandemia mundial, ha señalado.
También ha vuelto a reiterar la "enérgica" condena del secretario general de la ONU, António Guterres, a la violenta represión y al uso de la fuerza letal, y ha insistido en el llamamiento para que el Ejército y la Policía garanticen el pleno respeto del derecho de reunión pacífica.
"Volvemos a pedir que se respeten los derechos a la libertad de reunión y de expresión del pueblo de Birmania mientras se manifiesta pacíficamente y expresa sus esperanzas y deseos para el futuro de su país", ha pedido Dujarric.
"Severe action will be inevitably taken" against "riotous protesters", the state-run Global New Light of Myanmar said spokesman Stephane Dujarric saidSNU Secretary of State Antony Blinken condemned what he called "abhorrent ... Share: https://t.co/998Wjov6qz
— Laranya Mihira (@LaranyaM) March 5, 2021
Situación "muy grave"
También ha señalado que los trabajadores humanitarios sobre el terreno han informado de que la situación en el país es "muy grave" ya que las operaciones de ayuda se han visto interrumpidas por el golpe de Estado, y más de un millón de personas identificadas a principios de año como necesitadas de asistencia (incluyendo a 350.000 desplazados internos) todavía necesitan ayuda.
En este sentido, Dujarric ha denunciado "continuas interrupciones en las comunicaciones, el transporte y las cadenas de suministro, así como escasez de efectivo para las operaciones debido a las limitaciones".
Hundreds of peaceful anti-coup protesters were "barricaded" by Myanmar security forces in apartment buildings in Yangon on Monday, the UN secretary-general said, calling for their release "without violence or arrests". https://t.co/hNOmyHPEZj
— The Philippine Star (@PhilippineStar) March 9, 2021
Asimismo, también los trabajadores humanitarios de la ONU han informado que la capacidad de análisis, planificación y respuesta frente a la COVID-19 se han visto afectadas por la toma de poder militar.
Por último, Dujarric ha informado de que han recibido una carta enviada por un funcionario que ha sido designado como enviado del Parlamento disuelto de Birmania ante la ONU, conocido como Sasa, y que las "autoridades de la ONU, incluida la enviada especial del secretario general, han estado en contacto con los parlamentarios, como parte de los contactos que se están realizando entre las partes".
En la carta, dirigida a Guterres y al Consejo de Seguridad, Sasa habría pedido que se invoque la "responsabilidad de proteger", que contempla la posibilidad de una intervención militar extranjera como medida de último recurso para prevenir crímenes y garantizar los Derechos Humanos.
El propio Sasa, la semana pasada denunciaba que los militares parecían haberle declarado la guerra "a su propia gente".